¿Saben por qué es tan hermoso enamorarse?
Porque sientes todo. Sientes como alguien que es distinto a ti... Te protege como si tú fueras su vida, y siente tan bien. Porque tú también harías lo mismo, lo protegerías como él lo hace.
Sientes que cuando lo ves liberas tantas emociones. Sientes una felicidad tan grande...
Te sientes tan completa, porque él es tu complemento, es a él quien necesitas para toda vida.
Te sientes fuerte a su lado, sientes una seguridad tan inmensa cuando te envuelve en sus brazos... Que cuando llega el momento de decir adiós y tener que esperar para volver a verlo. Sientes un vacío tan grande... Pero tienes la esperanza de verlo mañana, que al final ignoras esas emociones malas. Llegas acostarte en tu cama y le mandas el mensaje que él tanto espera: "llegue bien", "te extraño..."
Y cuando hablas de él... Sientes que tu pecho no resistirá tanta felicidad, te vas al mundo perfecto de su amor. Un mundo que nadie entiende, porque hay que vivirlo para saber que es realmente estar enamorado. Y es ahí cuando te das cuenta que no es ser cursi, es amar tanto a una persona que quieres que lo sepa, que lo note... Que si llega a pasar cualquier cosa, que él sepa cuánto lo amas.
Y yo creo que él esta claro de cuanto lo amo.
Aunque él este al frente mio y yo tenga lágrimas corriendo por mis mejillas...
Siento esta horrible punzada en el pecho, siento que quererlo esta mal, siento que tenerlo en mi cabeza son mis más temibles pesadillas...
-¿Por qué tardaste tanto?- escuchar su voz es como si pequeñas agujas atravesarán todo mi cuerpo. Mis ojos me traicionan y no logro controlar mis lágrimas
Siento como todo mi pecho se inyecta la culpabilidad de mi horrible orgullo, creyendo que hacia lo correcto... Aunque salga ahogándome en mis lágrimas, aunque aparezcan mis pesadillas en las noche. Donde mi consuelo es susurrar su nombre por las noches... Mirando la brillante luna, y rogar que este bien.
-Si... Si te digo eso ahora... Serian como escusas...- dije, tratando que mis horribles sollozos no salieran. Acostumbrada a llorar en la oscuridad de mi habitación.
-Necesito escucharlas...- cerré los ojos y nuevas lágrimas amenazan con salir. Tan solo eso me queda... quedar con un corazón roto y un gran arrepentimiento.
-Cuando...- trataba de decir sin que mi voz me traicionara. Suspire fuertemente y bote el aire lentamente, cierro los ojos y me dedico a decir mis tontas razones -Cuando me dijiste eso... Me sentí tan traicionada...- dije sin evitar soltar un gruñido de rabia -Venia con tantos problemas de mi casa, ya traicionada, ya botada por mis padres... Que cuando tú me dijiste eso... Sentí tanta rabia, sentí que se me caía mi mundo... Que tú... Que te perdía. Y lo sé... Fui tonta e impulsiva, y hasta ahora eso me sigue... Me sigue la culpa...- mantenía mis ojos cerrados para evitar que nuevas lágrimas sigan cayendo - No te imaginas cuanto llore ese tiempo, cuanto me insultaba por lo tonta que fui, por no poder con mi orgullo... Tenia tanto miedo, tanto miedo a que me dijeras que ya no me amabas, que ya me olvidaste...- levante la cabeza y fije mis ojos en los de él - Y cuando pude combatir mis miedos... Ya te había perdido. Ya fue tarde.- solté todas las lágrimas contenidas, esas lágrimas que solo eran por un odio propio.
Es tan hermoso amar, estar enamorado... Pero si das un paso mal, tu caída sera de tal grado... Que creerás que levantarse ya no tiene sentido.
Amar es darlo todo... y arriesgarse a perder más que eso.
