La familia Akabane

¿Yuuto?

En la casa Akabane-Shiota era común ver animales en los pasillos aveces, eso llevaba a que Ai al tener un corazón tan inocente los rescataba.

Ya sean perros, gatos e incluso se metía a los zoológicos que maltrataban animales para sacarlos de ahí, para después mandarlos a su habitad de nuevo.

Pero Karma ya se estaba hartando de que su casa pareciera mas un refugio animal de rescate, entendía que su pequeña amara los animales pero ya estaba empezando a hartarse.

Nagisa por su parte no le molestaba muchos de los animales ya que siempre lo ayudaban y eran domesticados, pero ya le habían dicho que debía tener cuidado por el bebé.

Yudai y Daichi ayudaban a si hermanita con sus rescates y ocultar a los animales pero no lo hacían por devoción como ella.

Era más por el chantaje que la pequeña pelirosa les hacía a sus hermanos, si se trataba de esas cosas ella incluso superaba a su padre en su edad.

Ya en la actualidad ellos estaban escondiendo otro animal salvado por su hermanita pero la diferencia es que este era "ligeramente" más grande que todos.

Escondanlo en el cuarto de las cosas del jardín -susurro la pelirosa y ambos chicos asintieron escondiendolo ahí- gracias ahí está su comida y agua estará bien

Ai entiendo tu amor por los animales pero debes entender que hay amores excesivos ¡como este! -grito Daichi mirando el animal grande que tenia frente a el-

Shhhh! No grites Dai-onii -le dijo Ai preocupada-

Pero...si estamos solos en casa papá y papi no están -dijo Yudai sonriendo un poco nervioso-

Lo se pero a Mika no le gusta los ruidos fuertes -excusó mirando a los dos chicos-

Claro pero no vaya ser que haya ratones en casa porque sino estamos en un buen lio -dijo sonriendo Daichi-

Jeje no los convoques aveces cuando dices algo se cumple Dai -dijo Yudai mirándolo-

Bueno Yu no es culpa mía que ellos vengan a mi llamado -dijo riendo un poco-

Chicos ayúdenme Mika no entra -dijo Ai-

Bueno considerando su tamaño no me sorprende -dijo Daichi-

¿Que hacemos ahora? -pregunto Yudai-

La meteremos en mi cuarto -dijo Ai sonriendo-

Hermanita se que tu intención es pura pero papá podria verla ahí -dijo Daichi-

Y si la ve puede que no le guste -dijo Yudai- ¿cuando vendrán por ella?

Mañana a las 9 -dijo mirando a sus hermanos-

Entonces de la nada se escuchó un claxon de auto y los tres chicos se helaron, eran sus padres.

El siguiente claxon fue tan fuerte que Mika se asustó y corrió hacia de donde venia el sonido, los tres hermanos corrieron tras ella.

Nagisa y Karma volvían de una cena cortesía de este último para no dormir en el sofá esa noche ya que había hablado de nuevo de más.

Cuando bajaban sintieron cómo la tierra temblaba y al levantar la cabeza vieron a un "animalito" corriendo a ellos, fue tanta la sorpresa de Nagisa que se desmayo.

¡Mika alto! -grito Ai sonando un silbato que cuando sonó ella se detuvo-

Karma con Nagisa en brazos miro molesto a sus tres hijos, quien dos de ellos se escondían detrás del animal.