Llevo una semana buscándolo, he caminado por el mismo lugar y él no aparece. Será que mi mente lo imaginó? Pues parece tan real que asusta pensar en aquella perfección.
Se lo conté a un amiga y no ha parado de decirme que era sólo un sueño, pues es muy perfecto como para ser real.
Solía divagar en la idea de idealizar al joven que he de amar, aquel chico de año nuevo me impactó como nunca antes alguien lo había logrado.
-Hija hoy habrá una fiesta para presentar a los nuevos directivos y debemos asistir.
Estaba tan tranquila tirada en mi cama y sin ganas de abrir los ojos, pero para que debería yo ir? Que ganaría? Esas personas serán otras el año entrante, prefiero seguir pensando en él.
-Mamá veras que no estoy con ganas de salir
-Si te pasaste toda la semana caminando sin rumbo alguno, y no podrás salir hoy?
Demonios! Puso cara de ofendida y no tolero hacerle daño a mi madre. Ella gana.
-Está bien, yo iré pero debes entender si no quiero bailar con nadie.
-Nunca bailas con nadie.
Touche mamá, siempre tú tienes la razón, tengo dos pies hermosamente sincronizados que me provocan tropiezos en pleno baile!
-Vale, ahora veré que ponerme.
-Sabía que al final aceptarías, debes admitir que soy muy convincente. En la sala está un vestido que compre hoy para ti.
-Gracias mamá.
-Ahora bañate que ya te toca jajaja
-También te amo mamá.
Envuelta en la toalla y recién salida de la ducha, me dirijo a la sala.
Había una caja de esas donde vienen los vestidos para que no se maltraten.
Subí corriendo las escaleras porque no podía aguantar las ganas de ver como era el vestido.
Rojo vino, color perfecto. El vestido no era corto pero tampoco largo como una túnica, me gustó mucho.
Aunque no tenía ganas de ir, el vestido y mi mamá me animaron.
Me puse el vestido, los tacones, algo de maquillaje...y listo.
Extrañamente estaba feliz.
-Te dije que le quedaría hermoso.
-Estás bella hija.
-Gracias papá
Llegamos al lugar, entramos y nos sentamos en la mesa que llevaba nuestros apellidos.
Todos estaban muy elegantes y reconocí a la mayoría, pero dicen mis padres que los directivos este año no solían vivir con nosotros, son nuevos vecinos. Podrá ser familia de aquel chico?
No pude preguntarme más cosas, hubieron una gama de aplausos, la familia nueva (los nuevos directivos) se pararon y caminaron al estrado.
No podía creerlo, estaba él, vestido con un terno oscuro, camisa blanca y corbata...rojo vino? Mire a mi mamá y ella esquivó mi mirada.
-Buenas noches queridos nuevos vecinos, les saluda el nuevo jefe directivo del vecindario, me llamo Aluno y es un placer conocerlos, les presento a mi familia: mi querida esposa Dolussa y mi único hijo Nícolas. Espero hoy podamos gozar y disfrutar de esta bella noche, gracias.
Aplausos y aplausos continuaron, y yo en busca de la mirada de mi madre que no dejaba de ignorarme.
-Querida viste que la corbata de aquel joven es del mismo color que el vestido de nuestra hija?
Mi madre se quedó en un: se dieron cuenta.
-Verán, me encontré con la nueva vecina que estaba comparándole una corbata a su hijo y me dijo que su pequeño no conocía a muchas personas, entonces le dije que compraría un vestido del mismo color que la corbata de su hijo y de esa manera nuestros hijos podrían hablar esa noche. No pensé que su hijo sería aquel joven, me imaginaba que tendría 15 años.
No pude decir algo más, los directivos venían a nuestra mesa para presentarse.
-Buenas noches, soy Aluno, mi esposa Dolussa y mi hijo Nícolas.
Nos saludaron, su madre se sento al lado de la mía y como amigas del alma se pusieron a charlar; mi padre con el señor Aluno no dejaban de reír, se caían bien; Nícolas se acercó a la silla del lado, no podía ver su rostro, mi cabeza estaba girada.
-Hijo recuerdas lo que te conté del vestido y la corbata? Es aquella linda señorita la poseedora del vestido y como sabrás, tú de la corbata.
Giré, lo vi, él sobresaltó y me dijo:
-Eres la chica de aquella noche, verdad?
-Y tú el que me salvó.
-Hola soy Nícolas.
-Hola soy Valentina.
-Yo Sorano y él es Pressino un gusto saludarte, cuida a mi hermana. Espera, eres Nícolas, hola! Que bueno que estés aquí, hablamos luego iré a bailar.
Jajaja mis hermanos habían venido, ellos dijeron que preferían quedarse en casa. Pero como era que Sorano conocía a Nicolás?
Se fueron a bailar con algunas chicas que conocían y me dejaron sola con Nícolas.
-Tus hermanos?
-Si, conoces a Sorano?
-Ayer salí a correr y tu hermano estaba trotando, cuando vio a una chica besarse con un joven, pensé que estaba deprimido, pero se enfureció y se acercó a ellos, como estuve cerca me detuve y escuche que él terminó con la chica. Me acerque cuando la pareja se fue, y le dije que si quería podíamos correr juntos para que se aliviara un poco, eso hicimos y estuvimos hablando por un par de horas hasta que cada uno fue a su respectiva casa.
-Gracias por ayudarlo y también por lo de aquella noche.
- No hay de que.
-Chicos vayan a bailar
Esa propuesta vino de nuestras queridas madres.
-No soy buena bailando
Era la cruda verdad.
- No lo hago de maravilla, pero puedo apoyarte en eso, entonces, me permitirías bailar contigo?
-Si.
Bailamos y hablamos toda la noche, al finalizar la fiesta intercambiamos números con la idea de seguir en contacto.
-Cuidate mucho, hasta luego
-Jajaja tendré cuidado
-No me fío de eso jajaja
-Hasta luego
Me beso en el dorso de la mano y luego en la mejilla.
Será que el deseo de las 12 uvas era realidad?
O simplemente…será un sueño?
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Esto es...amor?
Fiksi RemajaAmar o no amar? Realmente ahí debe estar el problema, porque vivir sin amor dicen, es como no vivir. Mi nombre es Valentina, tengo 19 años, soy estudiante de comunicaciones y no he tenido enamorado, porque el amor simplemente no es relevante en mi...