Maria era una mujer trabajadora que vivía con su mama y sus dos hijas, Eliza la mayor y Michel la menor.
Maria luchaba día a día para sacar a sus dos hijas adelante.
Su hija mayor ya se había graduado de la universidad como administradora. Era una excelente hija y hermana, amaba demasiado a su hermana menor.
Su hija menor tenia ocho años de edad, era una niña muy estudiosa y muy inquieta.
Maria estudiaba por la noche para terminar sus estudios, y tener una profesión, mientras que su mama se encargaba de su pequeña niña, así transcurrían los días en su vida, tanto como madre, y como estudiante.
Una tarde mientras bañaba a su pequeña hija Michel para enviarla al colegio, empezó a dar gritos: Mami... Mami... Me duele mucho mi cabeza.
La envolví en una toalla y la saque del baño, asustada la ayude a secarse y vestirse. Después de un rato su dolor no pasaba.
Decía: Mami siento algo caliente en mi cabeza.
Eso me preocupo un poco.
Decidí que se quedara en casa y no fuera al colegio, le di una pastilla para el dolor de cabeza y se acostó en su camita.
Al cabo de un rato se durmió.
Pasaron algunas horas y note que no despertaba, me acerque a su cama y le toque la frente, tenia mucha fiebre.
De inmediato pensé que no podía ser una gripe o algo viral, la levante y le di una medicina para la fiebre.
Había transcurrido el día, y llego la noche, al acostarnos mi hija mayor y yo estuvimos pendiente de la pequeña Michel toda la noche.
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DIOS TIENE LA ULTIMA PALABRA
Short StoryUna historia de la vida real, los nombres han sido cambiado por motivos de privacidad, basada en una niña de ocho años desahuciada por los Médicos.