Capítulo 2: Nos encontramos otra vez (Foto Conor Jones)

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Conor:

De cuando en cuando miraba por encima del hombro. Ella seguía allí. Era guapa. Tenía ojos marrones y llevaba un par de vaqueros ajustados, una camisa morada a cuadros y una sudadera negra con capucha que cubría su largo pelo marrón y sus pómulos. Estaba canturreando una canción de Justin Bieber. Odiaba a Justin Bieber.

Solo quería encontrar una excusa para hablar con ella.

Justin Bieber…

Me levanté y fui hacia ella. Le di un golpecito en la espalda e inmediatamente se giró.

–Perdona amor, ¿podrías bajar el volumen? Puedo oírlo y creo que está molestando a los otros pasajeros también. ¿Sabes que no debes poner música  en voz alta? –sonreí con suficiencia mientras señalaba un cartel.

Miré mientras soltaba su mano de la barra de mano cuando el autobús se detuvo en un stop y los dos, que no nos sujetábamos en nada, caímos. Por suerte había un asiento libre en el que caí y entonces ella cayó encima de mí. Se quedó en mi regazo un segundo, pero al siguiente estaba de pie rehaciendo su mochila. Miré a mis pies. ¡Su agenda! Miré la parte delantera. Instituto católico St James. ¡Iba al mismo colegio que yo! Le pasé su agenda pero me la arrebató. Se levantó y salió del autobús. ¡La iba a volver a ver!

Después de haberse ido mi teléfono empezó a sonar.

–¿Hola? –dije.

–Hey, ¿cuántas paradas te quedan, Conor? –mi hermano, Edward, dijo. Miré fuera de la ventana.

–Solo una –contesté.

–Bien, porque Mr Prokop te quiere ver antes de que empiece el colegio –dijo mientras colgaba.

–Colegio nuevo ¿eh? –dijo el señor mayor sentado a mi lado.

–Sip- dije explotando la p.

–Tú no eres de por aquí, ¿de dónde eres hijo? –preguntó.

–No, soy del sur de Yorkshire. Me he mudado muchas veces por mis padres. Me cansé, así que decidí mudarme aquí con mi tío y su familia –contesté –. Ah aquí está mi parada. Adiós señor. Un placer hablar con usted.

–Contigo también hijo –contestó alegremente.

Me puse la mochila encima de los hombros, salté del autobús y miré el edificio.

–Nuevo colegio, ¡nueva vida! –tomé aire.

Empecé a caminar hacia el colegio. Vi a los de séptimo año jugando. Vi a los chicos más mayores hablando o coqueteando entre ellos. Mientras caminaba vi a todo el mundo mirarme y susurrar.

–Actúa guay –pensé –. Espera, ¡no pienses eso! –pensé mientras me abofeteaba mentalmente.

–Sabes que tienes que contestar, ¡así que cógelo, ábreme y léeme! –dijo mi tono de mensajes.

Saqué mi Blackberry del bolsillo y abrí el mensaje, que ponía:

¿Dónde estás? Ven a la oficina del director.

Volví a guardar mi teléfono y me puse los cascos mientras me adentraba más en el colegio.

–Perdona, ¿sabes dónde está el despacho del director? -pregunté.

Ella se giró. Tenía el pelo rojo con ojos marrones. Llevaba unos pantalones floreados con una mini falda rosa y un top a rallas morado y rosa con un chaleco blanco encima. Estaba muy buena.

–Adiós –dijo mientras besaba a un chico en la mejilla. Probablemente su novio –. Hola, sí, está por ahí –dijo mientras señalaba un pasillo.

The guy I hate is the guy I love (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora