Un Demonio Puede Sobrevivir Al Cielo?

Connor, la niñita de la directora

Cuando por fin llego a mi habitación, las ganas de vomitar que me ha provocado la visión de eso a lo que llaman comida se han pasado. Saco la llave de  mi cuarto del bolsillo del pantalón la introduzco en la cerradura y entro.

Es una habitación con las paredes grises, un escritorio gris a la derecha, un armario empotrado al lado de la cama de montura metálica a la izquierda y una ventana que da vistas al paisaje gris de fuera.

Mis maletas están encima de la cama, y son lo único que le da algo de cambio de color a la habitación. Dejo la llave y el horario encima de la mesa, y abro una de  mis maletas desplegando sus dos partes encima de la colcha. Empiezo a apartar ropa y a buscar la cremallera que abre su compartimento secreto. Cuando la localizo y deslizo me sorprendo gratamente al encontrar en su interior el tacto frío del ordenador.

Sonrío y pienso: "máxima seguridad y no verían un cuchillo hasta que lo tienen clavado en la garganta". Saco el portátil y lo enciendo mientras voy sacando la ropa de la maleta y poniéndola en el armario. Cuando termino, el sistema operativo está a pleno rendimiento, así que bloqueo la puerta y me siento en la cama con el portátil encima.

Lo primero que hago es hakear el sistema de las cámaras, lo cual me resulta tan fácil como respirar, por lo que deduzco que el sistema es vulnerable. Una vez dentro me conecto con el sistema de almacenaje de la policía y empiezo a fijar las caras de mis compañeros grabadas por las cámaras, para sacar su historial de delincuencia. Mientras estos datos se recopilan, uso las imágenes de las cámaras y las cuadro con su posición para darme un plano del edificio, para luego buscar la señal que emite mi móvil.

Una vez localizado busco la forma más segura de llegar, y después de descartar varias opciones llego a la conclusión que lo más rápido es por el pasillo, así que saco la minitablet, programo un sistema de aviso por si me voy a cruzar con alguien y otro para tapar mi presencia en las cámaras, descargo el mapa, apago y escondo el portátil y salgo de la habitación. 

Empiezo a andar hacia la derecha, giro a la izquierda, izquierda, derecha, recto... y probablemente me haya inventando la mitad de mis indicaciones porque no tengo sentido de la orientación.

Cuando llego a la puerta indicada repaso el número de personas con las  que me he encontrado y sumo un total de cero.

Al abrir la puerta (forzar la cerradura) y encender la luz me encuentro en un almacén bastante amplio en el que no me entretengo. Voy a la estantería en la que dice móviles y empiezo a rebuscar hasta que encuentro el mío, así que salgo y me dirijo a mi habitación.

Una vez en ella pongo mi móvil a cargar y saco el portátil para revisar la información que he recopilado sobre los estudiantes.

Los cargos más importantes son afiliación a bandas terroristas, pero no de gran importancia, un par de asesinatos involuntarios, robos con armas, violaciones, peleas, trapicheos... No hay nada que llame especialmente mi atención, los delitos de mi "grupo de acogida" coinciden con lo que me han contado, por lo que sigo pasando y pasando hojas de información inservible hasta que llego a la última página y al último nombre, Connor, y me fijo en que su hoja de antecedentes penales está vacía, lo cual llama mi atención. "¿Qué hace esta chica aquí?" .

Voy a ponerme a investigar hasta que veo la hora: 00:13. "Mierda, se me ha pasado el tiempo". apago el ordenador, desconecto el móvil y los escondo juntos en hueco del colchón. Me pongo el pijama, apago la luz, me acuesto y me duermo.

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Cuando me despierto lo primero que hago es escuchar a mi alrededor, una vez segura de que hay nadie ni en mi habitación ni en los pasillos, me levanto. Me dirijo al armario y me cambio el pijama por un conjunto deportivo. Me pongo las playeras, cojo la llave y salgo de mi cuarto y del edificio para correr.