DOS IDENTIDADES, UN CUERPO

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Dos vidas en cuerpo o quizás un hombre y dos nombres, algo así como un cambio de identidad sin sospechar que pasaba pero a la vez despertar la curiosidad por cosas que muchos no quieren que sepas, taparon mis ojos pero no mis oídos e de igual manera todos los recuerdos quedaron plasmados, imborrables son porque cada vez que cierro los ojos aparecen y no me dejan tranquilo. Es una de las razones por las cuales el agotamiento se apodera de mí en cada día.

No es fácil soportar todos esos pensamientos como una presión en mi cerebro de tal manera que ya me toca acostumbrarme a ella y dejar pasar el dolor como si no existiera, además las voces en cada momento que m e dicen que hacer o que está bien y que está mal son un susurro continuo e inevitable. Todos los días en algún tiempo de silencio suelo quedarme perplejo y no es porque mi mente se vacía si no por todos esos pensamientos que corren por mi cerebro y no me queda más opción que quedar como si estuviera vacío o como si lo que está a mi frente es más interesante que todo lo demás a mi alrededor.

Me acostumbre a la soledad porque es una de las cosas que más me gusta, y si pudiera inventar mi propio mundo lo inventaría sin pensarlo dos veces porque el mundo de mi imaginación es como lo he deseado e incluso como lo he estado inventado toda mi vida.

La sonrisa no viene de la nada si no de que cada día invento cosas diferentes en mi mundo interior y cada descubrimiento es una alegría a mis sentidos y la expansión de mis pensamientos, imaginar para mi está en el momento en que eres feliz, porque en la felicidad esta la abundancia de buenos deseos y de gratitud hacia uno mismo.

Se me hace más complicado fingir estar molesto que estar contento, la molestia para mi viene con frecuencia pero se va así de tal manera como viene.

No debemos hacer caso aquellas palabras de segundos hacia nosotros cuando su argumento significa destrucción hacia unos como hacia nosotros, debemos creer en la solidaridad y tener el valor de hermandad para no herir ni ser heridos.

Las personas vienen hacia mí sin yo pedirlo, no sé si es por mi o por una atracción. Siempre puedo sentir la energía que transmite una persona cuando se me acerca y puedo escuchar las voces que me dicen que esa persona se me acerca más. Sin yo investigar me pude dar cuenta que toda mujer con la que hablo ninguna me mira a los ojos, ni mi mejor amiga ni ninguna otra después de la primera conversación.

A las malas personas les quito la mirada porque en sus ojos transmiten odio y rencor, algo que he llevado en contra en toda mi vida.

El odio mi enemigo, nunca sabré lo que es odiar realmente.


Cuatro faros en linea e igual seguia     perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora