INFERNUM (sasusaku)

CHAPTER 17 (ADELANTO)

POV SASUKE

"Mi cuerpo se encontraba inmóvil en aquel lugar extraño pero conocido para mí, era como si ya lo hubiera visto antes solo que no recordaba cuando y porqué. Era el fin de la humanidad, las brasas de las llamas gobernaban en todo el mundo, su cielo antes azul, se volvió rojo, rojo sangre, los demonios volaban por los cielos en busca de víctimas y en ella una niña pequeña, inmóvil por el miedo y lágrimas brotaban de aquellos ojos grandes, que alguna vez estuvieron llenos de alegrías. La niña, tumbada en la tierra mugrienta llena de cadáveres sin cuello, alguna pierna o en su totalidad secos de sangre, masa de carne sin color y posiciones imposibles de creer; la niña miraba a un par de cuerpos –posiblemente de sus padres- llenos de rasgaduras y drenados de sangre, los demonios miraban a la niña desde las alturas, apresurados volando en pique llegaron a ella y la levantaron por los cielos, sosteniéndola y succionando su sangre, desgarrando su carne y sus huesos chupando, mientras que yo contemplaba todo desde mi trono."

Desperté de ese sueño jadeante, sudoroso y con cierto pánico, pánico a que esa realidad se viera cerca, por primera vez tenía miedo en mí eterna vida. Me levante de aquellas sabanas llenas de sudor y me dispuse a tomar aire, el pecho me comprimía y me asfixiaba el recuerdo de aquel sueño. El cielo de mi imperio, de mi jaula, de mi castigo, mi condena, estaba como siempre pero en encontré calma en la luna roja que me miraba fijamente esperando a que la admirara. Mis recuerdos de antaño me rondaban y torturaban en lo más oscuro de mis pensamientos, necesitaba sacarlos de alguna forma, necesitaba amar de nuevo ese tortuoso dolor. Mí llegada a "mi palacio" de lava, azufre, dolor, agonía, almas en desesperación eterna... era joven y estúpido en esos tiempos, muy estúpido; convertirme en demonio fue lo más doloroso que me haya pasado, mis huesos rompiéndose, cuernos creciendo de mi cráneo, alas saliendo de mi espalda en un doloroso sonido de hueso y carne abriendo paso a mis alas de demonio, el proceso fue cruel y doloroso...