Capítulo 12

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       Esa noche más de uno se mantuvo pensando y reflexionando. Drew sentía que cierta rubia se le había instalado en la mente desde el segundo uno en que la visualizó y quiso acercarse pero ante la negativa de la chica, se obligó a retirarse y dejarla a solas con los evidentes demonios que la atormentaban, con esa simple sensación se había ido a tratar de dormir el de cabello celeste.

       Por el otro lado, Carlos desde que había abandonado la habitación de ese ático aquella mañana, el nombre de Roger Martin se reproducía en el fondo de su cabeza, no podía creer que el muy imbécil volviera a aparecer en su círculo y sus menciones. Había permanecido todo el día con la cabeza ocupada en eso, sus compañeros notaban el cambio, que estaba medio distante y aislado, su comida la tocó por encima y sus asignaciones del día las había llevado a cabo a duras penas. Cuando se metió a su cuarto en la noche, duró unas horas para dormirse pues se la pasó investigando cosas sobre Roger y planeando mil formas de asesinarlo o de encontrarlo y ponerle la mano encima. Con ese solo pensamiento terminó de cerrar los ojos para dejarse acoger por el sueño.

***

       En cuanto al tan nombrado Roger Martin, el mismo no se creía que los cuatro chicos a los que les asignó la tarea de ingresar en la casa de la jefa ateniense habían sido abatidos todos juntos y que Ophelia había salido airosa del enfrentamiento, para él ahí olía a gato encerrado y debía de mandar a alguien a investigar qué sucedió con dicha chica, él sospechaba que Androutsopoulos y su grupo tenían algo que ver.

       —Juliane, busca todos los datos que puedas conseguir sobre el cuartel Bloobrig con su jefa y su equipo, también una visión detallada acerca de la rubia Ophelia Evans, si es posible, que tu contacto de los norteños te colabore con algo —el hombre con blancos cabellos a los lados de su calva se dirigió hacia una mujer de pelo gris y curvas pronunciadas —, y en cuanto tengas todo, venme a buscar.

       —Haré lo que pueda, jefe, pero generalmente ellos usan programas de encriptación muy avanzados.

       —Haz lo necesario, no te dejes intimidar por sus habilidades, nosotros somos mejores.

       Le sonrió y esta le correspondió el gesto no muy segura, pero era su jefe, no podía tampoco cuestionarlo, por lo que se metió en su computadora a descifrar y decodificar la información disponible en el amplio universo de la internet.

***

       Volviendo a los atenienses, la gran mayoría estaba despierto en esa casa y una gran parte también había desayunado o se había tomado su dosis diaria de cafeína, energía o proteína según cómo lo vieran. Ethan Dubois se hallaba desde altas horas de la madrugada terminando de reunir los últimos datos acerca de las dos chicas que habían salvado el día que encontraron a Selena en aquella mugrienta celda y estaba finiquitando detalles del informe que estaba rápidamente tecleando para terminárselo de entregar y explicar a su jefa, así que se le veía una buena cara de trasnochado, se había esforzado por indagar hasta en el último punto del más pequeño foro existente, no se podría quejar, ninguno de los dos, el pelirrojo poseía en sus manos información demasiado valiosa y estaba casi seguro de que Stef lo recompensaría de una u otra manera (o eso esperaba).

       Tal vez muchos lo llamarían interesado pero en varias ocasiones había estado a punto de ser descubierto o de que su vida corriera peligro y apenas estaba en el equipo de Estefanía unos días, todavía no tenía la suficiente confianza con ella, de lo que, al parecer, Tobías opinaba distinto, por lo que no tenía por qué dudar de este desde el principio.

       Pasadas unas horas más, los rayos del sol hicieron acto de presencia en las ventanas de la habitación de Dubois pero él seguía más imperturbable que nunca redactando ese informe como si le fuera la vida en ello, en añadidura, en los últimos tres días había sido capaz también de interrogar a las dos chicas para hacer más acertada y completa la investigación, tal y como Stef le había sugerido que podía hacer y había llegado a varias conclusiones importantes de las que comentaría en cuanto fuera el momento.

Lealtad por SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora