(Not) Too perfect [YugBam/BamGyeom]

Perfection is an adjective.

ADVERTENCIAS

-Abuso escolar (violencia).

ACLARACIONES

-BamBam mide aprox. 1.70

-Es hijo único.

-Es menor que Yugyeom por meses.

Perfection is an adjetive.

"Feliz cumpleaños".

Sonríe al releer las palabras escritas en la tarjeta que le dejó su madre en la mesa y guarda el pequeño regalo en su mochila para después salir de casa sin pensar en absolutamente nada; y cuando llega a la parada lo recuerda de golpe y parece doler mucho.

Minho le tendrá un "lindo" regalo.

Mira por la ventana, su casa va quedando a lo lejos, casi como un viejo recuerdo que jamás volverá. ¿Cuánto tiempo va a seguir mintiendo? Pero, a pesar de las preguntas sin respuesta, sabe que lo seguirá aceptando en silencio esperando por que todo acabe por sí solo... si es que algún día llega a pasar.

—Llegaste, Kun—observa a Minho y abraza con más fuerza los libros que lleva.

—¿No puedes esperar... un poco más? —dice más para sí mismo, sin creer que todo eso empezará tan temprano. No quiere que pase, no hoy.

Hoy es un día especial. A pesar de que él no se sienta así.

—¿Esperar hasta la salida? —Minho ríe sarcástico y BamBam retrocede un poco más topando con la pared más próxima o al menos eso cree.

—Bam—ese apodo. Estúpido Yugyeom, ¿qué hace ahí? —, te está buscando el director—pero, agradece mentalmente al escuchar esas palabras salir de su boca.

Sin embargo, aún no puede sentirse tranquilo, no por él.

—No deberías de volver a hacerlo—susurra como no queriendo que la voz se le quiebre y falla en eso para después suspirar pesado cerrando los ojos por el cansancio de estar ahí. Va a ser un día muy largo. Aunque de eso ya está acostumbrado. —Minho no es tonto—sentencia.

Porque no le gusta encadena a alguien más a su desgracia, prefiere caminar solo por los pasillos mientras las miradas le señalan peor que el dedo índice, porque su obligación es aceptarlo en silencio y con el nudo en la garganta creciendo cada día más para llegar a casa y deshacerse del peso extra mientras los sollozos son cada vez más audibles y escondiéndose detrás de esa puerta que es la entrada a miles de pesadillas.

No quiere ver a Yugyeom lidiar con todo eso, que cada día se odie a sí mismo y no poder aguantar verse al espejo borrando su reflejo con un poco de lágrimas y una mano sobre su pecho tratando de calmar los latidos de miedo.

—No te preocupes por mí—escucha del rubio. Entonces voltea y el golpe es igual de duro que en la mañana: su sonrisa es demasiado bonita, perfecta, en ese momento de debilidad. —¿Vienes?

Ha tratado de deshacerse demasiadas veces de él, pero el alto sigue aferrado a su lado.

Pero esa invitación es tentadora a pesar de que sólo tiene un sentido: el de entrar al salón de clases, sin apuros ni presiones. Sólo que, ¿por qué desea tanto que eso esa otra esperanza materializada en una persona?