Adios Nueva York

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Es un domingo por la mañana el cual quiero aprovechar para dormir todo el santo y bendito día pero mi madre no opina lo mismo que yo

—¡EDELINE!

Me habla mi mamá delicadamente, mientras toca suave y gentilmente la puerta nótese mi sarcasmo

—Cinco minutos más por favor...

Dije aún adormilada, pegando mi cara a la almohada, gruñendo y pataleando

—Despierta, que se les hará tarde a ti y a tu hermano para que se vayan

—Ya te urge que los dejemos solos a ti y a papá verdad

—Cariño sabes que los amamos pero ya están suficientemente grandes para que se queden a vivir con nosotros, necesitamos privacidad, así que ahora levantese, bañese y arreglese señorita que su vuelo sale en cinco horas—me dice mientras escucho sus pasos alejarse, giro como un tronco sin darme cuenta que estaba en la orilla de la cama, caigo y reboto sobre mi trasero «ouch eso dolio» pienso mientras sobo mis asentaderas

Me levante aun con flojera, sentandome en la esquina de la cama mirando una de mis pantuflas de unicornios pensando en que había soñado hasta que entre en razón, camine hasta la puerta del baño y sin darme cuenta me pegue con la mesita de noche en mi dedo chiquito del pie

—¡Fuck!—grité «creo que hoy no será mi día»

Empecé a brincar sobre un pie y por poco me caigo, después de mi dolorosa experiencia me metí a bañar, al echarme el shampoo en la cabeza se chorrea con el agua y va directo hacia mi ojo, logró entrar la maldita gota y comencé a maldecir en voz baja, salí de la ducha, «esa palabra me da risa» pero bueno da igual, salí y decidí por ponerme una blusa color negro con un pantalón de mezclilla y mi chamarra favorita, con unos tenis grises ya que no había lavado los negros y me dedique a peinarme me hice una coleta despeinada, aplique mascara en las pestañas y gloss, me gusta ser sencilla no soy como las que se ponen todo su maquillaje caro en la cara, salgo de la habitación con mi maleta en la mano, cierro la puerta con llave. Me quiere entrar el sentimiento pero no llorare, bajo las escaleras hacia la sala, veo a mi hermano y a mis padres esperándome para partir hacia el aeropuerto.

—Listo, estoy preparada—les digo al bajar

Salimos de la casa sin haber dicho alguna sola palabra, era un silencio un tanto incomodo en el auto, me puse mis audífonos y me dedique a ver el camino hacia al aeropuerto, a mi lado estaba mi hermano tomándome de la mano, estaba asustada no quería irme pero era decisión de mis padres no mía, solo quiero decir adiós Nueva York, cierto mis amigos no eran en si mis amigos por eso no hubo despedidas, llegamos al aeropuerto e hicimos una despedida rápida, mi madre se soltó en llanto pero no había nada que hacer todo esta hecho.

*Vuelo 210 destino Ciudad de México favor de abordar puerta 15*

—México nos llama, adiós mamá te quiero—le digo mientras le doy un abrazo a ambos—cuídense mucho papá, los amo

—Cuida mucho a tu hermana Will confiamos en ti, tus tíos los recogerán en el aeropuerto al llegar, por favor no se separen y vean bien por donde van para que los recojan y no se vayan a perder, los amamos—Dice mi mamá mientras le acomoda la chamarra a Will

Caminamos hacia la puerta que nos tocaba y desde ahí fue la ultima vez que vi a mis padres, quería llorar pero no iba a hacerlo enfrente de mi hermano, no demuestro mucho mis sentimientos frente a las personas, pero al estúpido de mi hermano se le ocurre abrazarme y me solté en llanto.

Ya a punto de abordar mi hermano corre como niño pequeño

—¡WILL!—Y corro detrás de él

—Porque pediste la ventana, yo la quería

—Uno porque yo llegué primero—dice como contando con los dedos y como si tratara de recordar buenas razones mientras esta sentado—y dos yo soy el mayor pequeña

—Ash eso fue trampa, además solo por un año eso no cuenta

E infantil mente le enseñe la lengua mientras que fruncía el ceño y cruzaba los brazos al igual que una niña pequeña de cinco años enojada porque no le compraron el dulce que quería. Las azafatas dieron las indicaciones de seguridad y terminando despegamos, esto no era un adiós era un hasta luego.

Sentimientos ConfusosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora