Sin mirar hacia atrás

La avenida de mi vida

Caminando por la calle de un final inesperado,esperando una luz que me permita avanzar, el destino me indicará cuando debo cruzar pues sin salida estoy o cruzo o me voy. Al final llego la decisión de caer en la tentación y luego de ver varios autos pasar supe que no podía esperar más.

Había llegado al otro lado pero algo me estaba tocando la mano, un humano parecía que me decía no te rindas y así fue. Luché contra mis instintos y logre despertar de esa triste maldición sin final, de esa guerra contra la luz que logre ganar pues aún no era mi momento final y quizás tenga un rato más como para poder contar esta anécdota que me hizo pensar.

Cuando llegué al hospital pues me hicieron esperar al ver que estaba sano y que podía respirar. Me dejaron de lado, como en toda mi vida, no me dieron importancia y en la camilla me tiraron. Con un hilo atado cosieron mi lado más lastimado y paso a paso me iban analizando pero no encontraron rastro de nada lastimado solo heridas que el asfalto había dejado.

Por lo interno me vieron desangrado de un amor inesperado que rompió mi corazón y como olvidar de ese triste dolor que hizo un temblor por todo mi cuerpo y como si fuese fantasía ahí estaban ayudándome en la esquina y por primera vez me sentía importante y me puse a pensar que quizás hay que morir para poder vivir aunque no todo es el amor sino que la salud es lo primero y lo más importante de nuestro cuerpo.

Este choque me hizo pensar en aquello que estaba haciendo mal y que podía reparar, una enseñanza me hizo razonar que quizás la calle represente mi vida y que el auto mis errores que quizás era tiempo de pararlos y comenzar de nuevo.