El prometido

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El sol empezaba a salir anunciando un nuevo día, colándose por las ventanas alumbrando toda la casa, mientras, en la habitación, Karina y yo aun nos encontrábamos dormidos abrazados el uno al otro, cubiertos por una fina capa de sudor, ella por completa desnuda, con su cabello alborotado, descansando sobre mi pecho, mientras, rodeándola con los brazos, seguía unido a ella, daban cerca de las siete de la mañana el sol se había encendido aun más, lo cual, provocó que la iluminación me hiciera abrir los ojos lentamente, al sentir el cuerpo de mi amada, relajado, e inmóvil sobre mi, no hice mas que sonreír, acariciando su cabello peinándolo un poco intentando no despertarla, era como un sueño, del que ese mismo día, tendría que despertar, aun así, no pensaba en ello, solo quería estar con ella, disfrutar de su presencia, pensaba en esto cuando la sentí sobresaltarse, su cuerpo aun adormilado empezaba a moverse despacio, mientras sus ojos se topaban con los mios dando paso a que una sonrisa se dibujara en su rostro.

-buenos días, que tal dormirse-

-deberías saberlo, mi amado Estefan, después de todo, tu fuiste el principal actor en la que fue la mejor noche de mi vida-

-vamos no es para tanto, no creo ser tan bueno-

-pues creeme que lo fuiste, nunca sentí tanto placer en toda mi vida, y te lo agradezco-

-no hay de que agradecer, para mi también fue algo, mas allá de cualquier otra cosa que haya sentido-

Acariciaba su espalda por completo descubierta con la yema de mis dedos, haciendo pequeños círculos, recorriéndola toda.

-amor- me miraba tiernamente -no quiero alejarme de ti, quiero quedarme a tu lado, tengo algo de miedo, hoy regresa papa, y no aseguro el poder mantenerme distante-

-te entiendo, pero, hay que intentarlo si, prometo que no me alejaré mucho tiempo, solo si tu padre, los guardias o sirvientes  estuvieran cerca, ¿que dices?-

-esta bien, pero mas te vale no ignorarme bobo-

-tranquila, no lo haré, niñita-

Soltó una risa antes de levantarse, cubriendo su cuerpo perfectamente delineado, con una de las sabanas, antes de mirarme seria.

-así que una niñita ¿verdad?-

-tal vez-

-pues veamos si esta niñita, logra llevar a su hombre a la ducha-

Fue de camino al baño, dejando la sabana caer poco antes de entrar, solté una carcajada antes de levantarme y seguirla tal como ella quería, viéndola de pie en la ducha, esperándome.

###Karina###

Ya me había acostumbrado a estar tan pegada a el, las yemas de sus dedos me recorrían la espalda, tan suave, que me erizaban la piel con su tacto, fue entonces que recordé la llegada de mi padre, odiaba tener que matar aquel precioso momento, pero lo necesitaba, quería saber que haríamos respecto a eso, su idea no me agradaba del todo, aun así, sabia que era por nuestro bien, una vez que quedamos de acuerdo se me ocurrió podría provocarlo nuevamente, después de todo era mi novio, y quería aprovechar este momento, por lo que me levante tapándome con la sabana, para después retarlo a seguirme y como la cereza del pastel, dejar que esta cayera para que pueda verme desnuda un poco mas, tal como lo esperaba, al poco rato se unió a mi en el baño.

-sabia que vendrías, necesitaba a alguien que me jabone la espalda y tu también así que entra, no muerdo, aveces-

-cono desobedecer una orden de la jefa-

Sabia que le encantaba mi físico, mis caderas eran anchas, mis piernas firmes y delineadas, mi cintura era normal, y mis pechos, podía decir que eran grandes, siempre decían que mi rostro era de modelo, y sabia que eso me ayudaba, deje que se acercara a mi y abrazándolo del cuello mientras lo besaba lo halé hasta la ducha conmigo, el agua caliente pronto nos cubrió por completo, no quería que este momento acabara, me sentía tan protegida, segura y tan suya en ese momento que rogaba para que el reloj no avanzara más, mientras, el vapor de la ducha llenaba el cuarto de baño.

La protegida (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora