11.

135 7 2
                                    

Capitulo once:

Caminaba con lentitud por el parque, mientras llevaba un libro colgando de mi mano, el día estaba deprimente, la neblina cubría por completo el cielo y el viento estaba para congelarse los huesos pero definitivamente era un día lindo para pasear un poco.

Me senté cerca de unos árboles para estar más cómoda y relajada, estaba algo estresada por el asunto de que Matt no dejaba de hablarme cuándo me veía en los pasillos, afueras del colegio o me enviaba mensajes diciendo si quería ir por un helado o dar un paseo.

No entiendo cuál era el fin de ser tan insistente con la situación de algún tipo de "relación" entre nosotros.
No me sentía preparada para dar el primer paso, dejarlo atrás, no era que no quería, no podía hacerlo. De alguna forma ya me había acostumbrado a llevar ese gran dolor conmigo el día a día, tenía miedo y lo admito, mucho miedo de volver a intentarlo y que todo saliera pésimo o peor que la última vez.
Más que un miedo, era terror puro, no sabía cómo comenzar de nuevo, era como si Calum hubiera arrancado cada característica o virtud que había en mí sobre el "amor" y así dejándome inexperta en esta situación.

No quería más tristeza para mí vida, recordar la etapa de mi adolecencia emprendiendo a una juventud pacífica llena de tristeza, pena e inseguridad, debía comenzar a escuchar a mi mente y no a mí corazón. Por qué por culpa de él, todo estaba yendo mal, era como si mi cerebro y mi corazón llevaban sintonías diferentes, mi mente me mencionada una y otra vez que debía olvidarlo, arrojarlo a la basura tal cual el me despojo a mi, y por otro lado mi corazón aferrándose a él cada vez más más como si no fuera capaz de palpitar o fluir sangre sin tenerlo a él ahí dentro.

Suspire algo irritada por pensar tanto, mi cabeza tenía un dolor insoportable ya que anoche no había podido dormir nada pensando en que había sido lo que le dije a Ben en la fiesta, su tonta pregunta "¿Sigues enamorada de Calum?", me fastidió, más que nada me apenó.

Mis ganas de decirle " Si Maldición, aunque no me creas, lo sigo amando aún más que antes" me deprimian, porque cualquier persona normal ya hubiera olvidado a su ex novio, que la abandonó y juró olvidarla ¿no?.
En fin, nada avanzará o fluirá si nos quedamos estancados llorando por algo que nunca volverá, por que Calum nunca iba a volver y ya debía asumirlo.

-¿Marilyn? -oi una voz a mis espaldas que se me hacía muy conocida, ¡Rayos! Era Matt, again.

-¿Que haces aquí? -pregunte fingiendo "simpatía".

-Sólo venía de la Biblioteca, ya sabes. Se vienen los exámenes de semestre y no quiero decaer. -cruce los dedos para que el no se sentara a mi lado, y adivinen que ¡lo hizo!.

-¿Le tienes miedo a unas simples calificaciones?- hablé los más antipática posible.

-¿No tienes miedo a decepcionar a tu familia?- me pregunto confuso, yo solo hice una mueca y dije.

-No, ellos me decepcionaron primero.

-¿De que hablas? ¿A que te refieres?- esta vez habló más confuso aún, sólo me golpeé mentalmente, ¿por que había pensado en alto? ¡Maldición!.

-A nada.

-¿No me quieres decir?-me miro ofendido.

-No. -respondí seca.

-¿Por que no? -preguntó rápido.

-No hagas tantas preguntas, es molesto. -hablé tan enojada.

-Molesto es que me ignores siempre. -esta vez el reclamo con mucho sarcasmo.

-Ahora no te estoy ignorando. -le dije tan aburrida de su tonta conversación, no quería hablar en este momento.

-Eso es un punto para mí. -sonrió mientras me miraba, yo solo estaba tan seria, no quería que coqueteará conmigo.

-Claro que no. -dije.

-Siempre tan cortante Mari...-dijo mirándome fijamente, odiaba que me miraran tan fijo, me recuerda tanto a Calum y su insistencia.

-Marilyn. -le corregí nada amigable.

-¿Lo ves? Nunca puedes ser amable conmigo...-se justificó, sólo rodé los ojos, que parara de hablar por favor.

-Es porqué no quiero conocerte. -fui lo más cortante y fría posible, quería que entendiera que no quería escucharlo.

-¿Que hay de malo en mí?. -esta vez se molestó, tal vez mis palabras le dolieron.

-En ti, nada...-suspire con algo de arrepentimiento.

-¿Entonces?...-susurró.

-En mi, todo. -lo interrumpí, me dio algo de nostalgia, Marilyn no le demuestres tu debilidad.

Me levanté del suelo con mi libro en la mano, comencé a caminar con mucha prisa, odiaba que me vieran débil, escuchaba como Matt me preguntabas adónde iba o que estaba haciendo.

-Hey Marilyn, ¿Dónde vas?- Matt me tomó del brazo haciendo que me girará y quedáramos frente a frente.

-Lejos de ti. -safe el agarré de mi brazo.

-Eso lo tengo claro, ¿que pasa?- preguntó por milésima vez queriendo saber que me sucedía.

-Necesito irme a casa. -dije lo primero que pude.

-Yo te llevo. -se ofreció sin darse por vencido.

-¡Maldición Matt!- grité tan enfadada, odiaba que no me dejara en paz.

-¡Mirame!- esta vez grito él, tomando mis mejillas.

-Quitate. -lo empujé.

-Necesito saber que te pasa. -insistio.

-¿Para que? Para darme más opiniones de mierda que me arruinan más. -dije sin pensarlo, bien estaba a punto de desahogarme en este precisó momento.

-Yo nunca haría eso. -me explico.

-Todos dicen lo mismo. -le confirme.

-Tal vez yo sea diferente a ellos...-dijo más calmado. Marilyn ¡No! No le creas nada de lo que dice, ya nos engañaron una vez, no queremos una segunda o ¿si?.

-Matt no quiero ningún tipo de cercanía o relación entre nosotros. -le dije de inmediato sin miedo.

-Pero deja de ver lo negativo de las cosas y cree en mí, en el amor. -suspiró tan cerca de mí.

-Una vez creí en alguien...y también en el amor...-suspire dándome por vencida.

-Yo soy diferente. -insistió tan esperanzado.

-Y me rompieron el corazón...-mi voz decayó y mi corazón se rompió un poco más.

Me giré sintiendo un nudo en la garganta, Matt no insistió en hablarme, preguntarme o seguirme, sólo se quedó en la misma posición de antes, yo solo caminé cada vez más rápido queriendo llorar ahí mismo de rabia, pena y frustración conmigo misma.

photograph ☁ calum hood.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora