Capítulo 2

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"Hasta que llega mi bella durmiente"

Katie se volteó instantáneamente al escuchar la ya conocida voz y no pudo esconder su sonrisa. Kirk se acercaba a ella. Llevaba puesta una camisa de cuadros con manga larga, unos jeans desgastados y los converse de Marvel Comics que ella le había regalado el año anterior para su cumpleaños. Se detuvo suavemente frente a ella, mirándola con sus ojos color avellana divertidos mientras colocaba en su lugar un mechón que el viento había movido hacia su cara cuando se bajó del carro. Se ve perfecto. Sostuvieron la mirada unos segundos y entonces Kirk tomó la mano de Katie, la subió a su boca, la besó gentilmente y le sonrió mientras volvía a mirarla a los ojos. "Buenos días, princesa."

"Oh, ¡por Dios! Consíganse una habitación." April interrumpió el hechizo que rodeaba a Kirk y a Katie y los miró de forma burlona. "Oh, bueno, siendo ustedes, un hotel completo." Cerró la puerta del auto y los miró a ambos. "Vomitaré unicornios multicolores si siguen con su acto de enamoraditos" dijo mientras sacaba la lengua, para justo después sonreír y caminar hacia la escuela.

"Ella nos adora" fue lo único que dijo Kirk cuando April no podía escucharlos.

"Di eso frente a ella y tal vez tendrás suficiente suerte como para mantener tus dientes intactos" le respondió Katie juguetonamente.

Kirk le sonrió y pellizcó su mejilla. "Eso es imposible, primor, soy irresistible."

Katie rió y lo tomó de la mano. "Eres un tonto."

"Y a ti te gustan los tontos"

"Eso no lo puedo negar" respondió Katie mientras caminaban hacia la escuela.

"Tampoco puedes negar que hay algo preocupándote." Kirk dejó de caminar y le haló levemente el brazo para que estuvieran justo al frente del otro. "Katie, ¿pasa algo? No, esa no es la pregunta. Sé que te pasa algo. La pregunta es, ¿qué?"

Katie volteó la cabeza hacia un lado, no pudiendo aguantar la mirada penetrante de Kirk por más tiempo. Él la conocía demasiado bien -tal vez más que ella misma. No podía dejar que descubriera sus sueños. Pensaría que estaba loca. O algo peor.

"Es que..." Dejó que su voz se arrastrara hasta ser un simple susurro mientras pensaba en alguna excusa que decir. Mírate, Katie. Detestas las mentiras y ahora estás aquí luchando por inventar una para que tu novio no te dé por loca. Aplausos para ti.

Kirk tomó su rostro entre sus manos y la miró directo a sus ojos. Katie sabía que cuando hacía eso ella no podía mentirle.

"Katie, sea lo que sea, yo puedo oírlo. No sólo como tu novio. Soy tu mejor amigo y estoy aquí para hacer mi papel."

"Es que es algo estúpido..."

"¿Tan estúpido como la vez en la que descubriste que no me gustaba la leche y lo gritaste a todo pulmón en el comedor?"

"Oh, vamos, eso fue en elemental..."

"¿O quizás como la vez en la que confundiste a mi gato con pájaro y casi lo tiras por la ventana?"

"En mi defensa puedo decir que tu gato es horrible."

Kirk fingió una cara dolida. "No puedo creer que hayas dicho eso de Peludo..."

"Sabes que es la verdad." Katie sonrió. "Además, eso pasó hace años."

"Bueno, puede ser, pero acabo de probar mi punto." Kirk volvió a mirarla seriamente. "¿Es tan estúpido lo que te pasa?"

Katie finalmente lo miró a la cara. "Tuve una pesadilla." Y era verdad. "Eso es todo." Ahí estaba el adorno.

El timbre sonó y Kirk apretó su mano levemente. "Vamos a nuestro salón. Podemos hablar sobre eso luego. Estoy seguro de que el examen de biología no va a estar nada fácil."

Eso le heló la sangre a Katie más que cualquier sueño.

Traicionando la Sangre (Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora