The guy I hate is the guy I love (PAUSADA)

Capítulo 16: ¡Voy a hacer que os meéis de miedo! (Foto Henry Windor)

Poppy

Sábado 31 de octubre 2010

– ¡Me encanta Halloween!  -chillé de alegría.

– ¡Odio Halloween! –gimió Beth.

– ¡Madura un poco! –gritó Diana.

– ¡Odio Halloween! ¡Odio todo lo de los fantasmas y las cosas esas y las historias de miedo! ¡Odio las cosas de miedo! –exclamó Beth.

–Bueno, ¡esa es la cosa de Halloween! –rió Ed entre dientes.

–A mí me gustaba Halloween cuando era niño. Especialmente truco o trato y las fiestas –dijo Ryan mientras colgaba un adorno.

–Oh sí, me acuerdo de que una vez fuiste a una fiesta de Halloween ¡y tenías una resaca enorme al día siguiente! –me reí ante el recuerdo.

–Sí, Ed y yo nos vamos a asegurar de no hay alcohol en esta fiesta –dijo Ryan con firmeza.

–No te preocupes… Espera… ¿Qué pasa si la gente os ve aquí, que van a decir? –les pregunté a los dos.

–Diremos que somos amigos de la familia… Que lo somos… Y que tu padre está en un viaje de trabajo –dijo Ed –. Aparte vamos a ir disfrazados ¡así que no nos van a reconocer porque de eso va Halloween!

– ¡Oww! –oímos a alguien gritar. Nos miramos los unos a los otros y corrimos a la entrada. Ahí vimos a Gabe y Diana el uno encima del otro con los adornoss de Halloween tapándoles.

– ¡Oww! ¡Mi culo! –se quejó Diana.

– ¡¿Tu culo?! ¿¡Y qué pasa con el mío!? ¡Creo que me he roto la pelvis! ¡Sabes que tengo síndrome sensitivo en la cadera! –gimió Gabe de agonía. Todos nos reímos por ellos dos.

– ¿Qué es la pelvis? –preguntó Diana confusa.

– ¡Y por eso te tienes que concentrar más en mis clases! –dijo Edward.

–Yaaa. No me molesto  y siempre me duermo en clase –dijo sin rodeos.

–Eso duele. ¡Pues la próxima vez te tiro productos químicos por encima! –amenazó Ed.

– ¡No puedes! ¡Te despedirían! –Diana sonrió con suficiencia.

– ¡Tiéntame! –respondió Ed. Entonces Diana cogió una escoba hinchable y pegó a Ed en la cabeza.

– ¡Eso es lo que te llevas por amenazar a Diana Flora Jackson! –le sacó la lengua y corrió al jardín trasero.

– ¡Esto es la guerra! –gritó Edward a la vez que cogía cualquier cosa y la seguía por el pasillo.

– ¿Qué voy a  hacer con él? –suspiró Ryan, sacudiendo la cabeza y riéndose un poco.

–Haz que se calle dándole una patada en las pelotas, ¡porque ese chico me da un puto dolor de cabeza! –sugirió Gabe.

–Mm, puedo intentar eso –Ryan sonrió.

– ¡Qué! –grité –. ¿Vais a hacer daño a Eddie? ¡¡No!! –grité dramáticamente. Todos se rieron por mi broma.

Tras otras dos horas de Diana y Edward actuando como niños de dos años, de Gabe quejándose porque le dolía la pelvis y de muchos suspiros por parte de Ryan y Beth, al final terminamos de decorar la casa entera. Subí al piso de arriba y me puse mi disfraz. Me miré en el espejo. Llevaba un abrigo largo negro con pantalones negros y una blusa blanca y la cara pintada de blanco pálido. Me pinté sangre al lado de los labios y me puse raya negra por todo el ojo. Normalmente no llevaba maquillaje, pero era Halloween. Me saqué una foto y la subí a Twitter. Eran las seis y oí el timbre sonar.