Calmad tus pasos desesperados

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Ya cansado estaba de tanto mis pies mover en combinación de pasos ya casi doblegados por la distancia recorrida durante el día, no me había sentido así en tiempo, mis piernas me pedían a gritos silenciosos que parara en cualquier lugar. Mis ojos parecen quedar secos, mi garganta igualmente lo estaba. Aun recuerdo ese sonido de mi estomago qué parecen un montón de leones hambrientos en la espera que su amo los alimente, mi cabeza late fuertemente, presionando cada vez más las sienes. Al igual que mi cuerpo mi cerebro pedía a gritos, comida, agua, descanso. Solo sé que llegue a un punto donde deje de ver, se cierran mis ojos y caigo al suelo al extremo de no poder más.

Esto parece un naufragio en una selva la cual llevo perdido mucho tiempo. Pero no lo es.

Todo esto fue solo mi rutina diaria lleno de tantos trayectos mal precisados de mi yo en sí.

Ya cansado estaba de esperar por una causa noble que cambiase mi actitud, me desespera esperar por algo lo cual no sé si llegara algún día como lo es el respeto, tolerancia e incluso amor. La situación en la cual me encuentro no es normal. Una trayectoria indefinible en la cual ni yo mismo se explicar.

Mi cerebro me pedía a gritos una razón por la cual estar feliz, lo cual era tan necesario para él como para mí. Suelo pasar mis días solo, discretamente silencioso, alejándome del mundo externo, me alejo esas personas que dicen ser lo preciso que debe estar en mi mundo. Si ellos dicen ser lo que yo merezco entonces por que están conmigo en esos momentos en los que yo estando estable gozo de gratitud conmigo mismo por la simple razón que yo logre con esmero lo que tengo. Suelo divisar en mi futuro aquellos que pueden estar conmigo en momentos de felicidad y aquellos que se alejan rápidamente al ver que tu vida cae en manera destructiva, no preocupéis quedan esos que siempre estuvieron en los momentos difíciles y si lo estaban allí en ese momento entonces siempre lo estarán. Esos seres que te acompañan cada día a toda hora preocupados por ti y por tus necesidades, esos dos nombres que jamás olvidaras que son Padre, Madre aquellos nombres que quedan clavados en tu mente.

Mis ojos no podían dejar de ver desde lo lejos aquel resplandor del cielo al amanecer, cuando despierto y al asomarme por la ventana y veo que hay muchas más razones por la cual debo decir gracias a dios por estar vivo otro día mas.

Mis piernas querían que parara de mi cama para poder gozar de la naturaleza externa y de los firmes pasos que darían por mí en un nuevo día.

Podía respirar ese aire fresco del exterior, podía sentir el suave olor de las flores del jardín del vecino, me hacían saber que era un perfecto día para hacer de ese una nueva rutina diferente la cual cambiaria mis pasos rápidos por unos más calmados, hacer de mis palabras más suaves y más sublime a la hora de conversar.

Mis pasos solían ser muy apurados y perdía de vista los más bellos espectáculos. Mis palabras sin respiración ni pausa causan una indefinible combinación de enredados conversatorios a la hora de entablar palabras.

Aquella cara de seriedad solemne debía cambiar por aquel rostro se sonrosada actitud debía gozar cada ser que mi cara mirase.

Aquella actitud que negaba toda posibilidad positiva debía desaparecer por completo de mi yo interior, haciendo así un cambio en mi exterior extremadamente satisfactorio en mi cotidianidad y las personas que diariamente intercambian palabras con mi yo.

Puedo ser lo que mi mente quiera en un abrir y cerrar de ojos, tan instantáneo como eso no podía ser mejor. En ves debo detener mis pasos si voy muy deprisa para no perder de vista esos efectos y elementos que pueden ayudar en mi cambio.

Mis palabras debían controlar para no decir prosas causantes de confusión e intriga.

Fácil no es lograr un cambio en mi vida con tanto descontrol social. Observando errores de mi vida podía cuidadosamente corregir esos pasos mal pisados, a veces causantes de graves caídas las cuales pueden ser tan fuertes que te sientas a respirar para poder levantar y seguir, lo próximo que debo hacer en esa caída en divisar ese porque caí, si es un obstáculo debemos apartarlo para que otro individuo no derrumbe como tú lo hiciste en un momento de descuido

-Mirad a tu alrededor que los obstáculos suelen ser grandes, pero otros suelen ser muy pequeños e indivisibles antes tus apurados ojos de desesperación-.


Cuatro faros en linea e igual seguia     perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora