Mis sentidos se apagaron por un instante, mi mente viajó hacia mi infancia y recordé ese dolor de niño enamorado. Volver a sentir esa frustración de no poder estar con quien uno quiere. Debía reaccionar lo antes posible sino se daría cuenta de que tenía a un enamorado frente a ella. Poco aire me quedaba, la desilución se llevó el resto pero solo pude parecer tranquilo y amigable.
-Hola cómo están?-Fue la primera tontera que se me había ocurrido. Ella me miraba sin enteder de qué habla a su novio pero él era bastante obvio. El hombre que se enamoró, te salvó la vida para que puedas casarte con otro.Sin mucho más que conversar bajaron antes y cuando la saludé, miré sus ojos y comprendí que solo era un acto fallido donde el único que perdió fui yo.
No la volví a ver y bueno así es la vida, no queda otra que seguir adelante.
Bajé y fui a trabajar como todos los días. Saco, corbata, zapatos en fin un hombre de oficina común y corriente. Me dedicaba a imprimir impuestos, colocar planillas de sueldos, firmar cheques y muchas tareas más que tenía que terminar en mis 8 horas diarias de trabajo. Mi oficina era lo mejor que tenía mi trabajo. Tenía vista al océano, que me ayudaba muchas veces a despejarme, un cuadro de mi madre donde mostraba una foto de mi familia y lleno de recuerdos de trabajos anteriores.
Pasé por diferentes empleos por ejemplo fui vendedor de autos y en mi oficina se encontraba la fotocopia del primer recibo de venta que había realizado.
También fui maestro y pensaba que eso sería lo mejor pero me di cuenta que mi paciencia se agotaba poco a poco.De este trabajo tengo el recuerdo de una foto donde están mis estudiantes del último año y recuerdo a cada uno de ellos.
Fui además administrativo en muchas empresas y por último llegué a este trabajo.
Por lo general siempre visito a mis padres y siempre intento comprenderlos. No debe ser fácil ser padre y más cuando tus hijos no hacen lo que les pide. Pero bueno más alla de todos los problemas nos llevamos bien.
En la misma empresa trabaja mi mejor amigo Pedro pero él está con mejor ubicación dentro de la empresa que yo. Ambos nos conocemos de niños y hemos estudiado siempre juntos a diferencia que el gana más dinero que yo.
Termina el día laboral y yo regreso a casa a reencontrarme con mi cama que me pide a gritos que vuelva. Luego tomo la mediatarde y ordeno toda mi casa.
Algo que me encanta hacer y sobre todo lo necesito es correr y siempre exigirme todo lo que pueda. Una vez leí que si luego de entrenar no estas cansado es que no has entrenado bien. Así es que entreno lo más que pueda.
Luego de hacer mi actividad física y de bañarme ya estoy listo para mi encuentro con mis sábanas. Es momento de descansar porque mañana comenzará una nueva aventura.
El trabajar no me molesta pero el trabajo sí. Una de las pocas ventajas que tiene es que en mi oficina estoy solo. Disfruto del silencio matutino y que nadie hable cuando estoy trabajando pero ese día todo iba a cambiar.
- Martinez puedo consultarle una cosa? Dijo mi jefe.
-Sí jefe no hay problema.
-De ahora en más tendrá compañía, le presento a Macarena.
No pude reaccionar ya que mi enojo por quitar mi espacio iba creciendo. Pero de repente entra una nueva chica. Se veía culta y buena persona, pero sobre todo muy bonita.Me miró y sonrió y se sentó en su lugar. Tal vez Macarena llegó en el mejor momento, me ayudará a olvidar a la chica del colectivo.
-Hola.-dijo con una pequeña sonrisa que iluminaba la oficina.
Comenzó la conversación y sin darme cuenta me fue interesando aún más.
Me preguntó sobre mis gustos y demás.No podía creer que fuera tan simpática. Esta vez no me quedé callado. La invité a cenar.
-Te gustaría ir a cenar algun día?
-Claro qué te parece esta noche?-dijo ella.
-Me parece perfecto. A la salida del trabajo iremos al restaurante de aquí a la vuelta.Fue una noche fantástica y hace mucho no me reía hasta que me preguntó-Por qué en el trabajo dicen que sos un héroe?
No supe que decir, me quedé sin palabras.
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Te veo y no me animo
RomanceEs el hoy No hay mañana Ama hoy Disfruta hoy Vive hoy No tengas miedo de arriesgarte Todo pasará