Con todo mi amor.

34 7 3
                                    

–En este gran futuro no puedes olvidar tu pasado. –Con lágrimas en los ojos, abrazo a mi madre.

–Pronto, mami, nos volveremos a ver. –Trato de reconfortarla con seguridad en mi voz.

Estoy aterrada. Lo estoy dejando todo: mi familia, mi hogar, todo lo que he querido; todo por un futuro mejor, un futuro mejor para todos.

Así comienzo mi andar solitario entre la gente, sin mirar atrás, con la inquietante sensación de que cada pedazo de mi corazón se rompe, agudizando mis sentidos.

Cada nueva oportunidad es un regalo de la vida; aunque muchas veces resulta injusta, de vez en cuando nos sonríe.

Agárrate mundo, voy por ti.

Unas semanas después de mi partida, encuentro una carta de mi madre. Debido al desorden de la mudanza, estaba debajo de miles de objetos y casi la boto por error.

"Hola, cariño, estoy segura de que ya han pasado días desde que llegaste y ahora es que notas esta carta".

Me río, ella me conoce.

"Por favor, no dejes que el desorden te consuma, no crees una montaña de platos sucios".

Veo hacia la cocina, luego de leer lavaré los platos.

"Ahora estas ahí, parada en medio de la nada o en el medio del todo, probablemente sin saber qué hacer; pero yo sé que lograras superar todos los obstáculos que se te aparezcan, obviamente. Te crié para eso".

–El ego –digo mientras siento las lágrimas rodando por mi cara.

"Es normal sentir miedo y que desees ser indestructible, no fallar y ser perfecta; pero, cariño, así no funciona la vida. No te dejes pisotear por nadie, ni que nadie te grite; la única en el derecho soy yo, pero no lo recuerdes con rencor, sino con amor, porque todo lo que hecho es para tu bien.

Libérate, sólo así  podrás ser feliz. La vida es dura, te golpea lo suficientemente fuerte para dejarte en el suelo, pero no lo suficiente para que no te pares y sigas.

Llora tus derrotas, disfruta tus triunfos, pero supéralos y sigue. Experimenta la tristeza, la felicidad, pero no en exceso, debes aprender a mantener un estado neutro. Conócete, ámate, vive.

Y si te sientes sola, si sientes que no puedes más, recuerda algo: yo estaré siempre para ti, en las buenas y en las malas, con todo el amor que pueda dar.

Recuerda mis consejos, y si algún día dejo de estar contigo en este mundo, te cuidaré desde el cielo, pero no nos pongamos tristes con eso, que ahora lo que me sobra es vida.

Ve y cómete el mundo con tus ocurrencias y exceso de sinceridad.

Por cierto, si te vas a conseguir un novio, más te vale que sea lindo. No quiero nietos feos".

Termino de leer entre lágrimas y risas, agradecida por la excelente madre que tengo.

Decido terminar de arreglar todo, y aunque ella no está cerca para verme, sé que estará orgullosa de mí.

Agarro mi celular y le mando un mensaje de texto a mi hermano.

"Pórtate bien, mocoso, y trata bien a mamá. Te quiero".

Estoy retada. Concurso Vivirlocamente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora