Capítulo 5: La bandera

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Luke, Percy, Anabeth y yo nos escondimos en el bosque, subiéndonos a los arboles, para sorprender a los semidioses, yo, por orden de Anabeth, que por supuesto era quien más sabía de batallas, me escondí cerca de la bandera, así pues, el juego empezó, podía a ver a Luke desde donde estaba subida, oculto entre las ramas de un pino.

Oí como Quirón tocó el cuerno que representaba el inicio del juego, sonreí, hacía mucho tiempo que no me distraía tanto.

Escuche los gritos de la gente, vi moverse el agua del río, al sud, supuse que gracias a Percy, eramos cuatro, pero eramos fuertes, hicieron falta horas para que los semidioses alcanzarán a Luke, y unos veinte minutos más para que la primera semidiosa.

La bandera del otro equipo, la llevaba una de las semidiosas, Maria.

Cuando la chica se acercó a mi, me bajé del árbol, y allí comenzó la pelea:

-No me das miedo reina del Olimpo.-Dijo al verme

-Tu a mi tampoco, querida.-Dije sonriendo

La chica alzó su espada, miré mis manos para enseñarle que estaba desarmada y esta la soltó:

-Esta bien, lo haremos a tu manera.-

El poder de la chica brotó de sus manos, a la vez que brotó de las mías una enorme masa negra, el poder del río Leteo, aunque no hacía olvidar, hacía que tu mente tuviera miedo, sin embargo, la chica, uso un poder muy parecido, aquellas dos masas, se unieron y nos alcanzarn a ambas.

Vi una enorme humareda, nos habíamos sumido ambas en una pesadilla, ella me miró, y yo a ella, en medio de la nube y empecé a sentirme algo confusa, y atemorizada, agarré a la chica para evitar que le pasará lo mismo, aunque empezó a empalidecer, estaba viendo su peor pesadilla, yo lo había provocado.

No podíamos salir de allí, la nube de miedo nos había absorbido a ambas, la agarré del brazo a pesar de que ella se opuso, y entonces mis manos crearon la unica luz que podía vencer o al menos reducir la oscuridad, un enorme rayo.

Ambas cerramos los ojos a causa de la intensa luz, y cuando los abrí vi con claridad lo que Maria estaba viendo:

Era yo muriendo, y ella gritándome, sus cabellos se habían tornado rubios, como los de mi pequeña Sedah. ¿Que quería decir todo aquello? ¿Que estaba pasando?.

Miré su pesadilla, y entonces sin saber porque, me agache, agarré el rostro de la chica con ambas manos y le susurré:

-Pequeña, estoy aquí no tienes porque asustarte, no voy a morir.-

Sus cabellos, poco a poco se tornaron más rubios, y sus ojos más azules, el miedo me invadió a mi también pese a todo, tuve fuerzas para crear un rayo más, aquel, sí, hizo que aquella nube se borrara.

Cuando desperté, estaba tendida en el suelo, solo Percy y Anabeth estaban a mi alrededor, me senté con la cabeza tremendamente dolorida, recordé entonces lo que había visto, y pensé que tan solo había sido un horrible sueño producido por el poder de la chica que tal vez, fuera hija de Hades, mi padre, o de Perséfone, lo cual me parecía más posible.

Sin embargo, lo que había visto no era un sueño, cuando conseguí levantarme vi, a mi espalda, un cumulo de gente, que, supuse, rodeaban a la chica.

Percy y Anabeth, me preguntaron mil veces si estaba bien, pero no dije palabra, me acerqué a la multitud y me abrí paso entre ella, allí descansaba Maria, ahora con la mitad de su pelo negro y la otra mitad, rubio.

Luke la miraba, y al verme no me preguntó por mi salud sino estas fueron las palabras que pronunció:

-Es Sedah, o al menos la mitad de ella debe de serlo.-

-Eso es imposible.-

Quirón, que estaba a su lado dijo:

-No para la diosa de la fertilidad, Hera.-

-Esta muchacha no puede ser mi hija.-

-Y no lo es, su cuerpo no, pero su alma si.-

Poco después llegó un Sr.D muy alterado que se abrió paso entre la multitud, llegando así hasta la pequeña, se arrodilló ante ella y dijo:

-Oh cielos, ¿Que le has hecho a mi hija Isabel?-

-¿Tu hija?- Dijo Quirón.

Dionisio agachó la cabeza y dijo:

-A nadie le gusta ser hija del dios del vino, aunque tenga un gran poder.-

-¿Que poder tiene Maria?-

-Como yo, es capaz de controlar el miedo, ya que la bebida te confunde, te hace temer incluso a las cucarachas, ese es su gran poder.-

-No.-Dije convencida.-Si, es cierto que al principio me sentí confusa, pero ahí dentro había otro poder más grande, un poder del inframundo puesto que sino yo no podría haberlo controlado.-

-Mi hija no tiene tal poder.-

-Tal vez antes no lo tuviera, pero me temo que Hera ha jugado con ella.-

-¿Hera?-

-Le ha debido de implantar el alma de Sedah, Dionisio.-Dijo Quirón.

-Eso es terrible.-Dije yo.- Le ha implantado una identidad a alguien, y ahora la pobre Maria esta confundida, atrapada entre ambos poderes.-

-Por eso es mitad rubia.-Dijo Luke.-Ahí dentro esta mi hija.-

-¡Sacala entonces!.-Decía el Sr.D desesperado.

-No se como hacerlo.-Dije yo, sintiéndome más impotente que nunca.

-Hagamos una visita a Hera entonces.-Dijo él.

Asentí, Luke cogió a la chica en brazos y la llevó a la enfermera mientras el Sr.D, Quirón y yo, debatíamos y creábamos teorías sobre lo ocurrido.



La Hija de Hades III (Olimpo y Campamento mestizo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora