Capitulo 3

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Bravo Yuri ¡Bravo!

¿Por qué actuaste así? ¡Sabes que no puedes patinar!

Volví al médico... ¡Volví al médico!

¿Saben que me dijo? Inyecciones y tabletas, ya me acostumbre a estas, pero me siento incomodo, me siento drogado, ya que estas tabletas me hacen sentir mejor, me quitan el dolor.

No quería salir de la oficina del doctor, no quería darle una explicación a Viktor, el porque me paso esto, tal vez ya lo sepa, porque Yuko se lo abra dicho, pero creo en ella, no se lo diría a nadie.

— Ya te pueden retirar Yuri –dijo el hombre de bata blanca, sentado-

— Muchas gracias

— Recuerda,, que si patinas, tienes que hacerlo con cuidado, no con fuerza –sonrió-

Salí de la habitación, ahí estaba es hombre sentido junto con ahí estaba es hombre sentido junto con Yuko, en unos asientos.

— Hola Yuko –Sonreí- ¿No te salude no?

— Vamos hablar cuando Viktor no esté aquí –arqueaba su ceja-

— No eres mi mama, no lo hagas – dije con toda tranquilidad-

— Yuri ¿Qué es lo que paso? –dijo la cabellera blanca-

— Ya te lo dije, no es de tu incumbencia.

— No te comportes así, no eres un niño, soy mayor que tu ten respeto, tu no eras así- dijo parándose al frente mío dejando el asiento vacío-

— Tú me volviste así, no te arrepientas por favor. –Dije tocando su hombro con mi mano, dando palmaditas-

— Por...

— Déjalo –sonreí - ¿Vamos Yuko?

— ¿A dónde? -Se pare-

— A mi casa, necesito a alguien que me lleve –Dije cojeando hacia ella.-

Yuko me ayudo, y me llevo a su auto, donde su querido esposo estaba esperando, Como iba a decirlo el también me regaño, Viktor se quedó callado todo el tiempo, hasta que llegamos a mi casa.

Entre a mi casa con ayuda de Yuko y su esposo, cuando llegamos a la sala de estar, ahí estaban ese trío, Yukio, Jeremy y Emi. Al verme se levantaron rápidamente y corrieron hacia mí, haciéndome casi caer.

— Paremos con el cariño, ¿Qué hacen acá? –dije entre risas-

— Yuko nos llamó y dijo que estabas en el hospital y corriendo, literalmente vinimos a tu casa, a esperarte –dijo Emi abrazándome- Me hiciste preocupar

Le corresponde el abrazo, no se quiere separar de mí, que puedo hacer... Que me abrace, no importa, se debió preocupar hartísimo.

— No podíamos quedarnos sin hacer nada, no preocupamos realmente. –dijo Jeremy-

— Jeremy se preocupó un montón por ti, no se tranquilizaba, bueno, yo también estaba como el... -dijo Yukio mirando a otro lado.-

— No les volveré a preocupar lo siento.

— Además que hacías ahí, sabes que es malo para ti. –Dijo Yukio mirándome-

— Solo tuve ganas de volver a hacerlo. -

— Yuri... -dejo de abrazarme-.

— ¿Si?

— ¿Quién es ese hombre lleno de canas? –pregunto Emi-

Querida matarme de la risa, echarme al suelo, quería aguantar la risa que estaba por mostrar, no puedo. En ese momento me eche a reír, como si nunca lo hubiera hecho.

No podía parar de reír.

— Su cabello es así Emi –dije entre risas-

— ¡Oh! ¡Lo siento! –Bajo su cabeza- ¡Eh! ¡Yuri no te rías!

Estuvimos todo la tarde sentados, Yukio, Jeremy y Emi le preguntaba muchas cosas a Viktor, el les respondía dulcemente, creo que me equivoque.

¿El cambio? Si es así, podría volver a confiar en él, pero como estoy seguro.

El susurro que lanzo por sus labios... ¿lo escuche bien?

¿Fue dirigido a mí?

¿Cómo la sabré?

No tengo los huevos para preguntárselo.

Sin darme cuenta ya era de noche, Jeremy, Yukio y Emi se fueron a sus casas, Yuko los llevo.

Viktor estaba sentado a lado mío, la habitación se había vuelto incomoda, por suerte Yukio ni Jeremy mencionaron lo de natación, sino ya estaría muerto.

Viktor se paró y puso al frente mío, extendió su mano.

— Vamos, Te llevo a tu cuarto.

Estaba por tomar su mano, pero de repente se escucha como la puerta de mi casa se abre de golpe.

Una cabellera rubia se paró a lado de frio.

Sin darme cuenta, Yurio había llegado a Japón.

A el también lo odio, sé que él no tiene la culpa, pero lo odio, porque en un principio, Viktor siempre estuvo a su lado, porque siempre lo apoyo, nunca le deseo el mal, porque...

Yurio es su Ágape.

No yo.

Solo soy Eros, un hombre adicto y experto en el sexo, pero no en el amor.

Cambie tanto que soy el verdadero Eros.

No soy el mismo Yuri de antes.

— Viktor, hola –dijo Yurio-

Sin darme cuenta, Viktor se dio la vuelta, haciendo que todo su cuerpo mira a Yurio.

Yurio agarro el cuello de Viktor, y lo atrajo hacia él.

Adivinen que hicieron.

Tin tin tin tin.

¡Correcto! Se besaron.

Y no cualquier beso. ¡Uno francés!

Para ser sincero, Yurio no sabe besar con lengua, seguramente es un asco en besos, además de que debe ser el que hace de mujer.

¿No que en Rusia es mal visto la homosexualidad?

Son unos criminales----

Ya paso un minuto, Yurio esta morado.

Por Dios si no aguantas tanto tiempo, no beses, hombre que estas súper morado.

Yo simplemente sonreía ante esa acción, Viktor está en una buena altura, sabe besar lo normal, en cambio a Yurio, besa un asco, no sabe aguantar aire, sinceramente no me gustaría ser su pareja.

¿Creyeron que me iba a afectar?

¡Por favor! Tengo un montón de mujeres detrás de mí no necesito a nadie más, solo yo.

Vi como Viktor se separaba con un poco de brusquedad, Yurio solo estaba rojo.

— ¿Terminaron? Por favor, solo duraron 1 minuto y medio, no es mucho pero es algo, bueno si me disculpan tengo que ir a mi cuarto, a y por si acaso, las paredes son delgadas no hagan cosas sucias.

Seguidamente me pare, y empecé a caminar hacia mi cuarto, obviamente cojeando.

¿Debería de mostrar mis sentimientos?

Me miento a mí mismo, eso no es bueno.

Ya que tengo ganas de llorar, ahora.

No sé por qué.

¿Me destruyo el corazón? ¿No dije que tenía a otras personas?

Pero... porque me siento así, débil, yo no soy así.

Yuri, lo más seguro que hagas ahora es ignorarlos, no dejar que te vuelvan débil.

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Me rindo. //Yuri on ice// BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora