En recuerdo de mi tía

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Vivía.

Vivía sin ganas, vivía viviendo.

El sol brillaba en el horizonte, en su mente solo había bruma, se sentó y el sol le acarició las mejillas, las personas caminaban muy por debajo de ella, se sentó y se descubrió mirando por encima de lo tejados, volaba y ella siempre estaría por encima de ellos.

Tan diminutos, sentimientos tan inconexos, se amaban, lloraban, reían, tenían una vida que ella observaba sentada, el agua corría tras ella, la arrastraba, y de repente ya no la sostenía nada, una vida sin fondo, un vaso sin agua, un plato vacío, un desierto sin arena, caía.

Y un día salto de la ventana.

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