Tras las cámaras [Gay Bts]

Turn Up!

Jin's Pov

1:30 am

La casa estaba completamente llena de idols, algo que no me hacía mucha gracia pero que decidí ignorar. En el salón, la cocina, el pasillo, e incluso en el cuarto de baño había gente. Estaba seguro de que hasta en la papelera habría alguien, pero ese no era el mayor de mis problemas en estos momentos.

–¡Nam! –volví a gritar por encima de la música sin obtener respuesta.

Bufé,  por más que buscaba no lograba encontrarle entre tanta gente.

¿Dónde se metía cuando realmente le necesitaba?

Seguí buscandole como loco, apartando a todo aquel que se cruzara en mi camino, hasta que finalmente, le divisé en la barra.

¿Por qué no me sorprendía?

–¡Échenme otra! –gritó poniendo el vaso sobre esta.

Suspiré, otra vez andaba bebiendo.

¿Cuántas copas llevaría ya?

–Cachito he dicho que no bebas más joder –dije mientras le tomaba de la oreja y le alejaba de la barra.

Reí al ver la mueca de dolor de este y deje ir su oreja una vez le hube alejado lo suficiente.

–Pero cariño, no bebí tanto –se quejó e hizo puchero.

Rodé los ojos. Este chico me iba a volver loco.

–Está bien, puedes terminarte esta, pero ninguna más ¿vale? –dije y me acerqué a él pasando mis brazos por su cuello.

Quería besarle, y lo quería ahora.

Como si hubiera leído mis pensamientos, Nam bebió de un tirón lo que quedaba en su vaso, para después tirarlo al suelo y atraerme por la cintura.

–Como hayas manchado la alfombra te mato, ¿bien? –le amenacé.

Rió y se acercó aún más, dejando nuestros labios a pocos centímetros. Miré sus labios con deseo. No sabía cuanto más podría aguantar sin besarle. Al parecer el notó mi desesperación.

–Pídemelo –dijo.

Sonreí, sabía perfectamente a que se refería.

–Bésame.

Inmediatamente sentí el impacto de sus labios contra los míos. El chico no perdía el tiempo, no. Me tomó del mentón y profundizó el beso. Su lengua le pidió permiso a la mía para entrar, y le dejé hacerlo. Recorrió el interior de mi boca con su lengua. Sabía a alcohol y mucho, y no iba a negar que me gustaba.

–¡Píllense una habitación! –gritó un chico haciendo que nos separáramos.

Nam gruñó y se apartó a regañadientes. Negué con la cabeza, sabía perfectamente quien era el orejón que nos había interrumpido.

Era ni más ni menos que Chanyeol de exo.

–Park –dije y le miré serio.