Desperté un 7 de septiembre en un hospital completamente desconocido para mi. Ademas de perdida, estaba aturdida porque lo ultimo que recordaba era haber tomado aquellas pastillas en el baño de mi habitación. Luego todo...era mas que borroso.
-Flash back-
Cuando mis ojos inspeccionaron a mayor profundidad el lugar pude ver a mi madre durmiendo en uno de los sillones, mi padre estaba a su lado, leyendo un libro de medicina.
-Papá...¿Dónde estamos?.-Mi boca se sentía seca y me costaba demasiado hablar. Mis piernas y brazos ardían por lo que llevé mis ojos hacia mis muñecas, descubriendo que a parte del tubo que me habían puesto había un par de vendas.
Oh, claro, me había cortado.
-Cariño, Dios...que bueno es verte despierta.-Mi padre casi dio un salto de su lugar para poder llegar con rapidez hasta mi. Yo estaba comenzando a enloquecer, sin poder responder mis propias preguntas. Mis ojos lo observaron desesperada por algo de información.
-¡Contestame! ¿Dónde diablos estamos?.-El grito que salió de mi boca hizo despertar a mi madre, quien me observó desde el sillón mientras una sonrisa calida se iba formando en sus labios. Parecía aliviada de verme despierta.-¿Y mi tía? ¿Niall y Liam?.-Seguí preguntando, mi padre solo apretó los labios.
-Creemos que es lo mejor.-Mi madre fue quien habló y frunci aun mas mi ceño, sin comprender del todo a que se refería con aquello.
-¿Qué creen que es lo mejor?.-Susurré.
-Estamos en Nueva York, cariño.-Papá fue quien habló ahora.-Te trajimos aquí porque queremos que te alejes de todo lo que te hace mal.
-Nadie me hace mal.
-¿Y entonces por que quisiste sucidarte? ¿Solo para llamar nuestra atención?.-Mamá se paró de su asiento, enfurecida. Apretaba sus manos, casi como si estuviera conteniéndose de golpearme.-¡Habla de una vez!.
-Cariño, tranquilízate.-Pidió mi padre a su mujer, girándose para poder verla. Ella soltó un grito, frustrada.
-¡Deja de intentar defenderla! ¡Intentó culparnos de su locura!.
-Que bueno que mi propia madre me trate de loca.-Sonreí con falsedad.-No sabía que ahora eras psicóloga, mamá. Te crees apta para diagnosticar algo que ni siquiera sabes si soy, ¿No es asÍ?.-Comenté.-Pues dejame decirte que para lo único que nunca fuiste apta es para ser madre. Nunca aprendiste ni aprenderás.-Sentencié observándola con la sonrisa falsa aun en mis labios. Ella aprecía haber sido golpeada en el estomago con fuerza. Claro, acababa de golpear su ego. Como ella podría ser mala en algo.
-Cierra la maldita boca.-Me señaló con su dedo y sonreí aun mas.
-¿O qué? ¿Me golpearás? ¿Me alejaras de las personas que realmente amo?.-Dije.-Oh, espera, eso ya lo hiciste.
-Hija, basta.-Mi padre me miro, severo.-Tienes que descansar. Llamaré al doctor para...
-¡No quiero estar aquí! ¡Estoy cansada de estar encerrada en malditos hospitales!.-Estaba furiosa, no queria pasar ni un solo segundos mas allí. No lo soportaba, necesitaba conseguir dinero e irme nuevamente a casa. Estar con mi tía, Niall, Liam...hasta soportaría a Harry diciendo que era una maldita enferma con tal de no estar a kilómetros de distancia.
-Pues lo tendrías que haber pensado antes de tomarte esas pastillas.-Comentó mi madre.-Oh, y quiero que sepas que luego de que salgas de aquí te irás a un centro de rehabilitación.-Siguió y sentí mis ojos aguarse. No podía hbalar enserio. No quería pasar por lo mismo otra vez, no quería que me obligaran a comer, que me dieran pastillas para dormir, que controlaran mi peso casi a diario, que revisaran mis cosas. Simplemente...no quería recuperarme porque estaba lo suficientemente perdida como para lograrlo o , al menos, esforzarme.
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El diario de ___ Thompson-Segunda Temporada
FanfictieSegunda temporada de El diario de ____ Thompson