Capítulo 10: La entrevista de trabajo (Foto Stephanie Tate)

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Marcus

Desde que estoy arriba en el cielo puedo ver todo. Vi como Beth y Poppy bailaban por el salón con One Direction y como Diana y Poppy se peleaban por un paquete de ‘sensations’. Nunca interponerse entre ella y su comida. También vi como los chicos visitaron el McDonald’s y las cosas se volvieron muy interesantes. Estaba sorprendido de como Tom había besado a esa chica solo para que se pudiese ir. Nunca interponerse entre Tom y su comida. Algunas veces pienso que se va a casar con ella algún día, porque no está realmente interesado en salir con nadie. La última vez que salió con alguien fue en décimo, cuando se enteró de que su novia le engañaba con Henry.

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Domingo

Poppy

¡Despierta! ¡Despierta! ¡Es una preciosa mañana! ¡Despierta! Fue mi móvil.

Golpeé el botón de volver a dormir. ¡Me había quedado despierta hasta las 2am practicando para la entrevista de trabajo y me había revuelto y había dado vueltas por la cama por lo menos 2 horas! Vi a Diana revolverse y gritó:

– ¡Apaga la puta alarma y saca tu vago culo de la cama antes de que te haga algo zorra! –.

Gemí y de mala gana me puse de pie asegurándome cuidadosamente de que no me tropezaba con Lily, mi golden retriever. Es mi perro y cuando quiero decir mío quiero decir de mi madre. Lily fue de mi madre después de que esta la encontrara cerca de los cubos de basura y unos lirios. Estaba durmiendo al final de la cama. Miré mientras su cuerpo viejo y frágil subía y bajaba. Agarré mis cosas, me obligué a darme un baño y dejé que el agua helada golpease mi cuerpo. Odiaba el agua caliente por las mañanas. El agua fría me despertaba, pero hoy no. Me enrollé una toalla alrededor del cuerpo y me sequé el pelo. Normalmente lo dejaba suelto para que se secase al sol pero hoy lo sequé. Me cogí el pelo y lo recogí con un gancho de mariposa, en realidad nunca me gustaba el pelo suelto. Miré por el armario. Vaqueros, chaqueta de cuero, un polo y una camiseta básicas con converses y zapatillas altas estaban expuestas al final.  Odiaba cualquier cosa formal o de chica. Simplemente no era yo. Era más del tipo deportiva y machona. Agarré una camiseta negra de tirantes, una camiseta azul y negra y un par de vaqueros ajustados oscuros con unas zapatillas altas negras. Miré a las chicas. Todas roncaban suavemente menos Stephanie, que roncaba como para arrancar el techo. Una de las razones porque me había removido y había dado vueltas era parte culpa de Stephanie.

Me escurrí escalera abajo, fui a la cocina y miré el reloj, que leía 10:00. Normalmente me iba a las 9:30, pero la falta de sueño significaba que no podía tener un viaje de los O’ Brien. Agarré una barrita de cereales y caminé todo el camino a la iglesia. Hacia frio, pero no me importaba, amaba el frio.

En la iglesia

Caminé en silencio y vi a Donald (Mr O’Brien), Linda (Mrs. O’Brien), Ed y Ryan sentados rezando. Fui de puntillas y me senté al lado de Ryan.

Después de terminar Linda me vio.

– ¡Hola Poppy! ¿Cuándo has venido? –preguntó sonriente.

–Solo hace unos minutos –bostecé–. Perdóname  –me tapé la boca.

Todos nos levantamos.

– ¿Quieres un viaje a casa? –preguntó Donald.

–No Mr O’Brien –respondí. Subió las cejas –. Perdón; es que suena mal y grosero llamarte por tu primer nombre –luego dejé escapar un gran bostezo.

–Creo que deberías venir con nosotros –Ryan sonrió.

– ¡Nah, estoy bien! Caminaré por mi cuenta –intenté convencerle. Se me escapó otro gran bostezo. Sentía  que mi cuerpo entero se iba a derrumbar.

The guy I hate is the guy I love (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora