Lo malo no es caer, es no volver a levantarse.

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-¡Ushiwaka!

En cuanto llegaron al gimnasio y vio al protagonista de sus pensamientos, Tōru se acercó a saludarlo con la energía y el aire de grandeza de siempre, aunque su corazón no podía ser tan gran actor después de lo que acababa de concluir y comenzó a latir fuertemente.

Grande fue la sorpresa del castaño, al ver que Wakatoshi le ignoró casi completamente hasta que le vio junto a él.

-Oh, Oikawa...

-¡Con energía! Oikawa Tōru está de visita- se burló.

"¿Qué es esto que azota mi pecho? ¿Porqué me ignora? "

-Oh... Buen día.

-Que frío~- rió -¿No me vas a decir tu frase? -le sonrió.

Una vez más, fue ignorado, junto con su provocación, haciendo que su pecho doliera.

-Ganaremos.

-Eso digo yo. Definitivamente te ganaremos.

-¡Oikawa! -escuchó un grito detrás de él, el pelinegro le apuraba mientras se dirigía a él- Ven aquí idiota, hay que calentar.

-Iwa-chan malo- se quejó haciendo un puchero, sin dejar pasar desapercibido el fruncimiento del ceño del del equipo contrario- nos vemos en la cancha- sonrió, sintiendo su corazón desquebrajarse un poco.

Pero no se rendiría, él era Tooru Oikawa y haría todo lo que estuviera en sus manos para conseguir lo que quería.

Tanto una explicación, como el corazón del as de Shiratorizawa.

.

.

.

.

-¡Oikawa, pásala!

-¡Vale!

El balón se dirigió hacia Iwaizumi, quien hizo una finta, logrando así, acercarse al puntaje de Shiratorizawa.

Pases, remates, bloqueos, el Aoba Johsai hacia de todo por ganar, sin embargo, los de uniforme morado no les daban tiempo ni para respirar.

El ambiente se tornó oscuro alrededor de los del uniforme turquesa después de que les superarán por cinco puntos.

Cuando se dieron cuenta, los del Shiratorizawa les habían ganado por más de diez puntos.

El Aoba Johsai estaba casi muerto de cansancio, con el ánimo por los suelos, e igualmente, Oikawa se sentía terrible.

Ni una sola vez aquél jugador le miró, aunque en realidad eso le había molestado, el mayor dolor fue que al terminar el partido, Ushijima le dio la espalda sin decir nada.

Veía todo a cámara lenta, se sentía perdido, confundido, no podía creerlo.

El equipo de Aoba Johsai se retiró aquel día con la cabeza gacha.

Y Oikawa Tōru, con el corazón hecho trizas.

Oikawa, ven a Shiratorizawa [UshiOi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora