Butterflies

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Este OS no es mío, lo encontré en una página de FB {Larry Real} y me encanto asi que quise compartirlo con ustedes, es una traducción hecha por "flowercrown lou" (del foro OWN), el original es en inglés y hecho por: "Larry_Klaine_Stylinson".

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Sumario:
Harry tienes seis y Louis ocho, y Louis tiene TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad). Muchos niños abusan de él, pero no Harry.

~·~

Louis Tomlinson tenía ocho años, y Harry Styles tenía seis. Los dos estaban en segundo grado, como sea. Louis había sido retrasado un año. No era porque fuese tonto, no, porque él no lo era. Su cerebro solo no trabajaba como el cerebro de los otros niños lo hacía. Al menos, eso es lo que su mami le había dicho. Harry había logrado adelantarse un año porque era realmente inteligente. Louis pensaba que eso era muy genial. Él nunca había hablado con Harry, sin embargo, porque era bastante tímido, y Harry era extra inteligente, así que probable de todos modos a Harry no le agradaría.

Pero a él le gustaba mirar a Harry. Era grande para su edad. Casi del mismo tamaño que Louis, y eso hacía a Louis reír tontamente a veces, porque se suponía que Harry debería ser más pequeño. Él tenía el cabello súper rizado y de color marrón, y a veces Louis se preguntaba cómo sería tocarlo, porque lucía bastante suave, y suponía que se sentiría bien. Tenía unos grandes hoyuelos cuando sonreía, lo que parecía hacer un montón durante la escuela. Louis desearía sonreír más en la escuela, pero los niños en su clase eran malos con él, y no tenía nadie con quien jugar en el recreo, así que era bastante difícil sonreír. Los ojos de Harry eran verde brillante y destellaban cuando el sol brillaba a través de la ventana, y Louis creía que era hermoso.

Louis se preguntaba que quizá si pudiese prestarle tanta atención a las clases como le prestaba a Harry Styles quizá obtendría mejores calificaciones y lograría adelantarse hasta cuarto grado el año siguiente, a donde pertenecía, pero cada vez que trataba, perdía el enfoque. No era que no le gustase aprender. Le encantaba. Pero su mami le había explicado que tenía algo llamado TDAH o algo así, y eso aparentemente hacía que le fuese más difícil prestar atención a las cosas. Él no estaba seguro de cuán cierto era eso, porque prestarle atención a Harry le resultaba muy sencillo.
Un día en el recreo, vio a algunos niños jugando a atraparse entre ellos. Él realmente quería jugar, porque lucía como que los niños la estaban pasando muy bien, y él quería pasarla bien también. No quería estar sentado en los columpios solo como hacía todos los días y ver a los otros niños jugar.

“Um, ¿disculpa?” preguntó tranquilamente, captando la atención de uno de los niños más grandes. “¿Podría jugar con ustedes?”

El niño miró a uno de sus amigos y después volvió a Louis. Tenía una graciosa sonrisa en su cara mientras le decía a Louis que claro, podía jugar con ellos. Louis le dio las gracias, y entonces todos comenzaron a correr y a dispersarse. Él chico más alto era el que los estaba atrapando, y parecía haber escogido a Louis como blanco. Louis estaba corriendo lejos, riendo felizmente porque por fin lo habían incluido, hasta que el chico lo atrapó, y en vez de tocarlo y salir corriendo, lo empujó hacía la hierba, y su rodilla se golpeó con una roca puntiaguda.

Todos los niños comenzaron a reír mientras que se iban a buscar algo más que hacer antes de que el recreo terminara. Louis se sentó, mirando a su rodilla mientras sangraba, y entonces comenzó a llorar. No era porque su rodilla dolía, aunque vaya que lo hacía, era porque su corazón dolía. Había pensado que por fin haría algunos amigos, pero parece que no. Quizás tendría que estar solo para siempre. Cerró los ojos, tomando un profundo respiro y tratando de calmarse. Llorar solo haría que los demás lo molestaran más. Él sabía eso. De repente, sintió una mano en su hombro, y saltó lejos del contacto.
“Hey.” Una suave voz dijo, y él reconoció que era Harry por todas las veces en las que él había respondido preguntas y leído en voz alta en clase. “¿Estás bien?”
Louis asintió, abriendo sus ojos y observando al niño más pequeño. Lucía preocupado.
“¿Estás seguro?” Preguntó, y Louis asintió de nuevo. “Esos chicos fueron muy malos contigo.”
“Mhhm.” Susurró Louis.
“No entiendo por qué.” Harry se encogió de hombros, sentándose cerca de Louis. “Luces realmente amable.”
“Soy amable.” Dijo Louis tristemente.
“¿Entonces por qué todos son malos contigo?” Preguntó Harry suavemente.
“Porque no soy muy inteligente, y ellos creen que es divertido. Y no soy muy bueno hablando con las personas, así que ellos piensan que soy raro.”
“No eres tonto, Louis. Yo creo que eres bastante inteligente.” Sonrió Harry. “Y estás hablando bien conmigo.”
Louis sintió algo gracioso en su estómago, era como si alguien hubiese dejado a algunas aves volar alrededor ahí como en esa divertida área del zoológico donde podías caminar alrededor y ver todas las aves. Era como un revoloteo, y eso lo hacía sentir feliz y nervioso a la vez, y no sabía qué era, pero estaba bastante seguro de que era a causa de Harry.
“¿Te duele la rodilla?” Preguntó Harry, levantando su mano como si quisiese tocarla pero no sabía si debía.
“Sí.” Asintió Louis. “Un poquito bastante. Um… Puedes tocarla si quieres.”
Harry puso su mano en su rodilla y con su pulgar acarició la pequeña cortada terminando con un poco de sangre en su dedo.
“Harry, tienes de mi sangre en ti.” Dijo Louis tranquilamente.
“Está bien.” Dijo Harry, limpiando su pulgar con sus pantalones. “Tengo algunas banditas en mi bolsillo. ¿Quieres una?”
Louis asintió, y Harry sacó una bandita de su bolsillo, colocándola dulcemente en su rodilla y cubriendo la herida.
“Gracias.” Susurró Louis.
“No hay problema.” Dijo Harry. “Yo siempre estoy lastimándome así que mamá pensó que debería mantenerlas conmigo.”
“Deberías ser más cuidadoso.” Dijo Louis, desagradándole la idea de Harry estando herido nunca.
Harry simplemente se encogió de hombros, “Vamos. Creo que el recreo está por terminarse. ¿Quieres sentarte conmigo en clase?”
Louis asintió emocionado, y los dos se pusieron de pie, entrando a su salón.
~·~

Unas semanas después, estaban leyendo en voz alta, y la maestra llamó a Louis al frente. Él la miró con horror. No podía ser su turno aún.
Leer en frente de la clase tenía que ser la cosa menos favorita de Louis. Porque al menos si estaba tratando de concentrarse en un examen, nadie podía oír cuán estúpido su cerebro era. Pero cuando tenía que leer en frente de todos, todos podían oír. No era como si no pudiese leer. Podía. Él amaba leer en casa, cuando podía tomar su tiempo y trabajar con cada palabra por separado. Pero cuando tenía que leer a la clase, tenía un problema. Su boca se adelantaba a su cerebro a veces, o su cerebro se le adelantaba a su boca, y entonces él pasaría de alguna palabra o perdería una oración. Y a veces él solo se distraía. Como en ese momento, porque Harry le había sonreído. O a veces un ave pasaría por la ventana, y él querría mirar. Estaba tratando de leer. En serio lo estaba. Pero las cosas continuaban distrayéndolo.
Todos los niños empezaron a reír. Todos ellos excepto Harry. Y Louis podía sentir las lágrimas acumulándose en sus ojos. Empezó a llorar un poco y su maestra puso una mano en su hombro y le dijo que podía ir a sentarse.
Él tomó su asiento y de repente sintió que algo golpeó la parte de atrás de su cabeza. Era una bola de papel. Estaba a punto de empezar a llorar, hasta que vio que venía de Harry. No estaba seguro de qué pensar, pero sabía que Harry nunca sería malo con él, porque eran amigos ahora, así que tomó la bolita y la desdobló.
En ella se leía:
Creo que suenas muy bien cuando lees, aunque te equivoques. Tu voz es bonita. xHarry
Louis se volteó rápidamente, sus ojos encontrándose con los de Harry, azul con verde, y el menor le sonrió.
Después de leer en voz alta vino el almuerzo, el cual Louis comió solo porque una niña de primer grado quiso comerlo con Harry, y a Louis realmente no le importaba. Ella era amable, así que Harry podía pasar tiempo con ella si él lo quería así, aunque eso dejara a Louis solo. Después del almuerzo era el recreo. Él estaba en el patio de juegos, por fin teniendo un amigo con quién jugar, cuando uno de los niños grandes del otro día fue hasta donde estaba. El niño le quitó sus lentes de su cara, y todo se puso borroso. Harry había ido a lanzarse del tobogán, así que no estaba ahí para ayudarlo.
“¡Devuélvemelos, Sid!” gritó Louis.
“Noup.” Se burló Sid. “De hecho, ¡creo que los lanzaré!”
Louis podía oír más que ver sus lentes volando lejos de él, y comenzó a llorar.
“De todos modos no te ayudan demasiado. Ni siquiera puedes leer.”
“No es mi culpa.” Murmuró Louis. “Mamá dice que mi cerebro es-”
“Diferente del de otros niños.” Completó Sid. “Sí, lo entendemos. Es solo una manera elegante de decirte que eres estúpido.”
Entonces Harry llegó saltando a donde estaba Louis, “¿Lou?”
Louis sollozó.
“Uh oh. Louis, ¿qué pasó?”
“Sid lanzó mis lentes y me dijo que soy estúpido.” Lloró Louis, sentado en el suelo, su visión aún borrosa.
“¡Resiste!” dijo Harry, corriendo y tomando los lentes de Louis para devolvérselos. “Aquí están.”
Louis tomó sus lentes, poniéndoselos de nuevo, “Gracias.”
“Te ves más lindo con ellos de todos modos.”
Louis sintió ese aleteo de nuevo en su estómago. Él le había preguntado a su mamá sobre el en una ocasión y descubrió que no eran pájaros, eran mariposas. Ella le contó que las mariposas las sientes cuando te gusta alguien, pero Louis le dijo que eso era tonto, porque a él no le gustaba nadie. Harry era un niño y Louis era un niño, y a los niños no les gustan otros niños. Eso sería tonto.
Pero a Harry parecía gustarle él, porque Louis estaba bastante seguro de que solo le dices a una persona que es linda y que su voz es bonita si te gusta. Así que ahora estaba confundido.
“Hey, Louis, ¿quieres venir a mi casa después de la escuela?” Preguntó Harry. “¡Le pregunté a mi mamá esta mañana y me dijo que seguro!”
“Oh.” Louis no estaba seguro. “¿En serio quieres que vaya?”
“¡Somos amigos!” Dijo Harry. “¡Duh!”
“¿Eso es un sí?” Preguntó Louis.
“Claro que significa sí, tonto.” Rió Harry.
“Okay.” Asintió Louis. “Claro. Tengo que preguntarle a mi mami, por si acaso.”
“¿Tú no tomas usualmente el autobús?” Preguntó Harry, y Louis asintió. “Mi mamá puede recogernos a los dos y tú puedes llamar a tu mami desde el teléfono de mi mamá. ¡Es muy fantástico y tiene botones brillantes en la pantalla!”
“Okay.” Aceptó Louis.
~·~

La escuela acababa de finalizar, y Harry se apresuró hasta Louis, “¿Listo para conocer a mi mami?” preguntó.
“Mhhm.” Asintió Louis.
Entonces Harry tomó su mano, y las mariposas volvieron. Se sentían más grandes y más felices de lo usual, como si estuviesen volando alrededor el doble de rápido, y las rodillas de Louis se sentían un poco débiles. Siguió a Harry hasta afuera donde se detuvieron frente a una bonita van roja.
“¡Mamá!” Sonrió Harry. “Este es Louis.”
“Hola, Louis.” Dijo la mujer. “Soy la mamá de Harry, pero puedes llamarme Anne.”
“Hola, Anne.” Contestó Louis tímidamente, mirando al piso.
“Harry me ha hablado bastante de ti. Suenas como un adorable señorito.”
Louis sonrió a eso.
“Mami, ¿Louis podría usar tu teléfono?” preguntó Harry. “Necesita preguntarle a su mamá si está bien que venga.”
“Claro, cariño.” Anne sacó su teléfono de su bolso y se lo dio a Louis. “¿Crees que puedas hacerlo funcionar?”
Louis asintió, tomando el teléfono y arrugando sus cejas juntas, mordiendo sus labios en concentración mientras apretaba los botones. Los ojos de Harry estaban sobre él, y estaba sonriendo brillantemente, sus hoyuelos apareciendo a simple vista, así que Louis le sonrió también.
“¿Mamá?” preguntó Louis cuando respondieron del otro lado de la línea.
“¿Louis?” preguntó ella.
“Mhhm. ¿Puedo ir a cada de mi amigo Harry a jugar?”
“Déjame hablar con su mamá, ¿sí?”
“Ella quiere hablar contigo.” Dijo Louis, mientras le entregaba el teléfono a Anne.
“¡Oye, Louis!” dijo entusiasmadamente Harry.
“¿Qué?”
“¡Eres!” gritó Harry tocándolo suavemente con su dedo.
“¡Oye!” dijo Louis. “¡No es justo! No sabía que estábamos jugando.”
Persiguió a Harry alrededor de la acera frente al carro de Anne antes de finalmente atraparlo, y entonces correr al lado contrario lo más rápido que pudo.
“¡Niños!” los llamó Anne, y los dos giraron a verla. “Louis puede venir por unas horas.”
“¡SÍ!” gritó Harry, tomando a Louis de la mano de nuevo y tirando de él dentro de la van de su mamá.
El viaje en el carro no fue muy largo, antes de darse cuenta ya estaban estacionando frente a la casa de Harry. Todos salieron del carro, y Harry tomó la mano de Louis una vez más, haciéndolo entrar.
“¡Vamos! ¡Quiero que veas mi habitación!”
Louis dejó que Harry lo jalara hasta su habitación.
“¡Whoa!” exclamó Louis.
La habitación de Harry era simplemente la cosa más genial que había visto en sus ocho años de vida. Tenía pósters de dinosaurios en la pared y un montón de planetas y estrellas colgando del techo, también sus paredes estaban pintadas de animales y había un gran tren de juguete.
“¿Te gusta?” preguntó Harry emocionado.
“¿¡Puedo vivir aquí!?” preguntó Louis.
Harry rió tontamente, “Seguro, pero apuesto a que tu mami te extrañaría.”
“Sí, supongo que tienes razón.” Suspiró Louis.
“Pero puedes venir a jugar todas las veces que quieras.” Sonrió Harry. “Siempre y cuando mi mamá diga que está bien.”
“Wow.” Respiró Louis. “¿Podemos jugar con el tren?”
“Mhhm.” Asintió Harry.
Se sentaron en el piso, y Harry manejó su tren alrededor de las vías mientras que Louis hacía efectos de sonido. Cada cierto tiempo tomaban un hombrecito y lo ponían en el tren, o ponían un árbol en la vía así que él y Harry tendrían que salvar el día.
Después de un rato, sin embargo, empezó a sentirse ansioso. Su mamá siempre le decía que eso era parte de la manera en la que su cerebro trabajaba. A veces el simplemente necesitaba moverse y sacar un poco de energía. Él no quería arruinar su juego con Harry, así que trató de mantenerse quieto. Estaba crispándose un poco, pero trató de ignorarlo.
“¿Louis?” Preguntó Harry, y Louis lo miró. “¿Estás bien?”
Louis asintió.
“Estás retorciéndote un poco.” Dijo Harry. “¿Necesitas ir al baño?”
“¡No!” dijo Louis indignado. “Yo solo… ¿Podríamos ponernos de pie y movernos? A veces… A veces solo tengo que hacerlo.”
“Claro.” Dijo Harry, poniéndose de pie. “¿Quieres bailar?”
Louis se encogió de hombros, “supongo que sí.”
Harry fue y prendió la música en una pequeña radio que tenía en su escritorio y entonces regresó hasta donde estaba Louis, brincando a su alrededor. Louis empezó a saltar también, y Harry tomó sus dos manos, y estaban bailando y saltando juntos. Y las mariposas regresaron, y empezó a pensar que tal vez su mamá estaba en lo correcto con que las mariposas aparecían cuando te gustaba alguien. ¿Pero eso significaba que le gustaba Harry? Eso era tonto, ¿no? A los niños les gustan las niñas.
“Y, ¿Por qué tienes que moverte?” preguntó Harry mientras seguían saltando, con las manos de Louis entre las suyas.
“Mamá dice que es la misma razón por la que no soy tan inteligente. Mi cerebro es gracioso, ¿No crees?”
“Yo creo que eres muy inteligente.” Le sonrió Harry.
Y entonces Louis estaba bastante seguro de que le gustaba Harry, porque tenía unos bonitos ojos verdes y cabello rizado y marrón y hoyuelos que lo hacían feliz, y su cerebro era divertido, ¿así que no era tonto para él que le gustara Harry?
Continuaron bailando alrededor, ambos riendo hasta que estaban cansados, y se lanzaron en el piso riendo tontamente.
“¿Louis?” Anne asomó su cabeza en la habitación. “Tu mamá te quiere en casa para la cena, cariño.”
Louis y Harry suspiraron al unísono, pero se levantaron, y Harry fue con su mamá a dejar a Louis en casa.
~·~

Esa noche después de la cena, Louis tomó un baño, y entonces su mamá llegó a arroparlo en cama.
“¿Mamá?” preguntó Louis, mientras ella ponía las sábanas sobre él.
“¿Sí, cariño?”
“Tú crees… ¿Tú crees que a los niños pueden gustarles otros niños? Preguntó.
“¿Esto es acerca de las mariposas en tu pancita?” ella preguntó y él asintió. “Si, cariño, a algunos niños les pueden gustar otros niños.”
“Okay.” Asintió Louis.
“Así que, ¿Quién está poniendo mariposas en tu pancita, bebé?” su mamá le preguntó.
“Harry.” Suspiró Louis antes de bostezar.
Su mamá le sonrió, y ella lucía muy feliz por alguna razón.
“¿Mamá?”
“¿Mhhm?”
“¿Me gusta Harry por mi TDAH?”
“No, cariño. No tiene nada que ver. A algunos niños simplemente les gustan otros niños, y eso está bien. Solo mantén en mente que quizá a Harry no le gustes tú, ¿de acuerdo? Porque a algunos niños solo no le gustan otros niños. Eso no lo hace malo, pero a algunos niños simplemente no les gustan, ¿si?”
Louis se sentía confundido y somnoliento, así que solo asintió, “Está bien, mamá.”
“Te amo.” Le dijo ella, besando su frente.
“Yo también te amo, mamá.”
~·~

El siguiente día era sábado, y Louis decidió que no quería esperar hasta la escuela para ver a Harry. Estaba comiendo su desayuno y miró a su mamá.
“¿Mamá? ¿Harry podría venir a jugar hoy?”
“Déjame terminar de comer y llamaré a su mamá, ¿Sí?”
Louis asintió, jugando con sus pies bajo la mesa en anticipación. Se sintió como si su mamá hubiese tardado años en terminar su cereal. Finalmente ella se levantó y fue al teléfono, llamando a la mami de Harry.
“Ella dijo que podemos ir a buscar a Harry ahora si quieres.” Dijo. “Tienen planes para cenar más tarde, pero él puede venir a jugar un rato.”
Louis asintió rápidamente, “¡Vamos! ¡Vamos!”
Jay rió, agarrando las llaves mientras Louis se apresuraba a la puerta. Él se metió en el asiento trasero del auto antes de que Jay hubiese terminado siquiera de cerrar la casa, y entonces finalmente ella estaba entrando en el asiento del piloto. Louis no sabía cómo su mamá sabía dónde quedaba la casa de Harry. A veces él pensaba que ella quizá era mágica. Ella sabía dónde estaba todo siempre, y Louis no sabía cómo lo hacía.
Llegaron a casa de Harry y Harry fue corriendo al auto, su mamá gritándole adiós, y entonces estaba montándose en el asiento de atrás, junto a Louis.
“¡Louis! ¡Te extrañé!”
Louis creyó que era bobo, porque se habían visto ayer, pero él había extrañado a Harry también, “Yo también te extrañé, Harry.”
Ellos manejaron de regreso a casa de Louis y cuando llegaron ahí Louis se encontró a sí mismo nervioso de mostrarle su habitación a Harry, porque en comparación a la de Harry, era aburrida. Él lo guió escaleras arriba a su habitación, la cual tenía paredes azules oscuras, y un edredón azul y verde sobre la cama. Tenía un póster de un caballo y otro de la película Toy Story y uno de la película de La Telaraña de Charlotte, la cuál era su favorita.
Harry se sentó en la cama de Louis, saltando un poco, “¡La telaraña de Charlotte!” dijo. “A mí me encanta ese libro.”
“Yo solo he visto la película.” Louis se encogió de hombros.
“Quizá algún día pueda leerte el libro.” Sonrió Harry. “Mi mamá me lo leyó a mí.”
“Me gustaría eso.” Asintió Louis, sentándose al lado de Harry.
“¿Louis?”
“¿Hmm?”
“¿Me dejarías poner mi cabeza en tu hombro?” preguntó. “Estoy un poco cansado.”
“Ni siquiera es de noche.” Rió Louis, preguntándose cómo alguien podría estar cansado de día. “Adelante, tonto.”
Harry se agachó, descansando su cabeza sobre el hombro de Louis, y sus rizos le hacían cosquillas al cuello de Louis. Él movió una de sus manos para acariciar el cabello de Harry, porque él siempre había querido hacerlo, y sentía como si ahora pudiese. Sus rizos eran justamente tan suaves como Louis los había imaginado, y Harry dejó salir un sonido que a Louis se le antojó como la cosa más linda que había escuchado en toda su vida.
Sintió las mariposas volando en su estómago otra vez, y estaban tan alteradas que lo hacían sentir enfermo y mareado y algo así como si fuese a explotar, y decidió que debía decirle a Harry cómo lo hacía sentir así quizás las mariposas saldrían y volarían fuera de él.
“¿Harry?”
“¿Si, Louis?”
“Alguna vez… ¿Alguna vez has sentido mariposas en tu pancita?
Harry levantó su cabeza del hombro de Louis, mirándolo y asintiendo.
“Sabes, mi mamá dice que las mariposas significan que te gusta alguien.”
“Oh.” Dijo Harry, sus ojos verdes brillando.
“Y también me dijo que algunas veces a los niños les pueden gustar otros niños, y que eso es algo que está bien, y que eso no significa que tu cerebro sea gracioso, eso solo significa que te gustan otros niños, ¿sabes? Aunque a la mayoría de los niños les gusten las niñas, no eres raro si te gusta un niño y no deberías sentirte mal sobre ello.” Asintió Louis, casi como si estuviese repitiéndoselo a sí mismo.
“Oh.” Harry dijo otra vez.
“Ella también me dijo que a veces te gusta un niño, pero que a ese niño no le gustas tú, y que esto está bien, también.”
“Oh.” Dijo Harry, sonando un poco triste, y un poco de luz dejando sus ojos, y Louis se preguntó qué dijo para que eso pasara, porque quería arreglarlo.
“Pero como sea.” Dijo Louis. “A veces, como ahora, yo siento esas mariposas en mi pancita, Harry. Y son porque tú me gustas, supongo. Y ahora esas mariposas querían que te dijera eso, creo, porque se sentían un poco molestas, así que ahora lo sabes. Pero está bien si a ti no te gusto, porque mamá dijo que está bien, así que debe estarlo.”
Harry se acercó, besando la mejilla de Louis, lo que hizo que Louis se sonrojara un poco, y cuando miró a Harry, él también se estaba sonrojando.
“Yo también tengo mariposas justo ahora.” Sonrió Harry. “Tú me das un montón de mariposas, Louis. Y las mías se sienten felices ahora, y creo que es porque tus mariposas están aquí también, y quizá están jugando entre ellas.”
“¿Eso significa que yo te gusto también?” preguntó Louis, un poco nervioso.
Harry asintió, “Puedes besar mi mejilla si quieres. Porque yo besé tu mejilla y creo que mis mariposas están celosas porque tu obtuviste un beso y yo no.”
“Oh.” Dijo Louis, acercándose y suavemente presionando sus labios sobre la suave mejilla de Harry. “Tus mejillas son suaves.” Le dijo.
“Las tuyas también.” Sonrió Harry.
“¿En serio?”
“Mhhm.” Harry asintió.
“¿Sabes qué es más suave que tu mejilla?”
“¿Qué?” preguntó Harry.
“Tu cabello.” Sonrió Louis. “Me gusta tocarlo. Se siente bien.”
“Creo que a mis mariposas también les gusta cuando tocas mi cabello.” Sonrió Harry.
Así que Louis alzó una mano para jugar gentilmente con el cabello de Harry, y Harry le sonrió, y Louis pensó que estaba realmente feliz de que ambos tuvieran mariposas por el otro.

| Pieces of Paper | Serie de One Shots - { Larry Stylinson }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora