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Mirt's POV

Las lágrimas salieron de sus ojos.

Esos ojos que a los que tanto quería agradecer.

Unas llamas rojas cubrieron su cara. Sí, esos cabellos desordenados que tenía.

Parecía tan inofensiva y vulnerable.

No ha cambiado nada durante todo este tiempo.

"Ahhh! Perdona...Es que...De repente fueron demasiados recuerdos nostálgicos y...Lo siento."

Dijo mientras se secaba las lágrimas.

Yo le tendí un pañuelo.

"Ajaja...Hoy parece que me has hecho llorar varias veces."

"Lo siento."

"Tranquilo. Es que la edad me ha vuelto más sensible. Y además, fue vuestro concierto el que me emocionó."

Dijo mientras intentaba sonreír con su rostro empapado de lágrimas.

"Gracias por venir a la boda."

Arlet's POV

Después de 8 años no he cambiado en nada.

Echándome a llorar delante de Mirt.

Él si que es una buena persona. 

Paciente, amable y con un gran corazón.

No merezco el ser su amiga.

Me tranquilizo y respiro hondo.

"Gracias por venir a la boda."

Dijo cuando se levantó.

Hice lo mismo y le di un toque en el hombro.

"¡No podría perderme por nada del mundo la boda de mi mejor amigo!"

Dije con una sonrisa.

Así es.

Ya había dicho adiós a esa niña de rodillas heridas.

Ya soy un poco más mayor, por lo menos de edad.

.

.

Un día cualquiera.

Un lugar cualquiera.

Una hora cualquiera.

Dos jóvenes problemáticos acababan de bajar las escaleras fuera del teatro.

Ángela estaba en la avenida, conversando con una amiga.

"¿Nos volveremos a ver?"

"Claro." respondió él alegremente.

Habíamos intercambiado números de teléfono.

Y después de hablar un poco más llegó el momento de despedirnos.

"Bueno. Ha sido un placer el asistir a su boda."

"Tranquila, Arlet. Nos agradó mucho tu estancia."

"Adiós."

"Adiós."

(Un adiós no es un final)

La pareja se fue en su coche de última moda.

Yo en taxi.

Miraba las luces de las farolas, encendidas a pesar de ser las 19:00 de la tarde.

Veía los escenarios pasar.

Casas, edificios, calles, personas, paisajes...

No me había alejado tanto de lo que realmente amo

¿Entonces sí había cumplido la promesa?

Sin arrepentimientos.

Amando las cosas que quiero.

La música seguía de mi lado.

Mi viejo y buen Amigo A.

Mirt.

Ángela.

Ángel.

Carls.

He conocido a muchas personas, aprendido tantas cosas, conversado de tantos temas, vivido con tanta ilusión.

¿Por qué me doy cuenta ahora?

Nunca tuve límites.

Nunca me separé de lo que amaba.

El taxi se para en mi calle, y diviso a lo lejos a Carls con una bolsa de la compra y Mitti acompañándole.

Yo solo me bajo del vehículo y abro la puerta del portal mientras Carls y Mitti bajan la calle.

Miro al cielo meditando un momento sobre mi camino.

"He cumplido mi parte de la promesa, Mirt.

 Y tú has cumplido la tuya. 

¿Significa que los dos hemos triunfado?

¿Eso no nos hace ganadores de la vida?"

.

.

.

La brisa es fresca en Berlín, las prendas de ropa tendidas hacen melodías con su movimiento.

Y en un pequeño rincón de Alemania, una chica pelirroja con tacones y vestido negro

Se dio cuenta de que realmente era feliz.