La familia Akabane

Intentos por tu atención (parte 2)

El plan de Melina era sencillo haría lo mismo que hizo con Akiri pero lo primero sería hacerse su amiga para que confiara en ella.

Durante días vio como Yami recogía a Ai de la Universidad un dia lo siguió y encontró la cafetería donde trabajaba.

En una determinada hora Ai se iba de la cafetería, al planearlo bien un día entró después de que Ai se fuera, se sentó en la mesa.

Judai al no conocerla de vista no la reconoció y la atendió como cualquier clienta, luego de ordenar lo que quería pidió que Yami se lo trajera.

Yugi quién estaba de visita la observó desconfiado apesar de no conocerla tenía una mala espina de ella, Yami dándose cuenta de ello prefirió tener la Guardia en alto.

Aquí tiene su pedido señorita -dijo sereno dándole su capuchino-

Puedes llamarme Meli ¿y tu nombre es? -pregunto con una sonrisa coqueta-

Soy Yami un gusto Meli-san -contestó amablemente dandole una seña a Yugi sin que ella lo notará, Yugi al entender a su hermano le tomo una foto con su teléfono celular a Melina- disculpe pero debo seguir con mi trabajo permiso -diciendo eso se fue-

Paso 2 semanas y siguió con su rutina iba a la cafetería después de que Ai se iba y hablaba con Yami así ganándose su confianza.

O eso creía.

Llego un dia como cualquier otro y fue a la cafetería ese dia llevaría a cabo el inicio de su plan, se sentó y Yami la atendió como siempre.

Buenas tardes Meli-san -saludo entregandole el menú- ¿que desea el dia de hoy?

Hola Yami quisiera un helado con frutas y tal vez una cita contigo -contestó haciendo que Yami la mirara sorprendido-

¿una cita conmigo? -pregunto y ella asintió con una sonrisa-

Exacto ¿te parece mañana a las 4? -Yami la miro y asintió- bien te veo aquí mañana

Claro -contestó con una sonrisa fría-

Al día siguiente Yami estaba en el lugar indicado a la hora indicada, Melina llego al poco después, a petición de ella fueron a la feria.

Al llegar sucedió exactamente lo mismo fueron al puesto del hipnotista, ella debía salir de la tienda para no ser hipnotizada así que sólo quedaron solo el hipnotista y Yami.

Halaki-san ¿usted cree en el hipnotismo? -pregunto el hombre-

Bueno debo admitir que si un poco -contestó con una sonrisa-

Entonces intentaré hipnotisarlo -Yami rio un poco-

No lo va a lograr yo soy especial -contestó con una sonrisa- pero adelante le concedo el beneficio de la duda

Muy bien observe este colgante -le dijo elevando un collar de una piedra peculiar, Yami lo observó después el empezó a moverla- escucha Yami Halaki al observar este reloj entraras en trance la mujer que vino contigo se volvera la mujer que amas esto se revertira mañana en la mañana, al chasquear mis dedos empezará el trance, ahora -chasqueo los dedos y Yami miro el piso-

Hubo silencio.

Eh...asi que de eso se trata -dijo sonriendo mientras aún miraba el piso- buen intento pero...conmigo no funciona -el hombre lo miro extrañado mientras Yami sonriendo subía la mirada-