Camino de un lado a otro de la habitación, nerviosa, me muerdo las uñas o al menos lo que quedan de ellas y Chase me mira preocupado desde mi cama, se ha quedado conmigo desde que mi tío se marchó con mi tía y mi prima de compras
— Verano me estás poniendo nervioso a mí también — se levanta y me frena
— Lo siento es que no puedo dejar de pensar en lo que pasará si consigue mi custodia, me separará de aquí, de las chicas, de Nate, de mis idiotas y de ti — los ojos se me llenan de lágrimas pero las contengo
— Seguro que conseguimos solucionarlo — me abraza y apoyo la cabeza en su hombro aspirando su aroma que de alguna forma me tranquiliza — ¿puede hacerte una pregunta?
— La acabas de hacer pero si, dispara
— ¿Por que no te llevas bien con tu padre? — me separo de él y me siento en la cama, doy un par de palmaditas a mi lado para que se siente, me siento como una abuela que va a contar una historia a sus nietos
— Veras hace casi tres o cuatro años, mi padre decidió empezar a tomar drogas y cosas de esas, mi madre le pillo un día y se puso tan triste que aún recuerdo cómo estuvo llorando toda la tarde, de repente un día ya no estaba, se fue sin más, desapareció de nuestras vidas como desaparece un grano de una cara, cada vez que le preguntaba a mi madre por el ella se limitaba a cambiar de tema o simplemente me ignoraba, me sentó mal pero lo peor vino un año después, mi madre empezó a ir por el mismo camino que mi padre: drogas, alcohol. — suspiro — el problema es que ella tuvo la mala suerte de sufrir un accidente. A mí se me junto más bien todo: la ruptura con Ryder, el trabajo, el instituto, al final no tenía ni tiempo para dormir. Y bueno el resto ya lo sabes.
— ¿Y alguna vez has valorado la posibilidad de hablar con tu padre y así escuchar las dos versiones de la historia? — Chase mira al suelo y yo niego con la cabeza.
— Ese hombre no se merece mi tiempo, nos abandono sin dar explicaciones, ni siquiera tuvo la decencia de ir al funeral de mi madre, y además creo que cuatro años ya han sido más que suficientes para dar explicaciones.
— No me voy a meter, tan solo quiero que valores esa posibilidad — me besa la frente y yo sonrío.
— Me apetece helado — suelto al aire y el ríe.
— Pues a por helado vamos — nos levantamos y salimos de casa.
— Un helado de chocolate y vainilla — le entregó la carta a la camarera y ella sonríe apuntando en su pequeña libreta.
— Para mi uno de fresa — Chase también le entrega la carta y la chica se marcha.
— No puedo creer que en unas semanas ya sea Navidad — suspiro y miro por el cristal como las calles están ya iluminadas por cientos de luces navideñas.
— Summer llevamos poco saliendo formalmente pero yo...a mí...o sea me refiero — resopla y yo sonrío — ¿quieres tener una cita conmigo?
— Pues claro que si — le beso y él carraspeo de la camarera nos interrumpe.
— Lo siento, no quería estropear vuestro beso — la chica sonríe incomoda y yo la sonrío
— No pasa nada — la chica suspira y deja los helados en la mesa.
La tarde se me pasa volando y cuando llego a casa me meto directamente en la cama, lo ultimo que me apetece ahora es que Stacy me este recordando lo mucho que está triunfando con sus estudios. Argh, no sabéis como me saca de quicio.
— Summer — alguien me mueve pero la pereza me hace no moverme.
— Pero será vaga — exclama una segunda voz.
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Prometo Cambiarte [#T1]
Teen FictionSummer ya está harta de su vida, su madre todo el día borracha y con hombres, ella trabajando como una loca para poder pagar las facturas y llega un punto en el que no tiene tiempo ni de dormir entre el instituto y el trabajo, pero todo cambia una t...