Lunes

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Hoy lunes 4 de febrero de 2017, Vriska Serket, una joven promesa, una niña muy espabilada de 6 años se encuentra junto a sus once compañeros en clase de la profesora Rose Lalonde...

- Muy bien niños, os voy a mandar deberés para casa... - Dijo Rose.

- Oooooooh - Replicaron todos al unísono.

- El trabajo será hacer una redacción sobre la persona que más admiráis. - Continuo Rose.

Entonces entre los niños se escucharon algunos murmurós...

- Seguro que Vvriska lo hace de ella misma. - Comento el pequeño Eridan mofándose de Vriska.

- ¡Hey eso no es cierto! - Dijo enfadada Vriska.

- Si seguro que lo hace de ella misma ¡porque es una egoísta! - Respondió la pequeña Terezzi.

- E-eso no es cierto. - Vriska estaba apunto de llorar.

- ¿¡Que!? ¿¡vas a llorar ahora!? - Dijo Terezzi burlándose de Vriska.

- ¡N-No! - Vriska intentaba aguantarse las lágrimas lo más que podía.

- ¡Vriska es una llorona, Vriska es una llorona! - Cantaban todos los niños al unísono.

La profesora Rose intento poner el orden pero entonces Vriska...

- ¡OS ODIO A TODOS! - Vriska salió corriendo de la clase llorando.

La pobre Vriska sola y confundía llorando por toda la escuela huyó hacia su escondite secreto en los columpios del patio... Un columpio en forma de barco pirata en el que sólo Vriska sabía entrar.

Las horas pasaron, Vriska lloraba y lloraba recordando aquellas palabras de Terezzi.

- Seguro que lo hace de ella misma ¡porque es una egoísta! - La frase dejaba de resonar en su cabeza sobretodo aquella palabra... "Egoísta"

A decir verdad, Vriska no era la mejor de las alumnas, se creía superior y se metía con todos, nadie se atrevía a hacerle frente, excepto Terezzi Pyrope, una de las mejores alumnas del centro que aunque tenía un problema con su visión, pues era parcialmente ciega, su sentido nato de la justicia la convertia en la "Heroína de los niños" dejando a Vriska como "la villana".

- Knoc Knoc - Dijo una voz mas al otro lado del fuerte.

- Dejame quiero estar sola... - Dijo Vriska abrazándose a si misma.

Entonces un par de brazos la abrazaron, eran de John Egbert, otro profesor del centro el cual le tenía mucho afecto a Vriska.

- ¿Terezzi otra vez? - Dijo John.

- Si - Respondió Vriska.

- Rose me contó, Vriska ya sabes cómo son tus compañeros, ignoralos - Dijo John entrando en el fuerte y volviendo a abrazar a Vriska.

- Pero y si tienen razón. - Respondió Vriska correspondiendo al abrazo. - ¿Y si soy una egoísta?

John no dijo nada, pues una sonrisa suya y un beso en la frente fue suficiente para que Vriska se calmara.

- Tu hermana a venido a recogerte, vamos te llevaré con ella. - Dijo John tomando a Vriska de la mano.

Cuando Vriska miraba a John veía algo que no veía en los demás profesores, algo que le agradaba mucho.

- Aquí la tiene señorita Serket - Dijo John dándole a Aranea a su hermana.

- Muchas gracias por cuidar de Vriska, no se como agradecérselo. - Respondió la mayor.

- No hay de que, además ella y yo nos divertimos mucho ¿verdad Vriska? - Dijo revoloteandole el pelo de manera cariñosa a Vriska.

- Si... - Dijo Vriska mirando a otro lado.

- Umm... - Aranea miro raro a Vriska y se despidió de John para después irse del lugar.

Durante el camino Vriska se dio cuenta de que no iban a su casa cosa que la intranquilizó.

- ¿A dónde vamos? - Pregunto Vriska nerviosa.

- Pues como mamá no está en casa y e quedado con Latula para estudiar tu te quedarás con su hermana Terezzi. - La gota que colmó el vaso.

Vriska golpeó la mano de su hermana forzándola a que la soltará y se fue corriendo con lágrimas en los ojos. Con Terezzi era la última persona de la tierra con la que quería estar, y sabiendo lo buen amigas que eran su hermana Latula Pyrope y su propia hermana ella sabía que la vería siempre a malas.

Aranea persiguió a Vriska por todo el barrio pero para su desgracia... la perdió.

Vriska corría pérdida la gente la miraba, algunos niños se burlaban de ella, algunos perros ladraban al verla, pero por fin llegó, a un lugar en el que sabía que estaría segura de su hermana y de Terezzi, ella toco a la puerta y....

- ¿¡Vriska que haces aquí!? - En efecto Vriska acudió a casa de John... el cual vivía con su padre.

- John - Vriska abrazo al mayor y se limitó a llorar.

John la miro y simplemente la cargo en sus brazos y la llevo a dentro de la casa. No era la primera vez que Vriska huía a casa de John, realmente con esta ya iban 5 veces en un mes. Vriska descubrió donde vivía John de manera accidental ya que un día tuvo que quedarse con el ya que ni su hermana ni su madre estaban en casa. A Vriska le encantaba pasar tiempo con John, pero a veces sentía que molestaba. En esta ocasión John estaba ordenando algo de papeleo así que sentó a Vriska en la cama de su habitación y fue a llamar a su madre.

- ¿Si? ¿Señorita Mindfag Serket? Si soy John... si está aquí otra vez... 30 minutos... vale se lo diré... no, no pasa nada... de acuerdo... vale Adiós. - Dijo John cortando la llamada. - En media hora vendrá tu hermana a recogerte ¿Quieres contarme que a pasado?

- No. - Vriska miro a otro lado y se abrazo a si misma para luego ser abrazada por John.

- Tranquila... - Dijo John acomodándola en su pecho.

Y sin darse cuenta Vriska acabo dormida para después despertar en su propia habitación en mitad de la noche.

- John... - Vriska volvió a cerrar los ojos con la intención de despertar para volver a ver a la persona que más admira... John Egbert.

La persona que más admiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora