V

1.7K 201 18
                                    

- ¡Derek! Joder, ¡Derek!- Gritó Stiles con todas sus fuerzas.

El nombrado soltó un suspiro lastimero, acercándose a su novio con una carita de cachorro herido muy impropia de él, pero con el tiempo había aprendido a usarla como su mayor arma.

- ¿No te dije que sacaras la basura? - Reprendió molesto, señalando el cesto, el cual estaba más que lleno.

Derek asintió sin mirarlo a los ojos, fingiendo estar arrepentido, aunque en realidad le importaba poco.

Stiles siguió parloteando, reprochando que lo único que tenía que hacer en la casa era tirar la basura, barrer y lavar los platos. Cuando Derek se cansó de oírlo, se acercó con brusquedad a su cuerpo, tomándolo por la cadera y acercando sus labios tentativamente.

Pero cuando estaban apunto de besarse, Stiles giró el rostro, consiguiendo que los labios de su novio se estrellaran contra su mejilla.

- No puedo besarte si hay olor a basura.- Comentó burlón, girando levemente el rostro, haciendo una mueca de superioridad.

El castaño se regodeó, al sentirse con algo de poder. Pero Derek no se hizo esperar, podía soportar algunos regaños, ¿pero impedirle disfrutar los labios de Stiles? Eso sí que no lo permitiría.

Los labios del moreno se movían con suavidad sobre los de Stiles, queriendo que nunca se separaran. Derek separó las manos de su rostro, para, en menos de un segundo, arrastrarlas hasta las caderas de Stiles, apretándolo contra su cuerpo, disfrutando la cercanía que sólo él tenía permiso de romper.

La barba de Derek picaba y escocía los labios de Stiles, pero lejos de molestarle, le excitaba más. Los labios de Stiles eran dulces, pequeños, finos, perfectos.

Derek fue el que se separó, sosteniéndolo aún por el rostro, sonriéndole con ternura; mientras que Stiles simplemente reía y se acostaba en el pecho de su novio, dejándole suaves besitos en el pecho descubierto, a lo que Derek sólo sonreía y lo abrazaba con más fuerza, escondiendo su rostro en el cuello de Stiles.

El moreno, aún con sus manos enganchadas en la cintura de Stiles, comenzó a mecerlo de lado a lado, mientras se abrazaban sin demasiada fuerza, queriendo sólo sentirse.

- Tienes que ir a trabajar.- Susurró Derek; y contrariado, abrazó con más fuerza la espalda del contrario.

- Nooo - Se rió Stiles, negándose a a separarse. - Un poquito más.- Rogó en un susurro con voz aniñada, haciendo reír también al moreno.

Se volvieron a besar sin problemas, pero antes de que las cosas se pasaran a segundo plano, Stiles echó a correr, cambiando su pijama de Batman por algo más presentable, debía ir a la cafetería.

Stiles había comenzado un curso intensivo de informática, por lo que era poco el tiempo que podían pasar juntos; aunque Derek le había ofrecido un puesto en su empresa, el castaño se negó, aclarando que no le interesaba nada el tema, y que si trabajaba con números, prefería que no fueran los de un anciano.

Derek se ofendió por ello, y lo hizo pagar esa noche...

Para cuando Stiles terminó de arreglarse, Derek ya se había afeitado y colocado su traje.

"Mierda" pensó Stiles "Está buenísimo"

"Y es mío" Pensó después.

Se apresuró a cruzar la puerta, parándose en el medio del camino, extrañado de que Derek se quedara plantado dentro.

"Mierda" había pensado Derek, "Qué culo"

" Y es todo mío" Pensó después.

Con una sonrisa, se acercó también a su auto, no sin antes apretarle el culo a su novio de pasada, consiguiendo una queja de su parte.

Ambos subieron al Camaro negro, el cual, con resistencia de parte de Derek, muy inútil en realidad, terminó lleno de discos de las bandas favoritas de Stiles.

No conversaron durante el viaje, no todo eran charlas y risas: a veces, sencillamente, disfrutaban del silencio, del leve ambiente que Coldplay hacía más ameno. Llegaron al café mucho más rápido de lo que Derek habría deseado, y sin notarlo, estaba tomando la mano de Stiles con fuerza, impidiendo su salida.

El menor acarició los vellos del torso de su mano, con ternura, pues de vez en cuando, se sorprendía encontrando actos tan infantiles en Derek, y sentía que cada día descubría una nueva faceta de él.

- Nos vemos Der, ¿estarás en casa? - Preguntó con voz relajada, casi en un susurro.

Derek no respondió, asintió tan levemente que otra persona que no fuese Stiles no lo habría notado. Pero era Stiles. Y él entendía.

Se acercó muy lentamente y besó su mejilla, quedándose unos segundos y disfrutando la textura de su barba. Cuando se alejó susurró un muy leve "adiós" y salió del flamante camaro, caminando a paso acelerado hacia la puerta trasera del café.

Derek no dijo nada, de hecho, se quedó tieso en el lugar unos segundos, completamente en blanco, pero tan feliz que no necesitaba pensar.

No dijo nada porque no era necesario, simplemente, la magia estaba en el aire.

Fin.








The Magic is in the Air.  •Sterek•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora