Royals [a/b/o l.s] (Traducción)

two.

NAO: Hello royals!

Por favor, no me maten con el final de este capítulo, lo que sucede es extremadamente necesario para el progreso de la historia.

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La mañana siguiente a la fiesta de compromiso, Harry fue convocado para una pequeña reunión en la oficina de su padre. Así que entró en la sala, encontró a sus padres y a los padres de Louis. Harry arqueó una ceja, pero no se extrañó, él sabía que tarde o temprano tendría aquella conversación con los padres de su elegido.

- Siéntate hijo, tenemos negocios que tratar. – su padre, el Rey Des, lo saludó.

Harry obedeció, sentándose en uno de los sillones del enorme escritorio. Él recibió una sonrisa amistosa de su madre y de la reina de Doncaster. Por su sentido alfa, podría decir que las dos estaban muy emocionadas y que si las dejasen, las dos podrían saltar alegremente por el aposento.

- Hijo, como tú ya sabes, tu mayoría de edad llegó y necesitas de una pareja para atarte y procrear. – el rey dijo, en un tono serio – Antes de que tú nacieras, el reino de Doncaster y el nuestro entró en un acuerdo, y precisa ser sellado contigo y con el príncipe Louis.

Harry oía atentamente.

- Mi hijo y tú fueron prometidos así que mi niño nació. – Mark, rey del condado de Doncaster, dijo – Y felizmente, parece que Louis y tú se gustan, eso no va a generar problemas futuros.

- Lo que nosotros queremos es que nuestros reinos prosperen unidos. – Anne se entrometió en la conversación. Ella era una omega y por la ley (y biología) ella no debería entrometerse en una conversación de alfas, sin embargo ella era reina y madre – Y sé que tú amas a Louis, desde cuando él era un bebé en brazos.

- Harry, querido, yo solo quiero lo mejor para mi hijo. – Fue el momento de hablar de la reina Jay – Y tú eres lo mejor para él. Mi bebé puede tener apenas dieciséis años, pero él fue educado así como yo para ser el omega perfecto para ti.

- En fin, lo que nosotros queremos decir, con toda esa pequeña charla, es que le propongas casamiento a Louis. – Des finalizó.

- No de esa manera. – Harry protestó.

Lo que hizo que las cuatro personas lo miraran en shock. Anne y Jay parecían que habían oído la peor blasfemia del mundo. Mark y Des encaraban al joven alfa como si preguntasen: ¿Cómo es que osas desobedecer a alfas superiores que tú?

- Déjenme explicar... - el menor suspiró – Mi madre tiene razón cuando dice que amo al príncipe Louis, pero no quiero que él piense que solo quiero casarme con él por negocios. – Harry rodó los ojos, y sus palabras hicieron que las mujeres de la sala suspiraran como las bobas apasionadas que eran.

- Harry, no tenemos tiempo para cortejos. – la voz dura de Des reinó en la habitación.

- Padre, tú cortejaste a mi madre antes de unirte a ella. ¿Por qué no puedo hacer lo mismo? – Harry retrucó – ¡Yo tengo ese derecho y Louis también! Él solo tiene 16 años, ¿y simplemente va a ser obligado a casarse sin más ni menos? No así.

- Los tiempos son otros, Harry. – la voz del rey de Cheshire era dura y áspera.

Harry ya iba a abrir la boca para protestar cuando su padre volvió a hablar:

- Señoras, me gustaría hablar con mi hijo a solas. – su tono era frío, pero imponente – Sin embargo, el rey Mark puede quedarse.

Las dos reinas se levantaron. Afligidas, Harry podía sentir. Pero como omegas que eran no desobedecieron una orden de un alfa. Las dos salieron y Harry bufó, irritado, y cruzando los brazos sobre su pecho.