Nada es color Rosa

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La brisa de una cálida noche de verano despeina mi cabello sobrante que de forma rebelde no quisieron quedarse amarrados en la coleta, y no los culpo, las luces de los hoteles, los árboles, los focos de las calles, el cielo casi azul oscuro que si no fuera por un pequeño toque anaranjada en el horizonte sería totalmente de noche , tiendas abiertas hasta tarde, los pub, le dan un toque de libertad a una vida rutinaria, mis pasos van decididos, pues saben muy bien cuál es su destino.
En el camino me encuentro a todo tipo de humanoides, algunos ya borrachos, tirados y con un olor hostigante a alcohol , unos apresurados salen de sus trabajos,  al doblar en una esquina una chica de mini falda, panties de red y un top bastante escotado junto a un maquillaje bastante extravagante se apoyaba en el marco de la ventana del asiento del conductor de un automóvil parado por un semáforo en rojo, se sube junto a él y se marchan, continuo mi camino y me pierdo totalmente en mis pensamientos cuando me percato que no conozco las calles por la que mis pies me han guiado, miró confundida a mi alrededor, ya no está aquella noche hermosa, con aquella brisa embelesante, ahora todo lo que hayaba hermoso me parece escalofriante, siento pasos por mi lado derecho, algo errantes, de un callejón, comienzo a distinguir una sombra saliendo de la oscuridad que balbucea obscenidades y comienzo a caminar rápido por donde supongo que he venido, al sentir que alguien corre muy cerca de mi espalda corro con todas mis fuerzas y comienzo a gritar, pero el único movimiento proveniente de las casas era que algunas cerraban las cortinas, mis gritos desgarradores hacían eco a través de la noche, decido intentar perderlo haciendo alguna especie de zig zag a través de las calles, cuando ya llevaba unos minutos sin sentirlo detrás de mi intento marcar a mi madre o alguien por ayuda pero no tenía saldo, desesperada comencé a buscar donde refugiarme o como salir de este lugar, doblo en una esquina dando a un parque y choco de pecho con mi atacante, quise girar y librarme de su asqueroso agarre, alcanzo a correr unos pocos pasos pero lamentablemente caigo sobre mis rodillas por un peso bastante voluminoso diciendo cosas desagradables cerca de mi oído a la vez que intentaba tocarme, yo solo podía llorar, forcejear y entrecortadamente pedirle que me dejara, me tapa la boca y me arrastra por la calle hasta llegar a una parte oscura del parque, rodeada de arbustos tupidos, me di cuenta de lo que sucedería, recordé a mi familia y amigos mientras gritaba con el corazón en la mano que alguien se apiade de mi y venga a ayudarme, ya no tenía mobilidad de mis brazos y piernas, puesto que no dejaba mis extremidades libres al haberlo golpeado en ciertas ocasiones; Si tan sólo hubiera seguido los consejos de mi madre, de "estar siempre pendiente, no andar sola de noche" ya era demasiado tarde, decidí dejar de gritar cuando ya el repugnante no hallaba como poder llenar más mi cuerpo y cara de golpes para silenciar mi sufrimiento, luego de haber logrado su cometido, me dejó tirada sin antes insultarme de una manera horrible y degenerada, me da una última patada en mi estomago, brutal y sin compasión de mi estado y se marcha.
Quedo tirada en el pasto con mi respiración irregular y cuerpo temblando, semidesnuda, luego de quedar unos minutos recostada mis ojos se cierran dejando mi mente en negro.
De pronto despierto desesperada y con la mirada desorbitada, cuando caigo en la cuenta de lo que ha sucedido y para peor que he estado inconsciente, reúno fuerzas y me acomodo lentamente mis prendas, dispuesta a hacer justicia, cuando ya estaba nuevamente vestida traté de ponerme de pie, pero mi estomago me causa un gran dolor que me hizo retorcer queriendo llorar, pero esto sólo lo agravaba, sentía que perfectamente podría desmayarme, mis brazos tiritan de debilidad pero intento ponerme sobre mis rodillas de igual forma, gateo un poco pero con toda la fuerza y esfuerzo que en ese momento podía dar logro solamente asomar la mitad de mi cuerpo a la luz, ya no puedo mas y dejó caer mi cuerpo, mis ojos tenían su propio caudal de lágrimas por la impotencia.
    A unos pasos diviso mi móvil, siento una pequeña gota de esperanza, aferrandome totalmente a ella estiro mi brazo y con la punta de mis dedos logró atraerlo hacía mi, abro la sección de mensajes y le escribo uno a mi madre intentando apretar las letras correctas lo único legible fue un "te amo", llegará el mensaje en algún momento o lo verá si es que mi cuerpo es encontrado, sé que moriré, por qué ya mi mente comienza a desordenar mis pensamientos.
De mi sien siento algo helado correr por el borde de mi cara, lo toco y mi mano queda con una mancha roja a lo largo, sangre, siento punzadas horribles en mi cabeza, mi vista se torna borrosa y los párpados cada vez es más dificil mantenerlos abiertos, es como si la energía restante la estuviera gastando completamente en ello. Me quedo moribunda hasta que el sol comienza a salir,  luego de ver mi último amanecer, mi débil llama... Se extinguió.

Pensamientos de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora