Habíamos llegado a la fiesta que resultó ser la boda de mi hermana menor. Kim Jieun, mi hermanita, era nueve años menor que yo, siempre fue el orgullo de la familia. Inteligente, bondadosa, alegre y sumamente hermosa. Por eso siempre tenía novios por doquier, no como yo a su edad.
Cuando ella tenía 14 y yo 23 llevó a la casa a un amigo, Youngjae. Él fue el primer amor de mi vida sin embargo, cuando le dije que era homosexual me dejó de hablar y cortó cualquier relación conmigo. Un año después conocí a Nam.
Cuando me llegó la invitación de la boda no pude evitar sentirme ¿viejo? ¿Cómo mi hermana se casaba antes que yo? Se supone que yo soy mayor, probablemente ella encontró a esa persona la cual pasar el resto de la vida. Pensé si realmente estaba destinado a vivir con Nam o no, porque realmente no siento que sea mi hombre perfecto. Pero yo sí lo amo, o eso quería creer.
—Jinnie, ¿Por qué no me dijiste que era una boda? —. Preguntó Nam mientras nos formábamos para saludar a los recién casados. —¿Quién es la novia? Su cara la conozco —.
—Quería que fuera sorpresa y la novia es Jieun —.
—¿Jieun? ¿Tu hermana? Pero hace 2 meses acaba de entrar a la universidad —. Dijo sorprendido mientras que yo ponía mi mejor cara antes de explotar frente a todos.
—Sí... Se casó muy joven... —. No como yo.
Saludamos a Jieun y Jinyoung, su esposo fue muy amable con nosotros y decía querer conocerme porque Jieun nunca dejaba de hablarle acerca de mí.
Eso hizo quitarme la autohumillación y enojo hacia mi hermana para saber que jamás podría odiarla por más que quisiera. Ella fue, es y será mi mayor adoración, estaba orgulloso de mi pequeña hermana. La amaba con todo mi corazón.
—¿Oye Nam, reservaste el hotel? —. Le pregunté mientras buscaba a mis padres en una mesa para poder saludarlos.
—Pero tú lo reservaste, ¿no? —.
—No Nam, te mandé una lista para que escogieras uno y reservaras —. Hace unas semanas le mandé a Nam opciones de hoteles para que escogiera uno y fui muy claro al decirle que hiciera la reservación para este fin de semana. —P-pues yo pensé que tú lo harías, amor —. Con mi mano acaricié mi sien tratando de no enojarme y encontrar una solución a esto. —No me importa qué hagas pero yo quiero un lugar donde dormir, ¿entendido? —. Dije de la forma más calmada posible. Me di la vuelta para ir con mis padres que ya los había encontrado.
Mi mamá y papá estaban tomados de las manos mientras hablaban. En sus ojos podías ver el amor infinito que ambos se tenían creando así un perfecto matrimonio de más de 35 años. Mamá siempre ha dicho que antes de morir quiere vernos felices con alguien más, como ella, por eso la boda de mi hermana hace que luzca más feliz de lo normal.
—Hola, mamá —. La saludé plantando un beso en su mejilla viendo cómo se levantaba para abrazarme. —Jin, ¿como has estado? — Preguntó mi papá emocionado igual levantándose para abrazarme con demasiada fuerza. Yo tenía mejor relación con mi papá que con mi mamá, él siempre me ha apoyado en todo y aceptado. No es que mi mamá y yo nos odiemos pero las discusiones nunca acaban. Papá ha dicho que mi vida es un orgullo para él, soy un verdadero ejemplo a seguir. —Yo también me alegro de verte, papá —. Vi como Nam saludaba a mi mamá pero ella, como siempre, respondía un seco "Hola".
Saludé a mi hermano Chanyeol y al resto de la familia que se encontraba ahí. Platicábamos todos sobre nuestras vidas, cosas recientes o sólo recuerdos de familia. Veía como Nam checaba por debajo del mantel su celular o se ponía a escribir mensajes haciendo que me enojara más con él, esto no puede ir peor. Lo pateé disimuladamente para que pusiera atención en la plática. —Nam, deja el celular —. Susurré haciendo que por fin me hiciera caso y lo guardara.
—Disculpen, ¿podría tomarles una foto en familia? —. Llegó el fotógrafo haciéndonos señas a todos los de la mesa para que nos paremos y posáramos para la cámara. —Claro, claro —. Mi papá contestó causando que nos levantáramos para quedar todos acomodados con su respectiva pareja. Justo cuando el fotógrafo tomó la foto Nam se agachó por su celular que se había caído por no haberlo guardado bien.
—¡Joven! Creo que debemos repetir la foto, su esposo no salió —. Dijo señalando a Nam y a mí.
—No se preocupe, jamás va a salir —.
—¡Mamá! —.
¡Por fin! Acabé de escribir esto, tuvo que hacerlo como unas 10 veces porque no me gustaba como estaba quedando. :c Perdón por la tardanza al igual que cualquier falta de ortografía. Muchísimas gracias por leer, ¡hasta la próxima! ♡♡♡
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