Capitulo 7

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SI MUERO MAÑANA

Ilusamente solemos pensar que la vida tiene un orden: somos jóvenes y eso nos hace sentirnos indestructibles, no concebimos la idea de morir antes que nuestros padres o hermanos mayores, pensamos tontamente que moriremos, pero que para eso aún hace falta mucho tiempo. Las cosas no son así, en la vida no tenemos nada asegurado, nunca sabemos si probablemente éste día será el último, si al salir de nuestra casa regresaremos o no, si tendremos la oportunidad de volver a decirle a las personas que amamos cuánto lo hacemos, si podremos volver y dar un último beso a nuestros padres...

He visto últimamente muchos casos en los que personas jóvenes, amigos de mis amigos ó simplemente familiares han fallecido de la nada, ya sea por enfermedades, accidentes ó víctimas de la creciente delincuencia y eh tenido experiencias muy feas de aquello. 

Definitivamente lo único que tenemos seguro es que la vida es sumamente frágil y que en cualquier momento podemos perderla, los seres humanos somos piezas de papel en un eterno remolino, fácilmente nos rasgamos, fácilmente desaparecemos. 

Sí, la muerte es un tema con el que lidiamos día a día, no sólo en este pais, sino en una gran mayoría de países del mundo, ya sea por la guerra, la violencia, las enfermedades o los desastres naturales, tal parece que la muerte es protagonista de titulares y noticias alrededor del mundo entero.

Al pensar todo esto no pude evitar preguntarme ¿qué pasaría si yo muriera mañana? ¿de qué me habría lamentado? ¿qué me hubiese gustado hacer antes de morir? ¿qué quedaría de mi en el mundo después de mi muerte? ¿cómo me recordarían las personas?

Si yo muriera mañana creo que podría hacerlo con una sonrisa en el rostro, agradecería a Dios por haberme permitido conocer las bondades del amor en tan poco tiempo, el haber conocido a personas tan maravillosas como amigos y haber tenido la oportunidad de amar de verdad , sólo esto ya sería un verdadero logro, razón suficiente para considerar que viví una vida plena y feliz.

Si yo muriera mañana también agradecería por la maravillosa familia que me tocó: una madre que me amó y me cuidó sin condiciones, una madre que luchó por mi y que supo sacarme adelante, una madre que siempre hizo lo que estuvo en sus manos para darme lo mejor y hacerme feliz. Muchas tías y tíos que me consintieron, me cuidaron y me enseñaron la importancia de la familia, los valores y la unidad, y una abuela que volcó todo su amor, sus cuidados y sus mimos hacía a mi desde mis primeros días de vida.

Si yo muriera mañana me lamentaría de muchas cosas también: probablemente hubiera anhelado tener más tiempo para disfrutar de las bondades que me brindaba la vida, lamentaría no haber podido conocer la mirada y la sonrisa de mis hijos y no haberles podido criar y ver crecer, lamentaría el hecho de no poder envejecer al lado de un hombre que hubiese amado con todo mi corazón como amo a Dios cuidarle hasta sus últimos días de vida, y no haber podido vivir de la mano de él todas las aventuras que tanto hubiésemos planeamos en nuestra juventud.

Si yo muriera mañana hubiese querido dedicar más tiempo a la vida saludable, hubiera deseado pasar menos horas frente al computador o el teléfono móvil y más días fuera de casa sintiendo los rayos del sol sobre mi rostro, escuchando las risas de los niños que juegan en los parques y mirando a las parejas enamoradas que pasean de la mano, me hubiera gustado jugar futbol en las tardes de domingo, siempre me gustó el futbol pero la pereza siempre me terminaba ganando y jamás lo practiqué, solo en ciertos momentos con amistades.

Si yo muriera mañana quizá tendría miedo de no haberle dedicado el tiempo suficiente a Dios, el ocio o la rutina que siempre terminaban siendo más importantes que ir a la iglesia 40 minutos por semana, solo asistiendo fines de semanas aún sabiendo lo bondadoso que había sido Dios conmigo jamás fui capaz de devolverle nada de tanto que me dió. hubiese querido seguir siendo instrumento de Dios siguiendo sus obras. Si yo muriera mañana me habría lamentado de no ser mejor persona, habría deseado ayudar a mi prójimo, haber puesto una pequeña semillita que comenzara a cambiar al mundo, aunque fuese una minúscula parte de éste.

Si yo muriera mañana habría deseado comer más: la comida es uno de los grandes placeres de la vida, me encanta comer y conocer nuevos sabores, nuevas sazones... Habría deseado conocer más culturas por medio de su gastronomía, conocer más lugares y nuevas experiencias culinarias.

Si yo muriera mañana habría lamentado no haber tenido el tiempo ni el dinero de viajar por el mundo de la mano de la persona especial que tanto ame y descubrir nuevos destinos, maravillarnos con las bellezas que los diversos lugares tienen para ofrecer.

Si yo muriera mañana hubiese querido escribir más, probablemente mis escritos serán una de las pocas cosas de mi que perdurarán en el mundo... Si muriera mañana hubiese deseado escribir como nunca, mostrar lo que soy, lo que he aprendido, lo que soñé, lo que viví, hubiese deseado que todos conocieran la mejor parte de mi, y también la peor pero a través de mis palabras, que el mundo conociera mi versión y visión de las cosas, que mis palabras resuenen siempre con un eco eterno a través de mis textos.

Si yo muriera mañana muchos se lamentarían, pero la mayoría superaría el dolor más pronto de lo que yo espero, terminarían olvidándome, la mayoría pero no todos: y es por ése pequeño grupo de personas que no superarían mi partida que yo lamentaría marcharme. Probablemente esto sería lo más difícil de morir: con mi muerte moriría una parte del alma de mi madre y de mis hermanos, y de uno que otro familiar, y una parte de mi se quedaría eternamente con ellos.

Pido siempre a Dios , la virgen Maria, a la vida y al destino que me permitan realizar todos los sueños y anhelos de mi alma, que me permitan materializar todos esos planes y metas trazadas, que me permitan disfrutar durante muchos años más a las personas que amo, que me permitan convertirme en una persona de bien de la mano de mi eterno amor Dios...

quiero conocer las canas y arrugas de un esposo y que él conozca las mías, amarle y que me ame como siempre o aún más, cuidarnos mutuamente y saber que todo lo que hicimos lo hicimos bien, y entonces sí poder decirle a la vida: misión cumplida, estando feliz de realizar mi vocación de santidad en mi matrimonio.

Pero si por alguna razón los planes de Dios son distintos a los míos y él decide llevarme antes, aunque el dolor será inevitable quiero que todos lo sepan: por muy corta o larga que sea mi vida, fuí feliz como pocos, recibí mucho más de lo que esperé, disfruté, amé, comí, canté, escribí, aprendí, leí, reí, viví plenamente, hice lo mejor que pude, conocí el amor y la felicidad, no se lamenten por mi, yo me lamentaré por ustedes, porque para entonces estaré en un lugar mucho mejor, un lugar donde no habrán pesadillas ni dolor, un lugar en el que pacientemente esperaré a que nos reencontremos, prometo estar ahí esperándoles, prometo que nos volveremos a encontrar con la misma humildad de siempre. 

Dont Lose HopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora