Cincuetaidos • Ramen [Final parte 2]

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El techo... El techo sonaba tan fuerte como el palpitante corazón de Naruto. La puerta de la iglesia se abrió de repente con una ventisca de aire, y Hinata Hyūga no pudo hacer su triunfal y hermosa entrada porque la repentina lluvia comenzó a caer a penas salía del carro. Con su cabello azul decorado por algunas gotas que habían quedado prendidas, tomó a su padre con una sonrisa de lado a lado como si nada hubiera pasado y comenzó a caminar ante la mirada atónita de todos.

Lucía como una princesa de ensueño. El vestido tenía varios diamantes cristalinos incrustados en la ancha falda y su cintura. El maquillaje consistía en una sombra blanca que hacía resaltar sus ojos plata y su normal y precioso rubor.

Naruto... Naruto solo no podía dejar de creer que era tan afortunado. Que había sido un idiota y que no entendía por qué la vida le daba a alguien como ella. No solo hermosa, sino inteligente y luchadora. Una lágrima de pura felicidad escapó de sus orbes azules y se deslizó alrededor de su mejilla para caer firmemente en el suelo de madera.

Hinata lo observaba embelesada en una melodía continua de romance y felicidad. Sostenía la mano de su papá como lo más preciado del mundo.

La ceremonia fue rápida. Los dos le agradecieron a Dios por tanto que les había entregado. Por tener al mismísimo amor de su vida ahí a un lado y no a kilómetros de distancia como tal vez otras parejas lo estaban.

—Puedes besar a la novia.

Y todo fue tan efímero... A penas, Naruto probó los suaves labios de su amada, un rayo cayó tan fuerte, que la mayoría soltaron algunos gritos. La lluvia se hizo mucho más torrencial y el padre decidió dar la bendición rápido.

Los dos caminaban tomados de la mano por la alfombra, y a penas llegaron a la puerta, Hinata le apretó la mano.

—Ni pienses que nos vamos a ir así. —negó Naruto sabiendo las oscuras intenciones de Hinata.

—Y... ¿si te digo que esta vez invito yo el ramen? A parte, creí que yo era la sensata de la relación.

Naruto se lo planteó. No era mala la propuesta y después de todo su estómago rugía como nunca. Solo le faltaba eso para estar completo.

—¡Hinata! ¿¡Qué crees que vas a hacer, niña!? —escucharon la voz chillona de alguna tía y la chica se giró suspirando con pesadez.

Los asistentes la miraban expectantes, y Hinata lo único que hizo fue quitarse el par de tacones para tomar a Naruto de la mano y salir corriendo de allí como si fueran fugitivos.

Sakura y Sasuke comenzaron a reírse y todos quedaron pasmados a excepción de Neji que también tenía una sonrisa de medio lado. ¿Qué les sucedía a esa par de locos?

...

—¿Ya te he dicho cuánto te amo? —le preguntó Naruto.

—Muchas ve-... —pero Hinata se interrumpió cuando vio que su ahora esposo le hablaba al plato de ramen y no a ella.

—¿Ya te había dicho que eres un idiota?

Naruto levantó su vista del plato y se acercó a besarle la comisura de sus labios sin rastro de maquillaje gracias a la comida.

—El mayor de todos. Tú misma me lo demostraste. No entiendo como es que todavía me quieres a tu lado.

Hinata se acarició el cabello mojado y se cubrió mejor con el abrigo que Naruto le había dado, gracias a que el agua y la briza fría era la peor combinación para cualquiera y menos para ella que tenía un traje de novia.

Never Give Up ➳ NaruHina; TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora