CAPITULO CUATRO.
____ llego a casa de su madre, Tara estaba emocionada, ya hacía mucho tiempo que no veía a su abuela. Al otro día llego Max, ese día salieron al centro comercial, Tara se había quedado en casa. Hoy tendrían visitas…
-Oye ¿Quiénes irán de visita?-le preguntó Max.
-Lo más seguro es que sean sus amigas del poker
-Oh. Qué bien, tu madre es apostadora.
-tonta-rieron.
Pasaron la mañana en el centro, haciendo compras. Después subieron al carro de la madre ___, era un carro mustang, color amarillo pollito, algo ridículo en estos tiempos, último modelo antes. Llegaron a casa, bajaron las cosas del carro, y cuando ya iban a entrar a casa, __ paro a Max.
-¿Escuchas?-puso su oreja en la puerta.
-¿Quiénes son? ¡Espera! Conozco esa voz.- la miro nerviosa.
-¿Es él?- __ se había puesto muy nerviosa, pues del otro lado estaba el padre de su hija.
-tenemos que entrar, porque se va a venir un mega lluvía y esta nevando.
-no voy a entrar, voy a morir aquí.
-¡ay no inventes __! Es lo mas estúpido que he escuchado.
-voy a morir aquí. Ya te dije, congelada.
-Tenemos que entrar.
-no.
-sí.
-no.
-sí.
-Sí.
-sí.
-¡JA! Te engañe.- sonrió victoriosa Max.
{…}
Llegué a Doncaster, tome un taxi, y en el camino saque mi celular y empecé a ver las fotos, tenía con Eleanor, con los chicos y una con la niña del tren. Se parecía un poco a mí. Y recordé algo que me dijeron los chicos. “vimos una niña idéntica ti, podría ser tu hermana o tu hija…” pero yo no tengo hijas, y mi única novia ha sido Eleanor. Mejor me olvide de esas cosas.
Pague el taxi, estaba nevando, hacia muchísimo frío, saque las llaves de mi bolsillo y abrí. Ahí estaban las gemelas que cuando me vieron corrieron a abrazarme, y luego mi madre bajo, casi se le salían las lagrimas Lottie y Fezzie. La pasamos bien, comimos, Luego mi mama me dijo que iba a ir a jugar cartas con la señora Vega. ¿La señora vega? Claro la madre de __... ¿Cómo estará? Yo creo que bien nunca fue fea. Por algo fue “mi novia”. De repente me llegaron esas ganas de verla… ¿estará aquí? Es navidad lo más seguro es que sí. No pierdo nada con ir.
-¿Mamá, te puedo acompañar?
-me miro raro- pero van a ir puras mujeres.
-¡ay vamos!, hace mucho que no pasamos tiempo juntos. –si Louis, eso era…
-Está bien, pero no te metas en nuestra platicas de mujeres ¿entendido?
-Mamá, no tengo diez años.
Llegamos a la casa de la familia Vega, no sé porque pero estaba ansioso por verla, sí es que estaba. Su casa estaba cerca, nos fuimos caminando, al llegar, toque la puerta, y la madre de __ nos abrió. Nos sonrió y nos dejo pasar. Algunas veces me miraba raro, no le di importancia.
-Ah sido un gusto verla de nuevo. –le dije a la Sra. Vega.
-Igualmente. – me dijo amable.
-Jay, solo falta Tere, hay que esperarla.
-Claro, hijo porque no haces café.- asentí.
-Si me permite señora Vega, tengo unas bebidas que hacer.-le dije educadamente.
-con cuidado.
Termine de hacer los cafés, la señora Tere había llegado, les di los cafés y yo me quede en la sala haciendo nada, estaba viendo unas cosas en Twitter. Todo normal, las señoras no paraban de reír y de apostar… locas.
Después de unos diez minutos encendí la televisión, en lo que buscaba un canal, escuche voces de mujeres atrás de la puerta, primero no le di importancia, después se empezaron a pelear, fui a ver quiénes eran.
-Sí.
-sí
-sí.
-¿Louis? –dijeron al mismo tiempo.
-¿Max, __...? wow estás muy… muy…
-Congelada, aun lado- ni siquiera me miro a la cara, ni un hola.
Cuando __ entro dio una mirada a la casa, como buscando algo, y al parecer no había nada.
-Hola. –saludo a-las-apostadoras.
{…}
-¿Louis?-ok, esto no me lo esperaba,.
Y el muy idiota sé me queda viendo como si fuera un bicho raro. Pase, estaba muriendo de frio. Y me percate de que Tara estuviera ahí. Gracias a dios no, lo más seguro es que estaba dormida.
Salude a las amigas de mi madre, y sí, ahí estaba mi suegra y su estúpido hijo.
-Bueno Louis, hace mucho que no te veía.-trate de no sonar nerviosa.
-Digo lo mismo, has cambiado mucho, estas más linda…
-Bueno yo aquí sobro… ¿tienes dos libras? Es hora de apostar y ganar.- le di las dos libras y se fue, dejándome con el padre de mi hija, la cual podría bajar en cualquier momento.
-¿y qué has de hecho de tu vida?- me pregunta.
-Trabajo para mantener a mi … para mantenerme. –joder, casi se me sale- y tú no tienes que decírmelo ¿cumpliste tu sueño, no?
-Algo así. – me dio una de esas sonrisas, que hace mucho no veía y que me volvían completamente loca. Joder, esos labios, esos ojos, profundos que tenía, era un dios griego… alto ¿__ los sigues queriendo? ¿Quieres a ese patán?... sí, sí, lo amo. Desde hace unos cinco malditos años. Pero que decir, tendré que quedarme callada el tiene novia.
-¿y has salido con alguien desde que, bueno tu sabes…?- me pregunto algo nervioso, se le notaba.
-no. –nadie quería salir con alguien que tuviera una hija.
-¿por qué? No me hagas reír __ siempre tenias pretendientes en la universidad, no recuerdas mis celos…-rió.
-es difícil de explicar.
-tengo tiempo.
-no, prefiero quedarme callada.
-está bien y dime ¿Max sigue haciendo Derby?
-no, desde hace tres años que lo dejo. Se lastimaba mucho, tú sabes.-momento incomodo.
-Louis, ¿tú..tú estás saliendo con alguien?
-Sí, se llama Eleanor. Mira aquí tengo una foto.- eso dolió.
-Es linda ¿Y qué hace? Me refiero estudia ¿o algo?
-Sí, en Manchester.
-Ah que bien, te felicito, por todo, tu carrera, linda novia y por tus fans.
-Gracias __.- cada que me llamaba por mi nombre me derretía. Porque no le decía que teníamos una hermosa hija, que estaba allá arriba, tomando una siesta. Ah sí soy débil.
-Oye, ¿Qué te parece si mañana salimos?
-lo mire raro- ¿Cómo a donde?
-no sé, vamos a divertirnos, ¿aceptas?
-mmhmm… sí..
-Genial, paso por ti a las siete, no lleves dinero que yo invito todo.
