Ahora sí, ella sí.

¿Mejorará?

Aguanté lo que quedaba de curso, lo aguanté como pude, diría que con todas mis fuerzas y más, ya al final llegaba el verano. Los niños cada vez que me veían no me dejaban en paz, así que ese verano no salí mucho de casa porque no quería que me molestaran y estar mal en todo momento, no fue tan duro como me esperaba la verdad. Llegaba el nuevo curso y yo estaba tan contento, porqué me preguntaréis, por el simple hecho de que esos niños ya pasaban al instituto y no estarían molestándome todos los días de este curso. Pensaba en que iba a ser feliz, que ahora sí que sí se olvidarían de todo esto sucedido.
El curso empezó bastante bien, no os voy a mentir pero eso fue los primeros meses, de repente un día por una red social vi que me llegaron muchísimos mensajes, cuando los abrí no me lo podía creer. Resulta que si me dejaron en paz en las clases, pero ahora los problemas iban a ser de puertas para fuera, resulta que comenzó mi mejor amigo a insultarme, me llamaba de todo.
- Eres un mierdas, niñato, tengo unas ganas de pegarte una paliza.
- Pero César, ¿Porqué me dices esas cosas?.
- Qué porqué, tú sabrás hijo de ****.
- No te hice nada, en ningún momento.
- Te vas a cagar subn*****, como te vea por la calle te rajo, la paliza va a ser grande.
- Pero César por favor, no te hice nada.
- Ya verás ya, no tengo más que decir gili******.
En ese momento yo no entendía nada, no sabía qué hacer, pensaba que porque se puso así conmigo, éramos mejores amigos y yo no le hice nada, lo único que le hacía era darlo todo por el, y ayudarle en todo momento, respetarle y cuidarle. Jamás le haría nada, es mi mejor amigo, ni se me pasaba por la cabeza, pero se ve que él, no pensaba así, ahora ya no tenía mejor amigo y estaba amenazado.