Extra4: "Venganza"

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Habían pasado varios meses desde la muerte de Susan. Faltaba poco para año nuevo, tengo que olvidarme de ella.

Había estado matando a gente mala, pero con el tiempo daba igual a quién matara.

Ahora me encuentro solo, de nuevo. Todo por culpa del deforme de Jeff.

Pasaron días y días, a cada rato pensaba cómo hacer para encontrarlo y cómo matarlo. Se merece dolor absoluto.

Y, adónde se pudo esconder ese infeliz?

Decidí irme de la casa que compartía con Susan, lo único que llevaba conmigo era un cuchillo.

( * * * )

Otro año y unos cuantos meses, y ese hijo de puta todavía no da señales de vida.

Fui de pueblo en pueblo, preguntando, buscando, investigando. Nada.

O realmente yo soy muy inútil, o el pendejo se escondió bien.

Llegué a una ciudad, alquilé un apartamento. Pasaron los días, por lo que escuchaba en la ciudad, hay un bosque, y raramente hay muchas masacres...

Salí del apartamento y me fui a una cafetería.

Cuando entré, pedí mi café y me fui a sentar en una mesa.

Después de unos minutos, trajeron el café.

Estaba tan ocupado, pensando en cómo lo encontraría, que apenas escuchaba los ruidos a mi alrededor.

Pero una voz de mujer me hizo dar la vuelta a ver.

Esa mujer yo la conozco. Mientras esperaba por su pedido, se dio la vuelta y me vio. No hizo ninguna cara, nomás se quedó mirando.

Le di vuelta la cara, mirando a la ventana.

—Pasó mucho tiempo, o no? —dijo esa voz que había reconocido minutos atrás.

—Tres años? Cuatro? —dije, esta vez mirándola.

—Puede ser—se encogió de hombros, y se apoyó en la mesa.

—Al grano, tenés noticias de Jeff, o no, Jane?! —pregunté casi gritando, pero la gente estaba muy metida en lo suyo.

Ella se sonrió y se separó un poco, dispuesta a irse. Pero antes de que lo hiciera, se acercó a mi cara y siguió hablando.

—En un bosque de la ciudad, en una cabaña—se alejó—, pero estate atento, no está solo—dijo sonriendo y se fue.

En un bosque? Acaso hay más de uno?! Bueno, ahora por lo menos tengo información.

( * * * )

—Liu!! —gritó Jeff, cuando me vio, con los brazos abiertos.

—Moríte, pendejo!! —le grité yo, y corrí por él.

Me tiré encima suyo, intenté enterrar mi cuchillo en su pecho o en su panza, pero el idiota era un gusano escurridizo. Pude hacerle algunos cortes, y sentí como algo se envolvía en mi cintura y me levantaba.

Y entonces lo ví.

—Hiciste bien al decirme, Ben—dijo esa cosa...lo dijo o lo imaginé?

En mi momento de astronauta, miré a las personas que estaban cerca.

Estaban Jane, riéndose de todo. Nina, la ayudante de Jeff, lo sé por las noticias. Uno que tenía máscara azul. Otro que también tenía máscara, pero medio gay. Uno encapuchado y otro enano verde, el que creo que me acusó.

Y después vino una nenita de vestidito rosa. Cuantos guardaespaldas tenés, Jeff...

( * * * )

Después de hablar con el tal Slender, me ofreció quedarme, no lo pensé mucho y acepté.

Por qué?

Porque, uno, ahora tengo casa gratis...bueno, eso no es muy importante, al final ni iba a pagar la renta. Y, dos, ahora tengo cerca a Jeff.

Cuando menos se lo espere, peor le va a ir.

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