-...Ana...
-....Ana!Era la voz de una chica, no se le escuchaba muy bien, pero claramente se sabía a quién llamaba.
-¡QUE TE DESPIERTES YA!
Mis ojos se abrieron del susto que me había dado, miré a mi alrededor, sorprendido y vi de repente una cara familiar.
-Por dios, hermana... Que llegas tarde al colegio...
Era la hermana de Ana, Cecilia. Yo, shockeado, le pregunté rápidamente:
-Pero, ¿qué haces aquí, Cecilia?
-Ana, ¿tienes fiebre? ¡QUE SOY TU HERMANA!... Cómo que qué hago aqui...La chica salió de la habitación. Yo no me estaba enterando muy bien de lo que pasaba, pero desde que me desperté notaba algo pesado en el pecho. Lo toqué... Y sentí algo como una bola de baloncesto. Me asusté, la verdad, y me fui corriendi hacia el espejo de la habitación, me miré a mí mismo... Era el rostro de la chica que me gustaba... Ana.
-¿QUEEEEEE?