Yunus y yo seguimos caminando hacía la cafeteria, me di cuenta que yunus tenia sujetada mi mano - ¡whaa! - grite mientras me soltaba de su agarre - ¿¡ que sucede!? - yunus volteo a verme con asombro - ehh... No, no pasa nada - ni siquiera había notado que tenia mi mano sujetada, ¡casi me da un infarto! Sentí como mi corazón latió muy fuerte.
Llegamos a la cafetería y compramos una lata de jugo - la mas fría que tenga por favor - dijo yunus antes de pagar, después nos sentamos en una banca - has tu cabeza aun lado - con su mano movió mi cabeza y con la otra puso la lata fría sobre mi cuello hinchado por semejante mordida.
Mi mente estaba hecha un caos por todo lo que estaba pasando, necesitaba una explicación para cuando mis padres me vieran. - yunus... ¿ tu crees que se note mucho ? - yunus volteo a verme, quito la lata de mi cuello y se acercó para verlo - no lo creo... - dirigió la mirada a mis ojos y ambos nos quedamos en shock. Después de unos segundos lo único que hice fue dirigir la mirada a otro lado, justo en el lugar en el que quede mirando estaba el chico encantador, que asta ahora no tenia idea de cual era su nombre, el volteo a verme y yo rápidamente regrese la mirada, sentí como mi rostro comenzó a enrojecerse. - Karim... ¿ te gustan los chicos ? - me tomo por sorpresa esa pregunta, por suerte pude contestar tranquilamente - no me gustan - el rostro de yunus se veía convencido asi que trate de no tomarle importancia a todo lo que había pasado.
Yunus volvió a colocar la lata sobre mi cuello y no dijo nada mas. Justo cuando el silencio comenzaba a ser incomodo faris llego a nosotros con mucha comida en ambos brazos - al final decidí comprar una cosa de cada sabor - nos explico con una sonrisa infantil. Yunus me hizo una seña indicando que yo sostuviera la lata para que no callera de mi cuello.
Faris se sentó a mi lado - en serio...¿ tan grave fue ? - voltee a verlo y le sonreí sarcásticamente. - ¿ grave ?... Claro que... ¡ si ! ¡¡Casi me arrancas la piel!! - el solo soltó una carcajada y dijo - no es para tanto - justo cuando me disponía a comer sonó el timbre que indicaba que debíamos volver a clases, tristemente guarde mi sándwich, me tome el jugo que había comprado y le entregue la lata de jugo que ahora estaba a temperatura media a yunus - gracias - yunus no tomo la lata solo palmeo mi espalda y me dijo - puedes quedártela, la compre para ti. Ten mas cuidado con faris, el... Aveces es... Un poco molesto - por alguna razón me dio tanta alegría saber que yunus se preocupaba por mi, era como si el conocernos de hace un dia no fuera real - esta bien, gracias - sentí que mi cara se ponía un poco roja asi que me dispuse a caminar lejos de ahí.
Al termino de clases yunus se encontraba en la puerta de mi salón esperando por mi - hola - dije un poco nervioso el coloco su brazo sobre mi hombro, era fácil para el pues era unos 8 cm. mas alto que yo - vámonos - me tense un poco cuando dijo eso pues no esperaba verlo después de clases tambien. - mi mamá no vendrá por mi asta dentro de media hora - volteo a verme cuando ya estábamos afuera de la escuela - podemos platicar en lo mientras -lo ultimo que quería era llegar a mi casa y que mis padres vieran el moretón que traía en el cuello, por que sabiendo como son ellos comenzarían a hacerme preguntas asta el amanecer - claro, ¿ de que quieres hablar ? - el sonrió y dijo - ¿ te parece si vamos por un helado ? - lo dude por unos segundos pues no quería estar en mi casa pero tampoco es que pudiera llegar tan tarde como el dia anterior que llegue 2 horas después por platicar con yunus - esta bien - al final acepte, pero me jure a mi mismo no tardarme mas de media hora.
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Hola ^^
Espero que no este tan aburrida la historia
Por favor dejen sus comentarios, me interesa saber que piensan sobre esta extraña historia.
No olviden votar ^^
:'v
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Después de la tormenta...
Romantizm¿Para el amor no hay edad? ¡No! En realidad te puedes enamorar a la edad que sea, pues tu edad no definirá tus sentimientos. Sacrificar mi felicidad por la persona equivocada ha sido sin duda el peor error que he cometido. ¡Lo único que quiero es s...