Londres, ocho de noviembre, 2016
Querida Adalia:
Con mi familia me he mudado,
vivo ahora enfrente de tu casa,
espero poder cuidarte,
de aquel que quiera dañarte.
Al rato sentí gritos,
luego te vi entrar,
a ti mi linda princesa,
que me tiene loco de atar.
Golpes fuertes se escuchaban,
desde mi habitación,
no dudé ni un segundo,
y me asome en mi balcón.
Lo que vi me dejó intrigado,
pues nunca había pensado,
que era tu progenitor,
el que te estaba golpeando.
Bajé corriendo mis escaleras,
hasta a tu casa fui,
sin pararme a tocar,
tu puerta abrí.
~D.B~
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Querida Adalia
شِعرY pensar que todo comenzó por una simple razón, me defendiste de aquel, el cual me dañó.
