Our love story. {Larry Stylinson}

Our love story: Feliz aniversario.

-Hola, cariño.- saludo Harry entrando a la habitación con una fuente donde traía un vaso con agua, una pastilla y un pañuelo húmedo.- ¿Como estás?- le preguntó juntando su mano a los blancos cabellos de su esposo, después de sentarse al lado suyo en la cama.

-Viejo y arrugado, qué puedo hacer.- Louis seguía siendo el mismo, siempre bromeando y utilizando el sarcasmo en todo lo que salía de su boca, lo conoció siendo así a los 20 y seguía en lo mismo a los 82.

-Se te olvidó mencionar lo inmaduro también.- rió y siguió admirando su cabello, lacio y suave.

Ambos se quedaron callados pero con sonrisas tímidas en sus caras. Harry dirigió sus manos hacia el pañuelo y lo dejó reposar en la frente de Louis. Éste lo miró atento, directo a los ojos, esos ojos esmeraldas de los que se había enamorado desde el primer momento en que los vio, aunque al principio sólo los catalogó como verdes.

-Recuerdo haberte dicho que no quiero que llores, Harry.- levantó su mano lentamente, ya que era lo mejor que podía hacer, y con su índice acarició desde el comienzo de las cejas hasta la punta de la nariz de Harry. Su voz era apagada y temblorosa, algo normal para su edad de alguna u otra forma, pero aún suave.

Harry sonrió tomando su mano entre las suyas para que no haga mucho esfuerzo.- Eran lágrimas de felicidad, lo prometo.- y lo miró, perdiendose en su olor, que hasta hace unos años le pareció nuevo pero no le costó acostumbrarse, en su piel, ahora más frágil y con muchos lunares, en sus ojos, los mismos azules profundos a los cuales les tenía tanta envidia por el poder que poseía.

Louis cerró los ojos agotado, hasta mantenerlos abiertos era una tarea difícil para él pero quería grabar a su amor para llevárselo con él al cerrarlos. Como sea nunca era necesario, al final necesitaba otra ojeada.

Harry le agradecía tanto a dios, o a los ángeles o a quién se había apiadado de él para poner a Louis en su vida y cambiarla a tal punto de amarla, cuando antes simplemente tenía pensamientos malos a tal punto de querer acabar con ella.

-Tú fuiste tan atrevido.- habló lo suficientemente fuerte para que su acompañante lo oyera. Louis apretó más su mano, quería que fuera más específico en lo que sea que estaba diciendo. No lo entendía. Harry rió.- En la pista de hielo, fuiste tan atrevido. Apenas habíamos hablado y tú ya tenías tus labios sobre los míos.- Harry volvió a reír y Louis relajó su mano.- Yo lloré, porque tú me quitaste mi gorrita.- recordó Harry.

"Harry se había quedado observando con expresión neutral aquella foto enmarcada que se encontraba en sus manos, vayan ustedes a saber de donde lo había sacado. Louis decidió darle su espacio, siempre creyó conveniente darle su espacio, su burbuja, pero estaba preocupado ya que no sabía como se sentía, su cara no expresaba ningún sentimiento o al menos él no podía traducirlo.

-¿Qué pasa, bebé?- se sentó junto a él y pasó su brazo alrededor de su cuello.

Harry supo que era el momento de hablar, de quitarse ese peso de encima que siempre había llevado consigo y que lo obligaba a usar gorritas.

-Él es mi padre.- largos segundos pasaron para que él continuara- Él era mi héroe, mi modelo a seguir. No lo recuerdo mucho físicamente ya que murió cuando yo tenía seis años- sonrió de lado, su voz era débil- pero puedo recordar perfectamente los agradables momentos que pasaba conmigo.

Louis sonrió por la forma en la que escuchaba hablar a su esposo, con tanta pasión y ganas, pero aún no hallaba el problema.

Presionó su mano contra el hombro de Harry y éste continuó.- Según mi madre, yo tengo el mismo cabello que él. Yo no puedo recordarlo pero no lo dudo.