Problemas en el Ministerio

Capitulo 1: Reaparición

Un hombre estaba caminando por un pasillo de Azkaban, llevaba un maletín y una capa de viaje. Era corpulento, aunque no gordo, de tés morena y una estatura media/alta. Algunos de los prisioneros le gritaban y escupian, otros, lo veían y se escondían lo más lejos de la reja posible. El hombre siguió caminando y se paró frente a una celda que estaba rodeada de varias vacías.

-Me dijeron que volviste a hablar- Dijo Josh mientras observaba a quien se hallaba en esa celda- Pensé que ya habrías muerto de vejez.
Era un anciano muy decrépito y flaco que balbuceaba, pero al escuchar la voz de Josh dejo de hacerlo. Se acercó a los barrotes y dijo
—Gracias, gracias por ponerme aquí- balbuseó y añadió— Aquí no podrá encontrarme.
—¿Encontrarte?¿Quién?— Preguntó Josh mientras de su maletín sacaba un ejemplar de El Profeta— ¿El sujeto que entró a robar a la bóveda de los Potter y no se llevó nada? No me hagas reír.

Josh estaba tratando de disimular que lo que decía era verdad, aunque no era así. De la bóveda de los Potter se habían llevado una cosa, una varita, pero no cualquier varita, era la de Lord Voldemort. Esto había mantenido el noche anterior al departamento de Aurors muy ocupado buscando al responsable, pero sin éxito, la ministro también había tenido problemas con El Profeta, ya que tenía que evitar a toda costa que revelaran está información.

—Tu periodicucho podrá engañar a muchos, pero a mí no— Dijo el Anciano mientras temblaba luego de leer el periódico.

Josh lo miraba estupefacto. No podía creer lo que escuchaba, mientras tanto el anciano comenzado a levantar su manga izquierda donde tenía la marca tenebrosa, que era diferente a la de la última vez, está vez estaba más brillante casi roja. Josh miro la marca, sabía muy bien lo que significaba que estuviera así, pero mantuvo la compostura.
—¿Já?¿Por qué me la muestras, tratas de persuadirme para que te saque?— Preguntó con un tono severo.
—No, para nada, aquí estoy demasiado bien para querer irme— Aseguró el anciano mientras volvía a acomodar su manga.
Quedaron de píe frente a frente observándose a través de los barrotes, y luego de dos minutos el anciano se dió vuelta quedó mirando la pared. Esto sirvió de disparador para que Josh se fuera de allí.
—¿Dijo algo coherente?—Preguntó el Auror que estaba de turno en la prisión.
—Algo así, mañana informaré al jefe— Dijo mientras miraba el traslador para volver a casa.
—¿Mañana?¿Por qué no hoy?— volvió a preguntar el guardia
—Tengo que ir a buscar a mi primo a King Kross, hoy vuelve de Hogwarts—
Cambiando su voz por una más alegre.
—¡Es verdad!—Dijo el guardia con tono de sorpresa— lo había olvidado.
—Bueno, nos vemos— Dijo Josh y luego tocó el traslador y desapareció.

Apareció en su departamento y miró la hora, faltaba media hora para que llegara el Expreso y la estación no estaba tan lejos. Aprovechó el tiempo para cambiar la túnica y el traje por ropa muggle. Cuando terminó de cambiarse faltaban 20 minutos, salió del departamento y camino en dirección a la estación. Al momento de llegar sólo faltaban unos minutos, entro en el andén y espero a que llegara el tren.
El tren estaba parando y los jóvenes se acercaban a las ventanas a saludar a sus parientes, Josh no vió a Kenny, su primo, hasta que se detuvo el tren y bajo de él.
—¡Ken!¡Aquí!—Le gritó Josh luego de que Kenny se despidiera de sus amigos, y se acerco a él.
—Josh!—Dijo Kenny y también se fue acercando.
Kenny era un joven de estatura media, con un cabello largo hasta los hombros, café obscuro y liso, era bastante flaco pero no excesivamente. Sus ojos eran un poco más obscuros que su cabello pero a la luz se veían más claros.
—Cuanto tiempo, ¿como te fue este año?— Preguntó Josh mientras tomaba el baúl de Kenny.
—Muy bien, el profesor de Defensa contra las artes oscuras nos enseñó a hacer el Patronus, y fuí el primero en conseguirlo corpóreo—Relato Kenny mientras salían del andén y de la estación.
—Asombroso, ¿Y se puede saber qué forma tiene?—Preguntó Josh mientras caminaban en dirección a la casa de su tía.
—¡Un caballo!— Respondió Kenny con entusiasmo— ¿Y tú? ¿Como va el trabajo?
Josh dió un largo suspiro y dijo:
—Hasta hoy estuvo bien, pero hay algo que me está preocupando.
—¿Sobre que?— Preguntó Kenny.
—¿Sabes para que Lord Voldemort utilizaba la marca tenebrosa?— pregunto Josh con un tono serio
—Era para identificar a sus seguidores, ¿no?—Dijo Kenny un poco asustado por la seriedad de su primo
—No sólo para eso, con ella también los llamaba. Hacia que brillara y ante ello debían acudir a su llamado.
—¿Cómo?
—Mira.
Josh subió su manga izquierda y le mostró a su primo un tatuaje. Estaba desgastado y parecía muy viejo. Era una pluma, al parecer de lechuza. También sacó su varita y miró a Kenny. Luego la puso sobre el tatuaje y este se llenó de color negro, como si estuviera recién hecho.
—Y así llamaba Voldemort a sus mortífagos— Dijo Josh mientras volvía a guardar la varita.
—¿Y tu a quien llamaste?— Pregunto Kenny con un tono de preocupación
—A Dionisio, mi lechuza— Dijo aún serio.
—¿Por eso tiene una pluma negra?—Preguntó Kenny ya más relajado.
—Veo que te fijaste en eso...—Josh se había impresionado por un momento, pero volvió a ponerse serio—Creo que salí del tema... ¿De que hablábamos?
—Tu preocupación.
—Si, si, un mortífago, su marca brillaba y eso no da muy buena espina. Sin contar lo del robo de la cámara de los Potter—Dijo Josh luego de un suspiro de exasperación.
Kenny se había detenido de golpe pero Josh seguía caminando y hablando.
—Aunque mi peor miedo es ridículo, después de tanto tiempo muerto es imposible que regrese— Josh se percató de que Kenny se había detenido, y el también lo hizo— ¿Qué pasá?
Kenny no respondía, en sus ojos café claro por la luz del sol abundaba el miedo y se limitó a levantar un dedo al aire y balbuceó algo. Josh miró al cielo donde apuntaba el asustado Kenny, había una espesa nube verde que formaba una calavera que de la boca expulsada una serpiente y formaban en el aire la marca tenebrosa.