Sábado, 19 de febrero, 09:23
Una mañana pálida, apagada. Ya terminó lo bueno.
Las llamas del ayer dejaron las cenizas en el cielo, haciendo que este cobrara un color gris.
Sucio.
Aburrido.
Agotado.
Me levanto de la cama enrollada.
Miro a mi alrededor. Todo está igual que ayer.
Igual a hace una semana. Igual que siempre.
Solo veo un rayo de esperanza en un rincón de mi mesa.
Mi Amigo A.
Qué digo. El único amigo.
Un compañero de madera con cuatro cuerdas finas y agudas, acompañado con un fino arco de fibra de carbono.
Hemos estado juntos durante mucho tiempo.
Me pongo de pie.
El suelo está frío. Más frío de lo que pensaba.
Estaba muy débil en ese momento. Notaba mi cuerpo cansado, agotada por el día de ayer.
Después de un gran incendio hay muchas cenizas.
Ayer interpreté mi mejor obra en uno de los concursos más importantes de Europa.
A pesar de los nervios lo hice bien.
Brillé.
Ardí en las llamas de las emociones.
Pero ahora puedo ver que incluso las cenizas son más peligrosas que el incendio.
Rozo la primera cuerda.
No ha pasado nada.
Pero no culpo a nadie
¿Qué era lo que quería que pasara?
Porque mi vida cambió cuando conocí a la música.
Porque desde que la conocí pude ver cosas nuevas.
Porque hubieron sorpresas.
Porque conocí personas y lugares.
Pero parece que hasta aquí llega.
La música ya no me inspiraba más.
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Winner
PoetryGané. Gané lo que pensaba que era mi razón de mi vida. Gané lo que todo el mundo deseaba. Pero ¿Por qué pierdo lo más importante?