Para los lectores que no leyeron la nota anterior, este capítulo es la completación del anterior, por lo tano seguirá el mismo curso de la misma y partirá desde el mismo punto. Ahora sí vuelvan a la lectura
15 de marzo de 2014
14 años de Ambar
Escucho a mi padre dar órdenes por el intercomunicador a las demás patrullas mientras termino mi tarea de geometría básica en el copiloto del auto estacionado frente a esa pequeña cafetería familiar pero exclusiva que abrieron frente al parque donde suelo hacer cardio los fines de semana, lo miro ladrar órdenes mientras me mantengo cautiva en su auto, se suponía que me iba a llevar a mi practica de gimnasia en la tarde y ahora estoy atrapada aquí por un robo en progreso con posibles rehenes dentro de la cafetería, a mi profesora esto no le va a gustar, bien podría haberme ido hace ya rato caminando, el estudio no queda muy lejos pero papá insiste en que me quede, escucho mi teléfono sonar y él me mira para que atienda, últimamente se está volviendo algo asfixiante conmigo.
- ¿Hable? – pregunto guardando el libro en mi mochila púrpura con varias chapas de distintas bandas que me gustan y saco el cuaderno de literatura para distraerme antes de que esto continúe.
- ¿Piensas venir hoy? – escucho la voz agitada de Gwen y supongo que ella ya debe estar en el estudio de gimnasia siendo amenazada con la profesora para que haga todo perfecto como a ella le gusta que sean las cosas, a Gwen aún le falta soltarse un poco más en la gimnasia pero del resto le va muy bien.
- Se supone que papá debía llevarme, pero ahora estamos atrapados en un 10-58 (Robo) en progreso – murmuro utilizando unos códigos que empezamos a usar hace poco con Bruno, mi padre, mi tío Thomas y mi tía Gabriela.
- Entiendo... Entonces tendré que aguantar a la señorita Arts mientras tú llegas – le mando suerte y cuelgo mirando mal a mi papá.
- Sí me sacan de la competencia será tu culpa – mascullo molesta y comienzo con la tarea de Literatura, escucho jaleo y levanto la mirada al rato viendo como un hombre con un pasamontañas sale arrastrando a un par de chicas llorosas que tienen una gran cantidad de C4 atado con cinta en sus cinturas y el hombre parece tener un detonador entre sus manos, miro a mi padre y él a mí, cierro el libro de golpe y él me tiende mi pistola, me la quito porque amenace a un profesor en el colegio, no es mi culpa que me haya sacado de quicio, veo al hombre gritar aún con el detonador entre sus manos.
- Me voy a ir, y no quiero que ningún jodido policía me siga o haré que esté par exploté junto con la tienda – grita y escucho el llanto de las niñas, veo a mi padre hacerme seña para que vaya apuntando con discreción, confía en mí lo suficiente para creer que no la voy a cagar, veo como sus manos me indican por detrás de su espalda que me tome mi tiempo y apunto al hombre discretamente, las chicas me vislumbran apuntando y abren los ojos aterrorizadas pero sólo me enfoco en el hombre, no la cagues Ambar, no la cagues, veo como el suelta a las chicas para darse a la fuga pero disparo, escucho su grito cuando la bala atraviesa por debajo de sus costillas pero estoy segura que no perforó ningún órgano vital, veo como lo aprenden y varios hombres se encargan de desactivar la bomba de C4 de las niñas por medio del detonador, bajo el arma lento orgullosa de mi buena puntería y siento a mi padre apretar mi hombro orgulloso también - Maldita niña – lo escucho gritar soltándose de los hombres y acercándose a mí, veo a varios apuntarle y mi padre gritarle que no se acerque, escucho sus maldiciones y me recuerda a Layla, levanto el arma de nuevo y sin cortarme le disparo primero en el hombro esperando que retroceda, pero sigue avanzando y maldiciéndome, veo a mi padre apuntar pero mi arma es la que se vuelve a disparar, veo como el hombre cae luego de hacer una mueca de dolor y veo el punto donde dio la bala, el pecho, justo en el corazón, justo en el blanco, bajo la mirada y miro mis manos y el arma en la mano derecha.
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Cambio Radical
AcciónAdvertencia, no me hago cargo de que adoren esta historia o que quieran asesinarme por los muchos giros que da la misma, ustedes leerán esta historia bajo su propio riesgo de quedar asombrados, furiosos, confundidos, enamorados, odiando a algunos pe...