Ela despertó cuando la puerta del salón se abrió.
Desde que era una niña sus padres acostumbraban llevarla a la escuela hasta una o dos horas antes de que las clases dieran inicio. La pequeña Ela terminaba durmiéndose sobre su escritorio hasta que algún profesor o compañero llegaba.
La costumbre la tenía dormida sobre su pequeña mesa. Sus rizos rojizos se desparramaban sobre la mesa. Cuando tuvo la suficiente fuerza para levantarse se encontró con su profesor sentado sobre su escritorio mientras bebía un poco de su termo.
El profesor Owen siempre le había agradado, su carácter cómico y divertido le llamaba mucho la atención. Cuando la encontró dormida sobre esa mesa por primera vez la había despertado para compartirle un poco de su té.
-Buenos días Señorita Bianchi ¿Que tal su verano?
-Normalmente agradable- Ela peino su cabello antes de tomar su bolso y sacar un par de barras de avena- ¿Mora o fresa?
-¿Sabes? Aunque me encanta compartir mi desayuno contigo estoy seguro que no apareces en mi lista este año- Owen tomo la barra de fresa y la abrió antes de darle una gran mordida- ¿Que haces aquí? Y no me digas que te has enamorado de mi porque te recuerdo que estoy felizmente casado y soy tu profesor lo cual es un poco "ilegal"
-No aparezco en la lista de nadie- Normalmente Ela habría bromeado sobre el tema "enamorarse del profesor" pero despues de aquella noche no lo sentía bien, se encogió de hombros ante la idea- Pensé que podría estar en su grupo
-¿No apareces en la lista de nadie?- Ela negó antes de tomar un sorbo de té. El sabor la obligo a cerrar sus ojos- Limón con canela, nuevo sabor lo siento
-¿Limón con Canela?
-Mi hija lo compro en Chicago, al parecer es bueno para los riñones- Owen le quito importancia al tema con una sonrisa despreocupada- ¿Como va tu tesis?
"¿Como va tu tesis?"
Su tesis simplemente no iba y eso la hacia sentir mal.
-Va. Estoy trabajando en una "antología"
-¿Antología? ¡Me gusta! Ya casi nadie va sobre lo clásico
-¿Sí? Pues a mi no me convence mucho
-Pues eso es una mala señal- Owen miro su reloj antes de limpiar el escritorio- Lo que sea que hagas debe gustarte a ti antes que a nadie ¿Como vas a presentarlo ante el mundo si no te gusta?
Ela no dijo nada, lo observo escribir en la pizarra y cuando termino su té volvió a su asiento. No paso mucho tiempo antes de que la campana sonara y sus compañeros entraran a la pequeña aula.
Las clases de Owen eran sus favoritas y aunque no estaba en la lista de asistencia estuvo más participativa que nunca. Ese era su ultimo año y su titulación iba a ser mediante tesis. Su mente se detuvo cuando el recuerdo vino a su mente.
Convencer a sus profesores que su antología era diferente le había costado mucho. Y cuando por fin le dieron el visto bueno empezó a dudar de todo.
Tener una crisis existencial cuando tienes veintitrés no es la mejor idea del mundo.
Detenidamente y completamente fuera de la clase que estaba sucediendo frente a ella, observo a Owen. Su amistad nació despues de compartir tantos desayunos. Había aprendido ya mucho de aquel hombre frente al salón.
Owen había sido guionista y escritor en una compañía de cine muy grande y aunque nunca le había compartido el nombre, Ela ya tenia una lista de opciones viables. Después de casarse con una agradable escritora se habían mudado a Nueva York donde él empezó a dar clases de Literatura Inglesa. Su esposa Samantha también daba clases en la universidad.
-Cuando tienes un nombre y haz hecho tantas cosas, ya no te piden mucho conocimiento- Le había dicho él- Lo único que de verdad extraño es mi ciudad.
Eso fue lo que los hizo amigos al inicio, ambos venían de Los Ángeles y ambos sufrían en Nueva York.
Ela siempre le había tenido cierta admiración, Owen era un hombre talentoso y brillante que trabajo toda su vida en lograr ser alguien. Probablemente no había tenido tantas crisis existenciales como ella.
Un golpe en la puerta del salón la devolvió a la realidad. En ella Owen y Jason charlaban animosamente, antes de que Ela pudiera siquiera sentirse nerviosa o mareada ambos se detuvieron a observarla.
-Ela por favor ve con el profesor Seare, apartir de ahora perteneces a su grupo-Owen sonrió antes de negar con la cabeza.
LO SABE
El camino de su lugar a la puerta le había parecido eterno y lo único que rogaba era no tropezarse. Gracias a dios sus compañeros habían sido muy maduros para no hacer ningún comentario, simplemente le regalaban sonrisas mientras pasaba. Cuando llego junto a los profesores se quedo estática. Sentía los latidos de su corazón mientras bombeaba sangre. Podía jurar que todos los escuchaban.
-Al parecer la situación de tu grupo se arreglo- Ela no pudo descifrar el tono de Owen, asintió lentamente- Ahora perteneces a su grupo ¿Ok?
-Ok
Con una cálida sonrisa Owen la despidió y cerro la puerta.
Y como si la hubieran enviado junto a un lobo, Ela quiso llorar.
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Mystery
Fanfiction"¿Cuando fue la ultima vez que fuiste valiente?" ¿Quién sabe qué camino soplará el viento? Bebé, es un misterio