°AMORE° [Pietro Maximoff y tu]

🌹Cαρíтυℓσ υησ🌹

"єℓ ѕιℓєη¢ισ єѕ єℓ gяιтσ
мáѕ ρσ∂єяσѕσ"

Lugar: Cabaña en el bosque.

Narra Lexie:

El sol ya había salido, los rayos de luz en mi rostro fueron la razón por la cual me desperté, nuevamente había olvidado cerrar las cortinas. Al oír un pequeño silbido proveniente de la pava, coloqué el agua hervida en una taza con café, mientras eso se preparaba aproveché para tomar una pequeña ducha y alistarme; una vez que estuve lista me senté en la mesa lista para desayunar mientras observaba los árboles y pájaros a través de la ventana.
Tal vez se pregunten por qué estoy viviendo en un bosque y no en la gran ciudad, pues no solo es por la paz del lugar, también es porque prefiero mantenerme alejada, oculta. Hay un gran número de personas buscándome y claramente no quiero que me encuentren, al menos no por ahora, sería muy pronto y aún no he perfeccionado mis habilidades, claro que solo algunas de ellas porque sí, tengo poderes, más de uno. Un buen rato después, luego de haber acomodado la cabaña, salí a regar las plantas. Sí, tengo un jardín, hecho por mi misma he de decir.

—Hey  —Llamé inclinandome mientras extendía mi mano en dirección a una pequeña y bella mariposa que se encontraba sobre una de mis flores—. Que colores más bellos, eres preciosa pequeña

La pequeña mariposa voló hasta mi mano, posandose sobre mis dedos y provocandome una sonrisa. Luego de hablarle por un par de minutos se fue volando. Una vez que mis plantas fueron regadas caminé a un costado de la cabaña y me arrodillé en el suelo, tenía muchas ganas de comer manzanas y realmente no tenía ganas de ir hasta la ciudad para conseguirlas por lo que prefiero hacerlas por mi cuenta; esa es una de mis habilidades, podía manipular la naturaleza a mi antojo, incluso podía crear plantas directamente de mis propias manos, pero no lo hacía seguido ya que era mucho más difícil que crear una planta en la tierra misma. En fin, coloqué mis manos cerca de la tierra, en mi mente me imaginaba todo el proceso, iniciando claramente por la semilla, mis dedos se movían como si manipulara algún tipo de títere y una pequeña luz verde salía de éstos, pronto una pequeña planta comenzó a salir de la tierra conforme me imaginaba su crecimiento; rápidamente la pequeña planta se fue convirtiendo en un gran manzano. Me levanté del suelo y mis manos ahora apuntaban a la copa del árbol, en cuestión de segundos varias manzanas perfectamente rojizas aparecieron.

—Perfectas... —Murmuré mientras tomaba una entre mis manos y le daba un mordisco— y deliciosas

Tres horas habían pasado según el reloj en la pared, solté un suspiro, realmente es aburrido estar aquí. Observé por milésima vez toda la habitación hasta que me dije a mi misma que no haría daño matar el tiempo fuera del bosque, podía ver una película o ir a algún parque de atracciones, después de todo si algún día me encuentran no creo que sea en un simple parque ¿verdad?
Me levanté de la cama totalmente decidida a hacerlo, dirigí mi vista al armario y extendí mi mano hacia allí, automáticamente una de mis chaquetas negras llegó volando hasta mis manos, el verde brillo desapareció de éstas y me coloque la chaqueta, estaba lista para irme; después de todo aún si me encuentran yo sigo siendo una ex agente entrenada y con poderes, puedo defenderme. Mientras me preparaba para salir un recuerdo llegó a mi mente

Flashback

Me encontraba en una habitación, aunque la verdad decir habitación era una gran exageración porque en realidad estaba en una asquerosa celda, había algunas cucarachas caminando por las paredes y agua podrida estancada en las esquinas del suelo. Tengo seis años, no entiendo nada de lo que esta pasando, horas atrás estaba en el Orfanato jugando con unas plantas que yo misma había creado en el patio del lugar cuando repentinamente alguien me cubrió la boca y nariz con un pañuelo, segundos después había quedado inconsciente y había despertado aquí hace un rato. Cuando lo hice lloré y grité por ayuda pero lo único que conseguí fueron golpes y gritos, solo me dijeron que estoy en un lugar llamado HYDRA pero no se qué significa, no sé dónde están mis amigos ni las monjas, tengo miedo. De repente la puerta se abre de un golpe haciéndome dar un pequeño salto debido al susto, por la puerta entró un hombre, yo lo miré asustada sin saber que hacer o decir, tenía miedo de que volvieran a golpearme, él se aclara la garganta y me dice: