La Hija de Hades III (Olimpo y Campamento mestizo)

CAPÍTULO 1: Y SIGUEN LOS PROBLEMAS

-Isabel, por favor quitame mi maldición.-

-Isabel, escúchame ¿podemos yo y Hera quedarnos con Sedah?-

-Oye majestad, tienes que ir a el campamento mestizo hoy, hay que decidir y montar las grandes competiciones.-

-Mi cielo, ya nunca pasamos tiempo juntos, creo que tendríamos que tener mas tiempo,o que al menos las noches no nos sirvieran solo para dormir.-

¿Podéis adivinar de quien son cada una de estas frases? Pensaba que iba a ser reina del Olimpo y ahí acabaría todo, o por lo menos que sería fácil. Pero la verdades que apenas tengo tiempo para nada.

Solo han pasado dos semanas, y voy como loca por los pasillos del Olimpo, como un pollo sin cabeza. Ni siquiera he implantado más de dos leyes, tan solo dos decretos:

· Decreto olímpico número 64:Todo dios, podrá ver a sus hijos, mortales o no 11 meses al año, estos se pueden organizar como se quiera. Ninguna madre de semidiós, tendrá que ocultar su amor hacía el dios con el que ha tenido su hijo.

· Decreto olímpico número 65: Todos los dioses se ayudaran mutuamente.

En fin, aún no había revivido a Thalia, pues Zeus quería organizar una fiesta o algo así, no sé...

Sedah últimamente, estaba mucho con Hera y Zeus, no se por que pero a mi pequeña le encantan los rayos y los truenos, yo también los hago...

Pero en fin, hoy tenía que ir al campamento mestizo a visitar a Quirón y hacer cambios sobre la formación que recibían los semidioses. Y supongo que ya que estaba pues le quitaría la maldición a el sr.D, que me traía loca.

Me levanté de mi cama, Luke no estaba allí, pero no me extrañaba, ya era muy tarde y últimamente nunca podíamos estar juntos.

Me vestí rápidamente, a pesar de ser la diosa mas importante, no me había quitado mis pantalones negros y mis camisetas para usar ostentosos vestidos o que se yo.

Hoy llevaría algo especial, unos pantalones negros una camisa y una coraza, propia del campamento mestizo.

Me presentaría ante los semidioses como una profesora mas, que ahora sería para ellos.

Pretendía suplantar una nueva clase de las cosas que REALMENTE se necesitan para una batalla y para el mundo tanto olímpico como mundano.

Cosas tales como las criaturas, las que son inofensivas, las que no. Las que están bajo el mandato de Zeus, o las que están bajo las ordenes de Poseidón, o sobre mis ordenes y las de mi padre.

Cosas más teóricas pero a la vez necesarias.

Cuando fui hacía allí subida a lomos de Cerebero, Percy y Quirón me dieron la bienvenida. Hicimos la explicación a algunos novatos, e incluso a hijos de Semidioses que también eran aceptados, los no novatos también deberían tomar estas clases así que también asistieron a la explicación, mas el mentor de todos seguiría siendo Quirón.

Mas en ese momento solo vi a una chica, al final de todo el público, sola, sin ningún acompañante. Su cara me sonaba muchísimo, pero continué con la charla.

-Las clases se darán desde las 16:00 hasta las 19:00 con una pequeña pausa entre medio de 30 minutos, los jueves y los viernes. ¿Alguna pregunta en especial?-

Aquella chica levanto la mano. Debería de tener apenas doce o trece años.

-¿Como te llamas pequeña?-

-Quiero hacer una pregunta.-

-Yo te he hecho una antes.-

-Maria.-